Armando Maya, diseñador de modas venezolano en su tallerdel barrio Chiquinquirá.
Oriundo de Venezuela, asegura que trabaja para la influencer desde el 2020. “Me ha tendido la mano y me volvió famoso”, dice, al confesar que está feliz en Barranquilla.
Los últimos cuatro días previos a la boda apenas durmió una o dos horas diarias porque los nervios y el estrés, pero también la emoción y la responsabilidad de vestir a Andrea Valdiri, una de las más destacadas influenciadoras del país, no le permitían descansar profundamente.
Armando Maya Ramos cuenta que tuvo que mudarse con máquina de coser a la casa de la también bailarina, mientras otros colaboradores trabajaban en los últimos detalles de los vestidos en su apartamento en el barrio Chiquinquirá.
El día de la ceremonia también permaneció en una de las habitaciones que ocupó Andrea en el Hotel El Prado, en donde se celebró la ceremonia civil y la fiesta, porque debía asesorar y de vestir a quien más le ha ayudado moral y económicamente desde hace cuatro años cuando se vino de tu natal Estado Miranda, Venezuela.
Por esa jornada agotadora no le dio la oportunidad de tomarse una foto con los nuevos esposos.
“Apenas me duché cuando se puso el segundo vestido y luego bajé a la fiesta, pero para mí los resultados son los que cuentan porque yo digo que mi graduación como diseñador fue ese matrimonio”, asegura aún emocionado.
Armando cuenta que de los cinco diseños que le confeccionó a Andrea solo lució tres: el de la boda elaborado en podesua strecht y un velo bordado de tres metros de largo. El segundo de mangas y escote pronunciado en tul bordado y crepe strecht que vistió para recibir a los invitados a la fiesta y bailar el vals. Y el tercero, más cómodo en trasparencias y seda con malla piel.
Maya Ramos cuenta que se graduó en mercadeo en su natal Venezuela, pero que siempre soñaba con crear prendas y que la imaginación volara como lo ha hecho en sus últimos años, sobre todo los 4 que lleva en la capital del Atlántico.
Por eso se matriculó en una academia de modas, pero por su experiencia, lo más valioso era la práctica por encima de lo teórico.
Por eso a medida que iban avanzando las clases fue adquiriendo materiales y máquinas e incluso buscó a un sastre colombiano en Caracas quien le enseñó parte de lo que sabe sobre pantalones y chaquetas, por ejemplo.
Pero, ¿qué lo trajo a Barranquilla? Maya cuenta que quedó impactado del Carnaval de Barranquilla gracias a que un amigo le compartió varias fotos por WhastApp.
A nuestra ciudad llegó el 18 de abril de 2018. Quería disfrutar de los sitios turísticos y contagiarse del calor de la gente, pero para cubrir parte de los gastos de su estadía buscó un contacto que tenía acá para pedirle que le consiguiera empleo en una de las fábricas de ropa del Paseo Bolívar.
«Era hacer lo que sabía porque en Venezuela tenia mi taller, diseñaba y vendía para boutiques, entre ellas a la de mi madre Virginia Ramos», narra para MiRedVista.
También dice que adora vivir en Barranquilla porque le gusta la gente, el patacón con queso y la mojarra frita.
Armando (@armandomaya_) siguió ganando experiencia en el sector de las confecciones en el que además conoció gente clave de Barranquilla que sin pensarlo, lo llevarían a conocer y a trabajar con Andrea Valdiri con quien guarda una estrecha relación personal y laboral.
Cuenta que la conoció en plena pandemia cuando un amigo, Andrés Mendoza, que en ese entonces era el estilista de la famosa emprendedora, le sugirió que si le hiciera un diseño para que conociera su talento y creatividad.
“Hazle algo bien pro y se lo hago llega, me dijo e incluso me mandó una imagen para que me guiara”, recuerda.
Ese diseño le significó varias semanas de trabajo y de búsqueda de materiales como strass y cristales que estaban escasos porque el comercio estaba cerrado. Pese a que varias veces pensó echarse para atrás por las restricciones de la pandemia, siguió adelante.
«Cuando estaba listo se lo mandé a mi amigo para que se lo mostrara a Andrea y a los pocos minutos me hizo una video llamada y cuál sería mi sorpresa porque Andrea tenia puesto mi diseño», narra.
Desde ese entonces la Valdiri (@andreavaldirisos) con 8 millones de seguidores en Instagram, le propuso que fuera su diseñador de cabecera por lo que su trabajo es diseñar para eventos casuales, sociales y comerciales.
«Entre los dos craneamos diseños y dejamos volar la imaginación. Andrea es muy creativa y tiene una visión clara de lo que quiere proyectar. Entonces hace cambios. Ya son tres años junto a ella y nos comprendemos”, dice.
Cuando se refiere a la influenciadora dice que es una persona de gran corazón, generosa y solidaria,y recuerda el video que ella compartió hace unas semanas cuando le acondicionó y dotó el apartamento al que se mudó desde comienzos de año.
«Pensé que eran unos espejos grande y un sofa nuevo, pero cuando abrí la puerta pensé que me había equivocado de puerta porque había nevera, lavadora, muebles y un área para recibir a las clientes que se me han multiplicado al igual que mis seguidores en Instagram», asegura.
El «golpe de suerte», como él mismo lo llama, lo llevó a ampliar su taller y a contratar a dos o tres colaboradoras porque los mensajes en su Instagram para que les diseñe no paran.