Dolce vita / 10 de septiembre de 2022

Ojo, ¡no dañe su sonrisa por mala cosmética dental!

Luis Fernando Vengoeche en su consultorio odontológico en Barranquilla.

Zoraida Noriega

El odontólogo Luis Fernando Vengoechea con 43 años de experiencia explica este tipo de tratamiento que puede ayudar o afectar la salud oral.

El diseño de sonrisa es tal vez una de las alternativas cada vez más buscadas por jóvenes y viejos. Como está en boga, es frecuente encontrar consultorios casi que en cada esquina de la ciudad, mucha publicidad y promociones de este método en las redes sociales que muestran el antes y después de distintas dentaduras.

En plena labor y cumpliendo con todas las normas de bioseguridad.

Es tal el ‘boom’ de ese tratamiento estético, con el que la persona busca verse más atractiva y sentirse mejor con ella misma, que el grado de masificación prácticamente en cualquier lado es posible encontrar ofertas de diseño de sonrisa.

El diseño de sonrisa consiste en cambiar la estructura de los dientes utilizando distintos procedimientos odontológicos que permitan realzar las características estéticas de la dentadura. Teniendo en cuenta la forma de las piezas dentarias, su textura, color, la relación entre los distintos elementos y la funcionalidad de la boca; pero no todas las veces el resultado es tan bueno como se cree.

Sobre el tema, dialogamos con el reconocido odontólogo barranquillero Luis Fernando Vengoechea que en los 43 años de experiencia ha hecho de todo, manejando implantes, rehabilitación, coronas, puentes, entre otros.

Dice que el diseño de sonrisa es algo muy comercial, tanto, que se ha puesto de moda, sobre todo en ciertos estratos sociales. Prefiere llamar cosmética dental en vez de diseño de sonrisa, a ese procedimiento que, por cierto, tiene sus indicaciones específicas.

Dice que cuando un paciente tiene los dientes un poco torcidos, prefiere utilizar resina para emparejarlos, siempre y cuando la persona no quiera ortodoncia.

Este paciente de 20 años sufríó fracturas de sus dientes por un accidente. El doctor Vengoechea le hizo la rehabilitación.
Así quedó el paciente luego de la rehabilitación con coronas de zirconio.

“Es una corrección de estética, no diseño de sonrisa como tal, sin ser agresivo. Es decir trato de preservar la naturalidad de los dientes”, afirma el profesional.

Explica que en los procedimientos dentales debe predominar lo estético. Muchas veces algunos solo utilizan el diseño de sonrisa en la dentadura de arriba sin tener en cuenta la de abajo. El  color el diente va variando de acuerdo a la edad, entonces no se entiende cómo ponen carillas y coronadas muy blancas que desentonan, lo que para Vengoechea es algo antiestético.

Este es un caso especial en el que Vengoechea le practicó a esta persona un diseño de sonrisa.

“El tema del diseño ha sido tan comercial, que todos quieren tener los dientes perfectos. Pienso que eso atenta también contra la genética, porque cada persona tiene su dentadura según su herencia, hay unas de formas rectangulares, ovoides, etc.”

Otro detalle que se debe tener muy en cuenta para realizar el delicado procedimiento (sin antes hacerse un estudio minucioso de las facciones y las particularidades del rostro del paciente) es la funcionalidad. Considera que antes de realizar el diseño hay que darles a conocer al paciente las implicaciones y riesgos de estos tratamientos estéticos.

“Hay personas que no tienen en consideración el resto de la dentadura, porque piensan que no se les ve tanto la parte de atrás, solo quieren es mostrar su dientes delanteros. No piensan en la parte funcional básica de la boca como masticar, deglutir, succionar, hablar, etc. Si no se hace bien el trabajo puede traer problemas graves”.

En su consultorio no ha faltado gente que le dice, por ejemplo: ¡quiero tener los dientes más largos! Entonces le responde con honestidad, dependiendo de caso, que no se puede porque para él es más importante la funcionalidad.

Manifiesta que cuando una carilla se hace sin respetar el contorno del diente, es decir que el espesor de dicha carilla ha quedado con mucho volumen, los dientes quedan más propensos a la acumulación de placa bacteriana entre éstos y la encía, generando caries, mal aliento y hasta enfermedades periodontales.

“Para no desgastar todo el diente, siempre queda una pestaña que puede retener los alimentos, para evitar esto entonces debe estar bien hecho ese contorno”.

En cuanto al blanqueamiento, Vegoechea afirma: “es otro de los procedimientos que muchos abusan. No son estables, porque vuelven con el tiempo. Si están mal manejados afecta la dentadura. Es como el tejido de la ropa, si le echas cloro se degrada, así pasa con los dientes. Por eso, esto no se puede manejar a la loca”.

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