Una de las escenas de la cinta ‘Estimados señores’ que no solo rememora un capítulo vital de la historia, sino que también refleja las tensiones y retos que siguen vigentes en la actualidad.
Periodistas son conminados a darle un tratamiento más apropiado a informaciones sobre violencia contra las féminas.
Esmeralda Arboleda, la primera mujer del país en ser elegida senadora en Colombia tras una ardua lucha por décadas y quien consiguiera el voto femenino, recobra vida con el personaje encarnado por la actriz Julieth Restrepo en el film Estimados señores, que por estos días hace parte de la cartelera de cine en el país.
Esmeralda es el referente que muchas mujeres en las décadas siguientes tomaron para luchar por sus derechos y alcanzar los logros que hoy las tienen en un sitial de privilegio, a la par de los hombres que siempre llevaron las riendas de la sociedad como un derecho impuesto por esta misma.
Y es que por muchos años a la mujer se le tuvo como menos en el escenario profesional, laboral, político, por solo mencionar algunos. Durante ese tiempo era aceptable que los varones se refirieran a ellas de manera discriminatoria hasta el punto que eso se volvió costumbre, aceptable y normal.
DISCRIMINADAS
“A la mujer hay que darle duro para que camine”, “ellas son masoquistas, así que hay que cascarlas” y “las mujeres nacieron para atender la casa y tenerle todo listo al marido cuando este llegue de trabajar…”
Estas son algunas de las expresiones que por mucho tiempo se han empleado en el diario vivir para referirse al rol que la sociedad machista le ha impuesto a las mujeres, relegándolas de actividades para las que ellas también están capacitadas y aptas para cumplir.
Las luchas que vivieron muchas de estas mujeres a lo largo de la historia y en diferentes partes del mundo hoy han desembocado en un panorama totalmente diferente, pues hoy las mujeres cumplen los mismos roles que los hombres y con la misma responsabilidad que ellos.
Sin embargo persisten una serie de estereotipos que son considerados como discriminatorios de la mujer en una sociedad en la que sigue la pugna entre machismo y el feminismo.
“Esos estereotipos que se repiten cada día muchas veces se mencionan de manera jocosa hasta el punto de naturalizarlos y crear otros estereotipos de género”, afirma María Lourdes Dávila, secretaria de la Mujer y Equidad de Género del Atlántico.
Asegura la funcionaria que existen muchos estereotipos que utilizan con tanta frecuencia que han llevado a naturalizar esa violencia hacia las mujeres. Y pone como ejemplo el hecho de las madres o tías les dicen a sus hijas que se quede con determinado hombre, porque es él quien la está manteniendo económicamente y que “más vale pájaro en mano que ver un ciento volando” o “más vale malo conocido que bueno por conocer”, como justificando el maltrato hacia ellas.
Explica que también es frecuente afirmar que el hombre es quien debe trabajar para llevar el sustento a casa y se le deja toda la carga al varón, pero ello también obliga a que la mujer se quede en casa solo en los quehaceres del hogar y dándoles el mensaje que ‘ellas no sirven para otra cosa’.
UN EQUIPO
Afirma que aunque estos estereotipos persisten, los mismos han cedido un poco y hoy día tanto hombre como mujeres trabajan para aportar al hogar, lo que considera es lo correcto porque el matrimonio debe mirarse como un equipo en el que ambos aporten por igual.
“Las pareja es un equipo que va en un mismo camino cumpliendo metas, sueños y objetivos, y no debe cargársele la responsabilidad de los gastos solo al del sexo opuesto, porque el día que el hombre no pueda proveerle algo a la casa entonces se acaba la relación debido a que ella se va de la casa al ver que no le están dando lo que ella necesita para vivir bien”.
La funcionaria lideró desde su despacho una capacitación dirigida a comunicadores del departamento con el fin de mejorar la manera de presentar las noticias relacionadas con los temas de feminicidio y violencia de género.
“Toda mujer lucha por salir del ciclo de violencia, pero no todas tienen la autoestima y fortaleza suficientes porque han sido debilitadas sistemáticamente por su agresor a lo largo de ese ciclo de violencia”, sostuvo Dávila.
La funcionaria subrayó la importancia del papel que juegan los medios de comunicación en el cambio que se quiere lograr en el sentido de luchar y acabar con las violencias de género en contra de las mujeres.
SISTEMA CON FALLAS
En ese sentido la señora Dávila hizo un llamado para que se denuncien las fallas en la ruta de atención a la mujer maltratada para lograr que la misma sea operativa y que les dé garantías a las víctimas y que los agresores sean sometidos a la justicia y se les impongan castigos ejemplares.
“Si ustedes denuncian cuáles son esas fallas, nosotros por nuestra parte estamos cumpliendo con que haya una ruta de atención que les funcionen a las mujeres para que tengan acceso a la justicia y que los agresores tengan penas ejemplares, y que sean privados de la libertad por la comisión de delitos basados en violencia de género”.
Añadió la funcionaria que el papel de su despacho es actuar como intermediario entre el ente garante de derecho y la víctima para facilitar y garantizar la ruta de atención, que los entes den esa atención y que las víctimas obtengan las respuestas que esperan.
ELLAS SE PRONUNCIAN
Respecto al tema de estereotipos, y el encasillamiento de las mujeres en unas tareas y el ‘veto’ para desempeñar otras, la comunicadora Yuliana Herrera, de Sabanalarga, apuntó que es tarea de las mismas mujeres romper con esos estigmas y exigir sus derechos.
“El pasado, pasado es, y de aquí en adelanta, nos toca a nosotras romper ese círculo de crianza en nosotros, para que nuestros hijos no hagan parte del mismo “.
Por su parte Diva Acuña apuntó que tanto hombre como mujeres pueden cumplir con los mismos cargos y tareas en las empresas y otras entidades porque hoy las mujeres están capacitas y preparadas para ello.
“Pensemos en un equilibrio, nosotras como mujeres, no queremos privilegios. Nuestra lucha no es por lograr privilegios, nuestra lucha es para lograr un equilibrio, que tengamos las misma oportunidades que tienen los hombres, porque somos capaces, porque nos hemos preparados y lo hemos demostrado”, dijo la periodista.