Lo último / 6 de noviembre de 2021

Aforo del 100% en eventos masivos: ¿cómo controlar?

Ciudades como Medellín también autorizaron el aforo del 100% para eventos masivos para lo cual los asistentes deben presentar el esquema de vacunación contra el Covid-19.

Patricia Escobar

El anuncio del alcalde Jaime Pumarejo sobre apertura total de  eventos públicos y privados ha generado controversias. La mayor dificultad es verificar que los certificados de vacunación que se les exigirá a asistentes sean auténticos. Gran Parada de la Luz en diciembre no se realizará porque es imposible el control total de la calle.

Una funcionaria revisa los carnés de vacunación al público que ingresó al Teatro Adolfo Mejía de Cartagena para el Preludio Conmemorativo.

Hace unos trece o catorce años se puso de moda una campaña de salud pública protagonizada por dos pajarracos con la frase “Sin preservativos, ni pio”. Hoy podría decirse “sin carnet no ingresas” para sintetizar las nuevas disposiciones a raíz del regreso casi total a la “normalidad”

En Colombia a raíz de la disminución de los casos de Covid-19, contagios y muertes; de una mejor capacidad hospitalaria para atender situaciones extremas, y de un aceptable ritmo de vacunación, los sectores productivos comenzaron a presionar por aperturas que permitan la recuperación económica y la vuelta a una vida con más respiros.

A pesar de que desde junio hay “apertura total de la economía” por decreto, sectores como el del entretenimiento y el turismo, grandes generadores de empleo, han venido trabajando con aforos limitados, contrastando con las aglomeraciones en los transportes masivos y centros comerciales, hasta ahora que se anuncia que, a partir del 16 se vuelve al 100% de la capacidad física de esos negocios

Barranquilla y Leticia, duramente golpeadas por el coronavirus fueron escogidas a mediados de este año como las dos ciudades piloto en el Plan de Bienestar para la Reactivación. Lo que significaba que, en cuanto lo permitieran la ocupación de las unidades de cuidados intensivos (ucis) y el aumento de la vacunación, se daría un proceso masivo y acelerado de apertura de actividades educativas, económicas, culturales y de entretenimiento que es lo que se está viviendo.

AFORO DEL 100%

Comenzando noviembre en el Distrito de Barranquilla autorizó aforos al 100% en eventos masivos públicos o privados como conciertos, discotecas, bares, eventos deportivos y recreativos, siempre y cuando se mantenga una ocupación de camas UCI inferior al 85% en la capital del Atlántico, pero puso una condición: la exigencia del carnet de vacunación.

La Resolución 06 de 2021 expone los asistentes deben portar el carnet o el pasaporte virtual de vacunación. Los mayores de 18 años con el esquema completo, es decir: la dosis única de Janssen o las dos dosis de cualquiera otra de las farmacéuticas. Las personas entre 12 y 17 años cumplidos deben tener por lo menos una dosis.

Según el alcalde Jaime Pumarejo más del 60% de los barranquilleros tienen el esquema completo y un 90% tiene al menos una dosis. Esta última cifra suena un poco exagerada porque persisten quienes no están de acuerdo con la vacuna, y hasta ahora se abrió la vacunación para niños mayores de 3 años.

Aviso de uno de los establecimientos nocturnos de Barranquilla.

A la emoción de la noticia no podía faltarle “el garrote”. La administración distrital fue enfática al sostener que cada establecimiento debe hacerse responsable del control y el cumplimiento de esta medida. “Es decir habrá que implementar una persona con funciones policiales que exijan el carnet y que estén lo suficientemente entrenadas para que no les metan gato por liebre”, expresó el propietario de un bar quien recordó que hace unos meses fueron devueltos de España turistas colombianos con carnés falsos.

La resolución indica que los establecimientos que incumplan los protocolos de bioseguridad y las medidas sanitarias establecidas serán sancionados con una multa equivalente a $936.320.

Además, se realizará la suspensión temporal de la actividad por no atender las normas o disposiciones de seguridad o sanidad para el desarrollo de la actividad económica de acuerdo con su objeto social. En el caso de que sea reiterativa la conducta, el cierre será por tres meses. En caso de posterior reincidencia en un mismo año se impondrá la suspensión definitiva sin perjuicio de las acciones penales que correspondan.

Convención de Asobancaria que se cumplió esta semana en el Centro de Convenciones de Cartagena.

HAY COSAS DIFICILES DE CUMPLIR

Conocidas las medidas, las reacciones no se hicieron esperar. Básicamente se agrupan en dos tendencias. Los primeros, los que están en contra de ella, y aseguran que “no se les puede coartar su libertad y que nadie puede obligarlos a vacunarse. Creen que los biológicos son sólo experimentos que no garantizan nada”.

En el segundo grupo están la mayoría de los propietarios y administradores de establecimientos de diversión que consideran que, “no pueden recargar sobre ellos toda la responsabilidad del control. Por una parte, porque los certificados de papel son fácilmente falsificables, y por la otra que la certificación virtual del Ministerio no está actualizada y presenta rezagos hasta de más de cuatro meses, por lo que a muchos sólo les aparece una sola dosis de vacuna”.

Digamos que para el primer grupo de opositores hay dos respuestas: la primera que el bien colectivo prima sobre el individual y que a pesar de todas las opiniones en contra, las vacunas han demostrado en el mundo, gran efectividad: las muertes de vacunados han bajado al máximo, y la segunda, expuesta en la misma resolución, en el parágrafo 1 que dice que “Aquellas personas que por decisión personal o argumentos médicos decidan no vacunarse, tendrán que contar con una prueba PCR negativa de no menos de 48 horas de tomada la muestra”.

Las medidas de contención en algunos casos son prácticamente imposibles de cumplir.

La Gran Parada de la Luz que durante 5 años antes de la pandemia alegraba el corazón de los barranquilleros con un masivo y organizado desfile por la 44 y que es la mayor fuente de financiación de la Fundación Pan y Panela que mantiene alimenticia y psicológicamente a más de 200 niños en condición de vulnerabilidad no se pudo realizar este año a pesar de todos los esfuerzos de sus organizadores porque “no podríamos controlar que todos los asistentes a la 44 estuvieran vacunados y mantuvieran el distanciamiento social. “Estábamos dispuestos a controlar el aforo y las medidas de bioseguridad en los palcos y con los participantes y logísticos, pero no a todos los habitantes del sector y sus visitantes”, dijo una de las organizadoras.

Así las cosas, la Guacherna de Carnaval se convertirá en el primer piloto de desfiles y habrá que ver cómo se comportan autoridades y carnavaleros.

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