La plataforma de streaming lo anunció en sus redes sociales. El video muestra espacios de la población del Caribe colombiano.
En un giro inesperado, el municipio de Calamar, ubicado en el departamento de Bolívar, ha captado la atención del mundo tras convertirse en escenario del video promocional de la tercera temporada de El juego del calamar, una de las series más exitosas de la plataforma Netflix.
El anuncio, hecho público este jueves 20 de junio a través de las redes sociales oficiales del gigante del streaming, ha desatado una ola de reacciones, especialmente en Colombia, donde la noticia fue recibida con entusiasmo y orgullo.
“Los juegos están por terminar. Así que no podía quedarme sin hacerles una clausura como debe ser, y qué mejor lugar que Calamar, Bolívar para despedir la temporada final de El juego del calamar”, señala el video difundido por Netflix, en el que, aunque no se presentan escenas oficiales de la nueva entrega, sí se destacan elementos visuales y simbólicos inspirados en el universo de la serie, combinados con los paisajes, sonidos y colores del Caribe colombiano.
UNA CLAUSURA CON SABOR LOCAL
El clip, de poco más de un minuto, es una puesta en escena creativa que fusiona la estética inquietante de la serie coreana con el encanto cálido de Calamar.
Las calles del municipio, con sus tiendas multicolores, sus tradicionales papayeras, el río que lo atraviesa y su arquitectura modesta pero llena de vida, se convierten en protagonistas. En lugar de la habitual atmósfera oscura de El juego del calamar, esta versión tropical tiene un aire festivo, casi carnavalesco, pero con guiños claros a la trama original: uniformes rojos, máscaras icónicas y pruebas simbólicas se entremezclan con la cultura local.
Detrás de esta producción hay rostros conocidos del entretenimiento colombiano. Uno de ellos es Alberto Del Castillo, creador de contenido conocido como ‘El Gatales’, quien aparece en el video interpretando una versión costeña de uno de los vigilantes del juego.
Lo acompaña el actor Pedro Palacio, recordado por sus papeles en televisión nacional, quien aporta su carisma al montaje. La dupla, junto con un equipo técnico y creativo de alto nivel, ayudó a darle vida a esta versión colombiana del fenómeno surcoreano.
IMPACTO SOCIAL Y ECONÓMICO PARA CALAMAR
Más allá del impacto mediático, la producción dejó huella en la comunidad. Un total de 200 personas del municipio fueron contratadas por Netflix para participar en distintas áreas del rodaje promocional, desde figuración y logística hasta apoyo técnico.
Esta participación masiva no solo representó una fuente temporal de ingresos, sino que también generó un sentimiento de pertenencia y orgullo en los calamarenses, quienes ahora ven su pueblo en el mapa global del entretenimiento.
“Bolívar está muy, pero muy de moda. Netflix grabó promoción de tercera temporada de Juegos del calamar en un municipio de los nuestros: Calamar, Bolívar”, celebró el gobernador del departamento, Yamil Arana Padauí, en su cuenta de X.
UNA ESTRATEGIA CON SENTIDO
La elección de Calamar no fue aleatoria. El nombre del municipio resuena inevitablemente con el título de la serie (Squid Game, en inglés, El juego del calamar, en español), lo que hace de esta coincidencia un punto de partida ideal para una estrategia publicitaria con altas dosis de creatividad.
Más allá del juego de palabras, la producción supo aprovechar el espíritu comunitario del pueblo, sus paisajes exuberantes y su cultura vibrante para darle un giro inesperado a la narrativa de una serie que, en su esencia, retrata realidades duras pero universales.
Con este tipo de campañas, Netflix no solo promociona sus contenidos, sino que también apuesta por la descentralización del entretenimiento global, poniendo los ojos y las cámaras en territorios que tradicionalmente han estado al margen de este tipo de producciones. En este caso, Calamar pasa de ser un rincón desconocido para el público internacional a un símbolo de ingenio, identidad y potencial audiovisual.
UN ANTES Y UN DESPUÉS
El fenómeno causado por el video promocional no se limita a las redes sociales. Ya se empiezan a ver los efectos en la economía local: aumento del interés turístico, mayor visibilidad en medios y un nuevo sentido de autoestima entre los habitantes.
Algunos residentes incluso han señalado que esperan que esta exposición traiga consigo nuevas oportunidades para mostrar el talento y los paisajes del municipio.
Mientras el mundo espera con expectativa el estreno de la tercera temporada de El juego del calamar, el pueblo de Calamar, Bolívar, ya ganó su propio juego: el de la visibilidad, el del orgullo local, el de saberse capaces de ser protagonistas de una historia global. Y lo han hecho sin alterar su esencia, desde la autenticidad de su tierra, su gente y su cultura.
