Los consejos de la tía / 29 de abril de 2023

Cinco cosas que sobran en tu casa… ¡y tú lo sabes!

Miredvista.co

Llaves y baterías inservibles, cachivaches de cocina, facturas y papeles viejos, colecciones de miniaturas, CDs y fotos amarillentas y cables enmarañados, entre otras cosas, ocupan un espacio que bien podrías usar de mejor manera.

Sí, reconócelo, en muchos lugares de tu hogar tienes un montón de objetos, prendas y utensilios amontonados e inservibles, o que, si bien aún funcionan tú no los usas porque en verdad te sobran. Tarros plásticos, ropa y calzado, clavos y tornillos, cajas, libros, limpiones, portarretratos y un montón de otras cosas que ya es hora empieces a clasificar para que le des un mejor destino, o sencillamente para que los botes. Toma nota de este listado que, muy probablemente, se queda corto ante los ‘tesoritos’ que conservas en algún rincón de tu casa.

1. Utensilios y trastos de cocina
Por muy amante de la cocina que seas, por mucho que consideres como el mejor plan de tu vida reunir a tu familia y amigos para atenderles a manteles, ¿realmente necesitamos tantos utensilios repetidos, tantas ollas o sartenes nuevos y viejos? ¿Tantos contenedores y tarros plásticos? Reconoce que muchas cosas te sobran, no importa que estén en buen estado, y que a muchas otras ya es hora de darles de baja. Ragala, dona, bota; quédate con lo que esté en mejor estado, con lo que te sirva, con lo que necesites y verás que tu cocina será mucho más acogedora e igual de funcional que siempre.

2. Papeles, recibos, facturas
Siempre hay una gaveta, bien sea en el bifé, en la mesita del teléfono o en esa consola que tenemos en algún lugar del hall, junto a las escaleras o en una esquina del comedor que está que se cae por el montón de papeles, recibos y facturas que solemos amontonar sin ningún sentido. Conserva las facturas que realmente necesiten para hacer algún reclamo, o hacer valer una garantía, por ejemplo, pero del resto no tiene sentido acumular facturas de servicio que en muchos caso, si se necesita se pueden descargar de una página web, por ejemplo. Pero del resto, ¿qué sentido tiene conservar aún, por citar ejemplos, flyers publicitarios, tarjetas de presentación (que no necesitas) o las hojas en las que tu hijo pequeños raya con sus crayolas?

3. Colecciones inútiles
Las consolas y estantes tienen un poder de atracción indestructible para piezas de pequeño tamaño que entorpecen la vista y la búsqueda de libros (por no hablar de lo que complican la tarea de limpiar el polvo). Revisa espacio por espacio y no tengas compasión. Si por pura nostalgia o romanticismo quieres acumular todos esos CDs de tu adolescencia, los souvenirs de tus viajes, los portarretratos viejos de la familia, las artesanías y/o antigüedades que has reunido por años, pues vale, hazlo, pero no los tengas regados por todos lados: destínales un lugar que sea tan especial como tus recuerdos y sentimientos se lo merecen. De lo contrario, pueden estar ocupando un lugar valioso y afeando tu hogar.

4. Pilas y llaves
Las pilas cada vez son menos habituales, sin embargo, sueles conservar en alguna gavetas un montón de baterías vencidas, que entre otras cosas son contaminantes. Localiza tú el punto limpio para pilas, casi todos los supermercados lo tienen, y deja de guardarlas. Lo mismo con las llaves viejas, reúnelas y entrégalas por separado a la empresa encargada de la recolección de basuras. Pero deshazte de estos inservibles y deja de postergar para «más adelante» la decisión de qué haces con ellas. Ese «más adelante» tiene que ser ya.

5. Cables
No hay mayor dolor visual que los cables enmarañados. Quita todos los cables y conexiones que no uses y organiza los que sí. Con esto despejarás tu hogar, mejorarás su aspecto y, de paso, es probable que elimines, por ejemplo, el riesgo de un accidente eléctrico en casa.

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