Personaje / 22 de junio de 2024

Cuando Rafael Campo Miranda voló como las garzas en su nube viajera

El músico, compositor y pedagogo Rafael Campo Miranda.

Zoraida Noriega

Margarita, una de sus hijas, cuenta las historias románticas de algunas de las composiciones más exitosas del maestro soledeño que hoy son joyas de la antología colombiana.

El insigne compositor Rafael Campo Miranda, fallecido hace 8 días y próximo a cumplir 106 años,  representó con su amplio cancionero poético un valioso aporte al patrimonio cultural de Colombia.

La autoría de la mayoría de sus temas fueron  tributo al rico folclor musical de nuestra región Caribe a través de su fiel compañera, la guitarra, instrumento por excelencia en la familia Campo Vives que aprendieron Rafael, Margarita y Martha de las manos de su talentoso papá y con el que luego emprendieron sus carreras.

Frente a algunas de las fotografías e incontables distinciones que recibió a lo largo de su brillante carrera musical.

Dejó como legado 250 canciones, según contó Margarita, y dejó varios libros entre ellos ‘Crónicas didácticas sobre el folclor musical de Colombia, con prólogo de Alfredo De la Espriella (1999).

En agosto de 2018 fue descubierta un busto en la Plaza central del Museo Bolivariano de Soledad (Atlántico).

Para Campo Miranda, quien en sus años mozos tuvo fama de seductor, sus musas fueron las mujeres. Ejemplo de ello es el tema ‘La cometa’, que grabó el venezolano Nelson Henríquez, yel cual fue inspirado en una mujer.

Yo tengo una cometa que tiene/ todos los colores/ es bonita y coqueta y el sol le dio sus fulgores/ cuando la remonto en el crepúsculo se pierde…/se me vuelve muda y si la corro me rezumba/ Repite esta cometa la historia de viejos amores/ unos me dieron dicha y dulzura y otros amarguras…

“Mi papá fue enamoradizo, pero ya casado, siempre respetó a mi mamá María Del Socorro, fue organizado, responsable, muy en su lugar, jamás llegó de noche a la casa, y mucho menos borracho, le gustaba leer mucho” recordó Margarita, quien es licenciada en Pedagogía Musical y tiene su academia donde enseña música y artes.

El viejo muelle de Puerto Colombia, en la época gloriosa cuando llegaban los barcos y toda clase de inmigrantes provenientes de Europa, Asia y de otras partes de América, sirvió de inspiración para componer el porro ‘Lamento Náufrago’. Es otra historia de idilio pasional. Fue allí, en medio del sonido de las olas, donde conoció a una atractiva joven, alta, esbelta y de mirada fija apasionante (tal como la describió el mismo maestro) con quien tuvo un furtivo romance que lo conquistó y le dedicó esa canción.

Con Rafael y Margarita, dos de sus hijos que también heredaron el talento musical.

Sobre la arena mojada/ y bajo el viejo muelle/ la besé con honda pasión/ que aquel amor perdido, perdido en la playa/perdido en la bruma del mar….

 “Volaron las garzas que se anidaron en mi palmar/ parecían pañuelos que en la distancia decían adiós…’ así dice la primera parte de este tema que grabaron las dos hijas del maestro cuando conformaron el dúo ‘Las Eme’ que durante 8 años alcanzaron a grabar 5 discos.

Cuenta Margarita que como su papá fue estricto con ella y su hermana Martha desde que salieron a la escena musical como ‘Las Eme’, las acompañaba siempre hasta el aeropuerto cada vez que viajaban a Bogotá a cumplir con sus compromisos tanto artísticos, como en los estudios de grabación y televisión. “Las garzas éramos nosotras dos cuando le decíamos adiós, para despedirnos”.

‘Nube viajera’, otro de los éxitos internacionales de Campo Miranda, lo escribió en 1940, y según la historia, la mantuvo inédita durante casi 3 décadas. Originalmente la grabó Gil Echeverría, hermano de Adolfo Echeverría con la  orquesta de Pacho Galán, y después la internacionalizó el venezolano Nelson Henríquez. De ahí en adelante tuvo varias versiones, hasta Los Diablitos la llevaron a los estudios en ritmo vallenato.

Nube viajera que te vas llorando/ bañando con llovizna la pradera/ así tendré que irme algún día /derramando entre la hierba/ lágrimas del alma mía/…

Listo para la boda de su nieto Daniel.
La guitarra fue su fiel compañera en la música.

 ‘Nube viajera’ surgió  siendo Campo Miranda profesor cuando conoció a “una dama mexicana. Entre ella y yo se inició una interesante amistad. Nubia Isabel era hermosa, culta, sencilla y amable. Como por magia de encanto nació un gran afecto con visos de amorío que muy pronto rayó en un tierno amor…me dijo que nos fuéramos para México, yo le di mi negativa por el momento…Ella no esperó y prefirió irse sola sin mi amor ferviente que tanto le prodigué en nuestras citas íntimas…”

Con razón dice Margarita que “las canciones de mi papá son joyas de la antología colombiana, porque quedarán para siempre. Lastimosamente ese género musical, como es el porro, aún no ha sido reciclado, como pasó con los vallenatos de Rafael Escalona cuando los tomó Carlos Vives y los fusionó con otros ritmos, mucho más modernos”.

Rafael Campo Vives, hijo del patriarca, que es concertista, arreglista y pedagogo, produjo en un álbum piezas solo para guitarra de concierto en las que incluyó  ‘Nube viajera’, ‘Te busco en el tiempo’, ´Lamento náufrago’, ‘Playa, brisa y mar’, ‘Pájaro amarillo’, ‘El secreto de tus ojos’, todas de la autoría de su padre.

En 2011 le fue entregado el simbólico ‘Congo Grande’ en el marco del Carnaval de las Artes.
Las hermanas Margarita y Martha Campo Vives en la portada de uno de los 8 Lps que grabaron como ‘Las Emes’.

Pero ¿qué opinaba el maestro sobre los nuevos géneros musicales? “Que se había dañado esa parte poética en lo que respecta al nacimiento de las letras de las canciones, que eso era una profanación. Y hoy musicalmente las melodías son muy pobres, no se mueven de un acorde. No tienen ningún movimiento armónico».

El maestro Campo Miranda como gran defensor del gremio,  fue uno de los fundadores de la Sociedad de Autores y Compositores (Sayco). Por ello en 1983 le fue conferida la orden al mérito folclórico y lo designó ‘Compositor antológico de Colombia, y en 2018 le entregaron el máximo reconocimiento: la ‘Lira de oro’.

Colegas y admiradores, acompañaron a los familiares del ilustre compositor en tan concurrido funeral en Barranquilla en el que no dejaron de escucharse las melodías que lo hicieron grande interpretadas por músicos.

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