Entretenimiento / 13 de enero de 2024

Deportistas náuticos aprovechan la temporada de brisas para hacer de las suyas

Puerto Velero es el mejor lugar para el entrenamiento de deporters náuticos.

Miguel Utria

Puerto Velero y Salinas del Rey, en Atlántico, son los sitios preferidos para quienes practican actividades en el medio acuático y quieren vivir una experiencia única.

Las brisas de enero no solo son las “tumba techos”, como dijera Joe Arroyo en el éxito musical que lleva el mismo nombre y que hace referencia a la fuerza de los vientos alisios que por estos días hacen de las suyas en el esta parte del litoral Caribe.

Aunque las autoridades marítimas están en constante alerta para evitar accidentes entre bañistas, deportistas y pescadores, los amigos de los deportes náuticos están en sus mejores días por la ayuda que ejerce este fenómeno natural en la practican  de algunos de los deportes que se practican en el mar.

En el departamento del Atlántico hay dos sitios que por estos días son altamente visitados por amantes de los deportes náuticos, aprovechando las últimas semanas de vacaciones y la disponibilidad de instructores que se encuentran en la zona costera: Puerto Velero y Salinas del Rey, en el municipio de Tubará.

Carlos Tulio González, es un caleño quien vino al departamento del Atlántico atraído por la calidad de la brisa y las aguas del mar para la practicar de estos deportes que son su pasión y que practica desde que era un jovencito (hoy cuenta con 68 años de edad).

En sus comienzos como deportista náutico practicaba windsurf, en el departamento del Valle, y asegura que no tuvo formación académica en ese sentido sino de manera empírica, pues en ese entonces no existían escuelas de formación.

No recuerda la fecha exacta pero sabe que fue en la década de los 80 cuando decidió radicarse en Puerto Velero, después de estar 10 años en San Andrés, y aquí inicia su carrera como instructor de deportes náuticos, iniciando con el windsurf.

“Ese era el único deporte náutico que existía, luego en el año 2000 aparece el kitesurf y comenzamos a desarrollar un método para enseñarlo porque aún no había agencias certificadas para avalar ese entrenamiento. También comenzamos a enseñar kayak”, asegura.

En ese entonces la escuela de deportes náuticos de Carlos era la única que había en Caribe colombiano. Y cinco años más tarde Puerto Velero ya era conocido a nivel internacional como sitio para entrenamiento y práctica de estas disciplinas deportivas.

“Comenzamos a ser noticias en varias revistas internacionales sobre esta práctica en Colombia, pero la referencia era Puerto Velero que es ideal para la enseñanza, para entrenar, a diferencia de Salinas del Rey, donde es mejor para la práctica en sí debido al oleaje y la  limpieza de los vientos”, asegura Carlos.

Es enfático en afirmar que en Salinas del Rey no debiera haber escuelas de entrenamiento, sino conservarse exclusivamente para que quienes ya han recibido la instrucción lleguen a navegar sin contratiempo alguno, porque compartir los espacios con quienes están en proceso de aprendizaje, es exponerse a un accidente por la poca capacidad de estos últimos para dominar los equipos y el viento.

Lo de los vientos limpios, explica, es debido a que como en Puerto Velero se ha comenzado un desarrollo urbanístico, acompañado de vegetación, el viento se ha ido alterando.

Deportistas en plena competencia sobre el mar del Atlántico.

“Esto es un lugar paradisiaco para la práctica de los deportes de viento porque aquí tenemos brisas desde diciembre hasta mayo en un 90 por ciento de los días, y de mayo hasta finales de agosto tenemos el 70 por ciento de los días con vientos adecuados. Toca tener los equipos adecuados para navegar con la calidad del viento en determinada época”, argumenta Carlos.

Agrega que los vientos de cada mes son diferentes al de diciembre que es cuando inicia la temporada de los mismos, y aunque soplan en la misma dirección estos van cambiando de intensidad debido a las condiciones atmosféricas. “Los vientos que nosotros recibimos aquí provienen del África, no son locales”, apunta Carlos.

Indica que en 2009 se organizó un evento internacional, con el auspicio de la Gobernación de Atlántico, que contó con la presencia de un campeón mundial y nueve deportistas más de Venezuela, país caracterizado por contar con deportistas élite en windsurf y kitesurf que se practicaba mucho en Isla Margarita.

“Las escuelas de deportes náuticos en Colombia no hemos tenido el mismo apoyo internacional que ha tenido Venezuela, donde había al menos cinco firmas francesas que permitía contar con equipos y elementos sofisticados para la práctica de estos deportes”.

Pero adicional a ello Venezuela contaba con la facilidad de que aterrizaban vuelos directos desde Francia lo que permitió que muchos deportistas nativos se relacionaran con personal internacional y tener acceso a los equipos con los que ellos practicaban. Así Venezuela pudo tener una élite de deportistas náuticos de gran trascendencia a nivel mundial, que aún en la actualidad se destacan.

Foto Probarranquilla.

“Yo he insistido mucho en que se nos dé o ayude a conseguir ese apoyo internacional porque aquí tenemos mucho potencial, pero solo en este momento es que estas firmas están dándose cuenta de ese potencial por los vientos, las olas, las condiciones del agua, el clima y la calidad de persona que son los colombianos que tienen buenas referencia de parte de quienes han venido de otros lugares del mundo”.

Carlos dice que tantos años expuesto al sol, a largas jornadas de entrenamiento y desgaste físico le empieza a pasar factura, y ha decidido retirarse de los entrenamientos, pero sigue administrando su escuela, en compañía de su esposa, cuentan con 8 instructores que fueron sus alumnos y que se encargan de las clases a los nuevos aprendices. Actualmente hacen entrenamiento en Wing Foil, windsurf, kitesurf y kayak.

“Hemos tratado, de que todos los instructores sean de acá, y buscado la forma de involucrar a la comunidad local para que los niños aprendan, pero existe mucho temor de adentrarse a las aguas para ese aprendizaje. Sí han surgido deportistas locales buenos, pero no en la cantidad que uno quisiera”.

Asegura este deportista e instructor que aunque se quisiera avanzar más en la implementación de equipos y nuevos métodos de  enseñanza de estos deportes, se encuentran con inconvenientes como la tramitología que es muy desgastante.

“Pero además quisiéramos que la Capitanía de Puerto fuera más flexibles en cuanto a las condiciones que nos ponen para navegar porque tantas trabas y exigencias lo que hace es que trunca el desarrollo del deporte, y cada vez que llega una autoridad nueva traen nuevas condiciones y echa por el suelo lo ya logrado”, afirma.

Por eso pidió mayor apoyo de las entidades gubernamentales para evitar complicaciones en los procesos y avanzar más en la consecución de los sueños de muchos jóvenes.

“Esperemos que el mundo vea la capacidad y riqueza que tenemos aquí en esta materia, porque hay sitios en el mundo donde la gente reza para que haya vientos. Y hay quienes tienen recorrer kilómetros y kilómetros tardando horas enteras para llegar al sitio donde hacer estas prácticas. Aquí en Barranquilla sales y en media hora estás frente al mar. Esto es un lugar privilegiado”, anota.

Carlos asegura que para iniciarse en la práctica de deportes de viento es importante y primordial saber nadar, se pueden iniciar niños desde los 9 años o antes, inclusive hay niños de cinco años que ya inician estas actividades y que tienen muchas habilidades.

“Pero en mi escuela los parámetros que aplicamos es que sea desde los 9 años, que tengan coordinación, conocimiento del viento y las condiciones del agua. Pero igual esto se lo enseñamos acá, pero sí es fundamental que ya sepa nadar. Acá uno inicia a la persona desde cero”, apunta.

Entre los deportes náuticos están los de tablas deslizantes sobre el agua como el surf que se divide en dos categorías: una de tabla larga y otra de tabla corta, en Puerto Colombia hay varias de estas escuelas que no hay en Puerto Velero porque sus aguas son más planas. Está el paddle, que es una tabla grande con un remo, el paddle-surf y el kayak que es una embarcación remada por una o dos personas.

También están los deportes de viento como el windsurf, que es una tabla con una vela en la que la persona se desplaza impulsada por las brisas, el kitesurf y el windsurf.

“Para la práctica de estos deportes se necesita una buena condición física, unos son más fáciles que otros, unos requieren que ya hayamos iniciado en otros deportes náuticos, y todos requieren mucha dedicación. Generan mucha adrenalina, que enamoran y generan cambios en las vidas, unen familias porque lo pueden practicar todos en la casa. Y sobre todo alejan a las personas de los vicios como el alcohol y las drogas porque requieren de mucha concentración y disposición”.

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