En la actualidad, el segunda base colombiano solamente es superado por Charlie Blackmon, de Rockies de Colorado, que tiene un promedio de .417 (43 hits en 103 turnos)
El beisbolista barranquillero Dónovan Solano está viviendo uno de los mejores momentos de su carrera con los Giants de San Francisco, equipo al que llegó en 2019. Su trabajo diario al igual que su entregada en cada juego le dio la oportunidad de estar en el plato y demostrar porque llegó a las Grandes Ligas de los Estados Unidos.
El 17 de diciembre de 1987 nació en la ciudad de Barranquilla y su sueño desde niño era llegar a lo más alto de este deporte y por eso todos los días iba a entrenar al estadio Tomás Arieta, ahora Edgar Rentería.
“Siempre soñé representar a mi país jugando al béisbol, nada fue fácil y todavía falta mucho por mostrar”, expresó brevemente el pelotero tras sus inicios en este deporte.
Su primer sueño para llegar a la gran carpa fue el 14 de enero de 2005, donde firmó como agente libre internacional con los Cardenales de San Luis a sus 17 años de edad.
En este equipo disputó siete temporadas en la organización de los Cardenales como infielder suplente en las ligas menores entre 2005 y 2011 acumulando un total de 699 juegos, 288 carreras, 627 hits y 10 jonrones.
“Jugar en los Cardenales me dio mucha experiencia porque estaba en una etapa de crecimiento, siempre voy a estar agradecido en el equipo que me abrió las puertas. Ojalá con el tiempo cuando ya no esté practicando este deporte tenga la oportunidad de ayudar a jóvenes que soñaron lo mismo que yo”, comentó.
El 2 de noviembre de 2011 luego de ser concedido como agente libre firmó con los Marlins de Miami el 22 de noviembre por el puesto de infielder de reserva en el spring training, pero el puesto le fue concedido a Donnie Murphy y Solano fue asignado a los New Orleans Zephyrs de la Pacific Coast League acumulando 36 juegos, 14 carreras y 37 hits.
Su primer partido en la Ligas Mayores fue el 21 de mayo de 2012, convirtiéndose en el decimosegundo jugador colombiano en alcanzar las Ligas Mayores y días después logró su primer hit de su carrera. En esta novena jugó 4 temporadas en grandes ligas con 361 juegos, 94 carreras, 269 hits, 8 jonrones, y un porcentaje de bateo de .257; en ligas menores jugó 4 temporadas con 106 juegos, 34 carreras, 112 hits, 8 jonrones y un porcentaje de bateo de .285 (AVG).
Su sueño de niño había llegado que sería jugar en los Yanquis de Nueva York. El pasado 18 de septiembre del 2015 Solano debutó con la camiseta de los Yankees, aunque su franquicia perdió 5-4 ante los Medias Rojas de Boston, terminó la noche con un hit y una carrera anotada. Con este encuentro se convirtió en el primer colombiano en jugar en este equipo, considerado el mejor club de la historia de este deporte.
En 2016 fue asignado al Scranton/Wilkes-Barre RailRiders de la International League (Triple-A) y actuó en Tigres del Licey en la Liga Dominicana de Béisbol Invernal, donde disputó 147 juegos con 71 carreras, 175 hits, 7 jonrones y AVG de .313.
Fue subido al equipo de las Ligas Mayores en septiembre de 2016 disputando 9 juegos, anotando 5 carreras, 5 hits, y 1 jonrón para un porcentaje de bateo de .227. El 10 de octubre fue concedido como agente libre, pero volvería a firmar el 7 de diciembre con los Yankees, siendo asignado en las Ligas Menores al Scranton/Wilkes-Barre RailRiders de la International League (Triple-A) quedando nuevamente el 6 de noviembre de 2017 como agente libre.
El 18 de enero de 2018 firma como agente libre con Los Angeles Dodgers disputando los entrenamientos primaverales.
“No fue mi mejor versión en este equipo. Mi nivel lo volví a encontrar cuando llegué a San Francisco y gracias a toda esa confianza me estoy desempeñando de esta forma”, comentó.
El 18 de diciembre de 2018 firma un contrato para jugar en el equipo de Sacramento River Cats perteneciente a las ligas menores y asociado a los Gigantes de San Francisco de las Ligas Mayores. En 2019 fue ascendido a la plantilla del equipo principal y en diciembre firmó un contrato por un año.
En la actualidad, Solano se mantiene como el tercer mejor promedio ofensivo de las Grandes Ligas: .375, con 33 imparables en 88 turnos. Tiene nueve dobletes, un cuadrangular, 15 carreras impulsadas y 14 anotadas.