Personaje / 27 de julio de 2024

“El cáncer de mama me lo sanó san Gregorio”

Carla Celia y Joaquín Botero frente a algunas de sus obras en la galería de arte del restaurante Nona Rosa. (Foto cortesía)

Zoraida Noriega

Carla Celia, arquitecta y pintora barranquillera que dirigió el Carnaval durante 12 años, da testimonio del milagro atribuido a la intercesión del médico y santo venezolano, de quien siempre ha sido devota. Hoy, con fe y buena actitud, ha retomado sus actividades tanto artísticas en su estudio, como gastronómicas en su restaurante Nona Rosa.

Estando al frente de la organización del Carnaval de Barranquilla, en la que permaneció 12 años, hace seis a Carla Celia le diagnosticaron cáncer de mama. Fue una noticia terrible para ella, sin embargo, con la valentía, buena actitud y fortaleza que la han caracterizado, supo afrontar esa batalla casi en silencio.

Al lado de la imagen de San José, en una de sus visitas a la iglesia.

Su inquebrantable fe en Dios y de san José Gregorio Hernández la han mantenido firme, según dice. “He tenido muchas manifestaciones del santo.  El primer cáncer que tuve de mama, él me operó. Yo tenía dos lesiones en el seno y me las sacó.  Es un santo milagrosísimo”, anota con visible gratitud.

El de mama ya pasó, pero a raíz de los efectos de las quimioterapias a que tuvo someterse inicialmente, sufrió una inflamación pulmonar desde hace año y medio que ha venido mejorando gracias a terapias y ciertos cuidados.

“Ahí vamos, luchando, pero bien”, dice optimista. Y es que esa actitud de Carla es parte de su fortaleza,  además de la fe, medita hace 20 años, “es algo que la gente debería hacer. Aprendí con un profesor, pero hoy hay muchos tutoriales para seguir esta práctica. La meditación es beneficiosa en la parte emocional y salud en general. Uno pone la mente en blanco, es un momento de recogimiento y brinda paz interior”.

ACTITUD POSITIVA

A la pregunta ¿cómo ha afrontado esa situación apenas supo que el cáncer revivió? Dedicándome más a mí. A hacer lo que  tengo que hacer. Además de la meditación, tomar sol, ejercicios, cambios de alimentación”.

Reconoce que la vida le cambió totalmente. Se le cayó el cabello, pero ya le está saliendo. Y su pareja, el también escultor y pintor antioqueño Joaquín Botero, que para ella ha sido su pilar, su columna vertebral,  también decidió raparse en solidaridad.

Acuarela de la serie ‘Jardines’.
Otra de las obras de Carla Celia.

Sobre la aparición intempestiva de la enfermedad explica: “estos son hechos que uno no se pregunta el por qué, sino para qué. Para qué me sirve esto, si es para mejorar. Uno se cuestiona  qué quiere Dios de mí. Permanente uno se plantea: bueno tengo que dedicarme más a cuidarme. Uno a veces se mete tan de lleno en ciertos trabajos (en su caso como directora del Carnaval) que se olvida de uno mismo, porque se entrega mucho”.

La artista plástica antes de iniciar su proceso curativo.

Por eso, el mensaje que le da a quienes han pasado por este proceso recalca:  “Es un caso para replantearse la vida, tener muchísima fe y actitud positiva

PROYECTOS EN EL ARTE

Después de renunciar al cargo del Carnaval, ¿cómo ha visto los toros desde la barrera?

-Desde entonces, no he estado en ninguno de los eventos que se realizaron desde que renuncié. Solo este año asistí a la noche de coronación de la reina. Y como ya estaba en ese proceso, no podía estar entre tantos tumultos de gente.

“Después de haber permanecido tres meses prácticamente apartada mientras me recuperaba, porque me dediqué más que todo a mejorar y cuidar mi salud, ya he retomado todas mis actividades”. Sobre todo el arte, no de manera tan completa como antes, pero más suave. Ya he empezado a trabajar en el estudio que monté en mi casa”.

Comentó que Joaquín y ella siguen también con la galería en Nona Rosa, restaurante del que Carla sigue pendiente, y en el que hay esculturas y pinturas de ambos.

“Es que cuando uno pasa por una situación de estas, es mejor tener la mente ocupada, o si no, se puede uno deprimir. Ya voy saliendo de una”, apunta con una sonrisa.

La serie ‘Deidades/Leyendas’  (inspirada en las mujeres protagonistas de historias que como musas encantaron a juglares vallenatos) la seguirá trabajando  esta pareja;  Carla continua pintando bodegones y Joaquín haciendo esculturas y también utilizando su pincel en sus obras.

Por estos días están inmersos en la investigación de  historias y leyendas de Caltagirone, pueblo italiano Patrimonio de la Humanidad que es considerado la cuna de la cerámica y el barroco siciliano. Lo utilizarán como tema de inspiración para emprender una exposición. El proyecto lo planean para fin de año.

“Es más o menos el trabajo que hicimos en Valledupar sobre las deidades. Fuimos hasta allá visitando los lugares e hicimos entrevistas. La idea es ir a ese pueblo de Italia para ver todo”, concluyó Carla Celia.

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