Nuestra Gente / 6 de febrero de 2021

El venezolano que se enamoró de Barranquilla

«De Barranquilla me encanta el calor de la gente», dice Ángel José Jiménez.

Miredvista.co

El quiropedista Ángel Jiménez Escalante cumplirá dos años de trabajar en nuestra ciudad. Le encanta pasear por el Gran Malecón, bailar salsa y comer salchipapa.

Ángel Jiménez Escalante en su trabajo en el centro de quiropedia en el norte de Barranquilla.

Ángel José Jiménez Escalante recuerda perfectamente el día y la hora en que arribó a Barranquilla: siete de la noche del 29 de agosto del 2019.

Desde entonces, este quiropedista venezolano nacido en Guatire, Estado Miranda,  confiesa que ha tenido las mejores experiencias en lo profesional y en lo personal porque asegura que los barranquilleros son alegres y muy amables.

Por eso reconoce que cuando un amigo le propuso venirse a la capital de Atlántico para mejorar su nivel de vida dada la crisis de su país, no lo pensó dos veces.

“Fue mi primera opción y no me arrepiento”, dice en tono pausado.

Ángel está vinculado a la firma “A tus pies” a través de la cual ha conocido a muchas personas vinculadas al deporte, la música y el periodismo, entre otros sectores, porque asegura que “mi mejor carta de presentación es mi trabajo”.

Ahora está al tanto de cómo va el Junior porque entre sus clientes tiene a varios jugadores del onceno tiburón.

Asegura que decidió salir de su país porque no tenía muchas oportunidades laborales que sí encontró en Barranquilla, ciudad que lo tiene enamorado.

«El barranquillero es amable, alegre, cordial, muy parecido al venezolano»

Ángel José Jiménez

En sus ratos libres le encanta pasear por el Gran Malecón porque lo relaja, degustar una salchipapa (dice que son las mejores que ha probado) y escuchar y bailar salsa.

De sus primeros días en la ciudad recuerda que sentía cierto temor por todos los rumores que le llegaban a su país de actos de xenofobia contra sus compatriotas.

“En mi caso ha sido todo lo contrario porque acá he tenido mucha acogida y me he  contagiado de las costumbres y la alegría del barranquillero que es amable. Nunca he tenido una experiencia negativa”, dice son enorme sonrisa.

A largo plazo le gustaría tener su propio emprendimiento de quiropedia, que es el tratamiento podológico que consiste en eliminar callosidades y alteraciones en las uñas de los pies, para prevenir posibles molestias provocadas por el uso de un calzado inadecuado).

“Me gustaría que fuera en Barranquilla porque aquí me han dado todo y estoy supremamente agradecido con todos”, anota.

Este venezolano que tiene una hija de seis años (Ayleen),, bajo el cuidado de Ana Escalante (su abuela paterna), sueña además con volver a ver a estas dos mujeres que son el centro de su vida.

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