Reducir el consumo de sal, comer más frutas y verduras, hacer ejercicio regularmente, evitar el tabaco y el alcohol en exceso.
En Colombia, como en gran parte del mundo, la hipertensión arterial se ha convertido en uno de los principales factores de riesgo para enfermedades cardiovasculares, que representan la primera causa de muerte en el país.
De acuerdo con el Ministerio de Salud, se estima que más del 30 % de los adultos colombianos presentan niveles elevados de presión arterial, y muchos lo desconocen. Esta patología, conocida como la “asesina silenciosa”, puede avanzar sin mostrar síntomas evidentes durante años, mientras va dañando órganos vitales como el corazón, los riñones y el cerebro.
La presión arterial es la fuerza que ejerce la sangre al circular por las arterias. Cuando esa presión se mantiene constantemente elevada lo que médicamente se denomina hipertensión el corazón debe bombear con mayor esfuerzo, lo que puede derivar en afecciones como insuficiencia cardíaca, infartos de miocardio, accidentes cerebrovasculares, deterioro de la función renal o incluso pérdida de visión.
Frente a este panorama preocupante, los especialistas coinciden en que es crucial mantener controles médicos regulares y adoptar estilos de vida saludables. Aunque el tratamiento farmacológico prescrito por el profesional de la salud es fundamental, existe un aliado poderoso y al alcance de todos: la alimentación.
ALIMENTACIÓN PREVENTIVA: LO QUE DICEN LOS EXPERTOS
En los últimos años, la comunidad médica ha puesto un énfasis creciente en el rol de la nutrición para el control de la hipertensión.
El gastroenterólogo estadounidense Saurabh Sethi, formado en las universidades de Harvard y Stanford, ha difundido a través de redes sociales una serie de alimentos que, por su composición, pueden contribuir significativamente a reducir la presión arterial. Su mensaje ha alcanzado millones de personas, pero también invita a reflexionar sobre los hábitos alimentarios de nuestra región.
Colombia, con su diversidad agrícola y riqueza en frutas y hortalizas, tiene una ventaja competitiva para integrar estos alimentos al menú cotidiano, siempre que exista una voluntad colectiva por priorizar la salud.
FRUTAS, RAÍCES Y CACAO: LOS ALIADOS QUE CRECEN EN NUESTRA TIERRA
Entre los alimentos recomendados, el plátano ocupa un lugar privilegiado. Esta fruta, abundante en el Caribe colombiano y eje cafetero, es rica en potasio, un mineral esencial que ayuda a regular la presión arterial al favorecer la eliminación del sodio por parte de los riñones. Reducir el sodio principal componente de la sal es uno de los primeros pasos para controlar la hipertensión.
Las granadas, aunque no tan comunes en todos los rincones del país, se encuentran fácilmente en mercados especializados y ferias agroecológicas. Son fuente natural de antioxidantes, especialmente polifenoles, que disminuyen los niveles de la enzima convertidora de angiotensina (ECA), un regulador clave de la presión arterial.
El chocolate negro, si se consume con moderación y en su versión más pura (mínimo 70 % de cacao), también ha mostrado beneficios. Rico en flavonoles y magnesio, este tipo de chocolate puede estimular la producción de óxido nítrico, una molécula que relaja los vasos sanguíneos y mejora el flujo sanguíneo.
Colombia, siendo uno de los países con mayor producción de cacao fino de aroma, tiene el potencial no solo de consumir sino de exportar salud a través de este alimento.
La remolacha, cultivada en regiones como Boyacá, Nariño y Cundinamarca, aporta nitratos naturales que el cuerpo convierte en óxido nítrico. Este compuesto mejora la circulación y puede reducir significativamente la presión arterial. Lo ideal es consumirla fresca, ya sea en jugos naturales, ensaladas o incluso al horno.
Por su parte, el jengibre, que ha ganado popularidad en la gastronomía colombiana por sus usos medicinales y culinarios, actúa como un bloqueador natural de los canales de calcio, lo que relaja los vasos sanguíneos y contribuye a una mejor regulación de la presión.
MÁS ALLÁ DE LA COMIDA: UN CAMBIO CULTURAL
Si bien la lista de alimentos recomendados puede parecer sencilla, implica un cambio de hábitos profundos. La cocina tradicional colombiana, si bien es diversa y deliciosa, presenta desafíos. Las frituras, el exceso de sal, el bajo consumo de vegetales frescos y la dependencia de alimentos procesados pueden contrarrestar cualquier esfuerzo nutricional.
Por eso, expertos del Instituto Nacional de Salud y la Asociación Colombiana de Cardiología recomiendan reducir el consumo de productos ultraprocesados, evitar el tabaco y el alcohol en exceso, realizar actividad física frecuente, mantener un peso adecuado y buscar espacios de relajación para disminuir el estrés.
También es clave promover campañas educativas en colegios, empresas y barrios, que acerquen a la población a una relación más consciente con los alimentos. Invertir en nutrición es invertir en prevención, y esa prevención puede evitar gastos millonarios en tratamientos, hospitalizaciones y pérdidas humanas.