Dolce vita / 3 de junio de 2023

“La obesidad no siempre está relacionada con enfermedades tiroideas”

La glándula tiroidea, mide alrededor de 5 centímetros (cm) de diámetro y está situada bajo la piel del cuello, por debajo de la nuez de Adán. Por lo general, no se puede ver ni apenas percibir. Si aumenta de tamaño, se palpa con facilidad como un bulto prominente (bocio).

Rosario Borrero

Todas las personas tenemos tiroides, por lo tanto, «no es una enfermedad» como algunos dicen. Es una glándula localizada debajo de la laringe que produce la hormona tiroidea y calcitonina, así lo explica el endocrinólogo Joaquín Armenta.

“Como en cualquier territorio del organismo, en la tiroides se pueden desarrollar diferentes tipos de enfermedades, con características particulares y tratamientos que difieren unos de otros. Por eso, lo primero es establecer un diagnóstico del precisión del tipo de enfermedad tiroidea que se padece, y no decir ‘tengo tiroides”.

“También es importante mencionar, que es falso que las enfermedades tiroideas, específicamente el hipotiroidismo, sean las responsables del sobrepeso y obesidad en las personas”, destacó el profesional.

La también llamada glándula tiroidea segrega las hormonas tiroideas, que regulan la velocidad a la que tienen lugar los procesos químicos del organismo (índice metabólico).

Las afecciones de la tiroides hacen que produzca demasiada o muy poca cantidad de la hormona. Dependiendo de la cantidad de hormonas que produzca la tiroides, ya sea mucha o poca, la persona puede sentirse activa o cansada o puede subir o bajar de peso. Las mujeres son más propensas a desarrollar enfermedades de la tiroides en comparación con los hombres, especialmente después de un embarazo o luego de la menopausia, indica un informe.

Joaquín Armenta, endocrinólogo.

Entre los síntomas más comunes son cansancio, intolerancia al frío, apatía e indiferencia, depresión, disminución de memoria y de la capacidad de concentración mental, piel seca, cabello seco y quebradizo, fragilidad de uñas, palidez de piel, estreñimiento pertinaz y somnolencia excesiva.

El hipotiroidismo es el cuadro clínico que se deriva de una reducida actividad de la glándula tiroides. Cuando las hormonas tiroideas disminuyen, como ocurre en el hipotiroidismo, la secreción de TSH aumenta en un intento de conseguir que el tiroides trabaje al máximo para recuperar el nivel normal de hormonas tiroideas, situación que no se consigue cuando el hipotiroidismo se encuentra ya establecido.

En cuanto al Hipertiroidismo es cuando la tiroides produce demasiada hormona en la sangre y, en consecuencia, el cuerpo trabaja más rápido. Los principales síntomas de esta patología son: nerviosismo, temblor de manos, debilidad, pérdida de peso, palpitaciones, ansiedad, sudoración excesiva, diarrea, entre otros.

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