Profesionales de la salud dicen que es urgente que se empiece a hablarde salud mental con los jóvenes en los hogares, colegios y universidades.

La salud mental ha retomado relevancia en las últimas semanas en todos los ámbitos de nuestra sociedad, especialmente en el medio universitario de nuestro departamento que encendió las alarmas entre rectores, docentes, directivos, sector salud y gobernación.

Y es que el tema ha cobrado mayor importancia según los expertos, desde la pandemia por covid 19, hace ya más de tres años, cuando se comenzó a hablar de las consecuencias de este fenómeno a futuro.

La Gobernación del Atlántico convocó recientemente a un encuentro en el que participaron rectores y representantes de universidades, empresas prestadoras de los servicios de salud, psicólogos, docentes, diputados y medios de comunicación preocupados por el terma que agobia de manera especial a nuestros jóvenes.

Durante ese encuentro, la psiquiatra Wadeth Chams hizo referencia a que una encuesta nacional reveló que el 66,3 de los colombianos enfrentó un problema de salud mental. Una cifra que, de paso sea dicho, está desactualizada, porque la encuesta data del año 2015, y desde entonces no se ha vuelto a realizar.

Sin embargo, la especialista afirmó que la cifra no es tan alarmante si se tiene en cuenta que no todas esas personas han sido diagnosticadas con trastornos de salud mental, y explica que en psiquiatría es muy amplio el campo de diagnóstico y de enfermedades que se maneja.

DELICADOS TRASTORNOS

“Los psiquiatras manejamos varios ejes para un diagnóstico como los trastornos mentales puros, entre los cuales hay los psicóticos que son enfermedades psiquiátricas puras como la esquizofrenia los y trastornos afectivos bipolares. Y están los trastornos neuróticos que están relacionados con afecciones como la ansiedad, estados depresivos y obsesivos, al igual que el control de impulsos y los trastornos mentales derivadas del uso, abuso y dependencia de sustancias psicoactivas, entre otros”, explicó Chams.

Pero además se manejan trastornos de personalidad entre los que se encuentran el narcisismo, el trastorno de la personalidad dependiente, la psicopatía, el trastorno histriónico, el trastorno obsesivo compulsivo y los retrasos mentales. Así mismo hay derivadas de enfermedades orgánicas como las neurológicas, cardiovasculares, hipertensión y diabetes, etc.

La psiquiatría también estudia y diagnostica todo lo relacionado con afectaciones que derivan de disfunciones familiares, de pareja y sociales. Y la escala que mide el funcionamiento global del individuo, es decir la capacidad del individuo de sostener por sí mismo sus necesidades básicas primarias, cómo se desenvuelve en la sociedad, y en general si puede valerse por sí mismo.

A propósito de la encuesta a la que nos referíamos anteriormente, y otras que se realizaron posteriormente, las mismas evidencian que lo que más prevalece en cuanto a  trastornos mentales, entre los jóvenes, son la ansiedad, la depresión y las fobias sociales, cuya prevalencia se posiciona en el 19,7 por ciento.

Revela dicho estudio que solo 1 de cada 10 de estos pacientes recibió atención psiquiátrica, mientras que el 70 por ciento asegura que los médicos, enfermeras y el personal de salud que se encarga de sus atención, poco se preocupa por preguntar por la salud mental cuando estos acuden a consultas.

Esta poca atención constituye un factor de riesgo entre la población juvenil, así como también el tema de los abusos, como el sexual, psicológico y verbal a que son sometidos muchos adolescentes y adultos jóvenes. Y entra a jugar un papel importante como riesgo las disfunciones familiares. “El 50 por ciento de los trastornos mentales en los jóvenes tienen su origen en el hogar o casas donde estos viven”, apunta la doctora Chams.

LA SOBRECARGA ACADÉMICA

“Y hay un factor de riesgo muy importante que es la ansiedad en las universidades, y otro que no podemos dejar de lado son las redes sociales que impactan en la función mental de nuestros adolescentes, por el tema de la aceptación social”.

Argumenta Wadeth Chams que los padres y mayores muchas veces minimizamos estas situaciones y factores cuando realmente son una muestra clara de que hay un riesgo en la salud mental de nuestros niños, adolescentes y jóvenes.

“Nosotros subestimamos las situaciones, pero ellas sí son realmente un problema que pueden desencadenar trastornos o enfermedades mentales”, sostuvo.

Respecto a la ansiedad entre los jóvenes universitarios la doctora argumentó que en muchas ocasiones esos trastornos derivan de las exigencias por parte de la familia y la sociedad en general. Y un primer elemento tiene que ver con el hecho de enfrentarse a compañeros de niveles sociales o económicos diferentes a los suyos.

Pero también está la presión de tipo académico cuando a los muchachos se les exigen mantener un promedio en las calificaciones ya sea por aceptación, porque está becado, por mantener el cupo en la universidad o por la competencia propia entre compañeros o familiares también universitarios. Este tipo de situaciones también pueden desencadenar un trastorno de ansiedad entre los muchachos.

Al finalizar el encuentro convocado por la Gobernación, se concluyó realizar mesas de trabajo en el que tendrán asientos además de las entidades ya mencionadas, los jóvenes, a través de los consejos de juventudes, para comenzar a hacer énfasis en el tema de la prevención.

Pero además urge, según los profesionales de la salud, que comencemos a hablar del tema de salud mental con los jóvenes en los hogares, en colegios y las universidades, para que se borre de una vez por todas el tabú de tratar el tema así como acabar con el estigma que hay sobre los tratamientos psicológicos y psiquiátricos.

“No generar esa expectativa negativa de que cuando un hijo tiene un problema y debe visitar al psiquiatra es lo peor que le puede pasar o que por ello lo van a señalar”, dijo la psiquiatra al final del encuentro.

Se debe comenzar desde el hogar, y los padres de familia deben comenzar por tomar conciencia, y hacer que sus hijos la tomen, sobre la necesidad de acudir a estos profesionales como se acude a un médico cuando se tiene cualquier otra enfermedad.