Este barranquillero es el cerebro detrás del fenómeno del «Burger Master» en Colombia.
Locutor, actor, cantante, compositor, presentador, vendedor de autos, enólogo, cocinero, influencer y empresario. Este barranquillero habla de todo por lo que pasó antes de convertirse en lo que es hoy, un exitoso blogger y show man de la gastronomía.
De Tulio Zuloaga empezamos a oír hablar desde mediados de los 80, cuando irrumpió en la televisión colombiana en el espacio infantil Pequeño Gigantes, a los 13 años de edad. Desde entonces no ha parado hacer cosas en la radio, la televisión, el espectáculo, la industria automotriz y más recientemente en el mundo de la gastronomía y en las redes sociales.
“Yo soy un eterno emprendedor”, es lo primero que este barranquillero le cuenta a MiREDVista, que lo localizó en su casa de Medellín, donde reside hace 25 años. Amable, afectuoso, locuaz y entretenido, hace un rápido recuento de su vida y recuerda que en Barranquilla, donde viven sus tías y primos maternos, estuvo como hasta los 5 años, cuando se fue con su familia para Bogotá.
“Después de Pequeños Gigantes, entré a la radio, a la famosa Superestación 88.9. y participé en algunas telenovelas. En ese entonces yo decía que iba a ser cantante y de hecho hice varios papeles de rockero en Pasiones secretas y La ley de la calle, porque andaba mechudo, con arete y pinta rebelde”, recuerda.
Después vino la etapa de la música y entonces grabó baladas, pop y rock con las que no pasó mayor cosa, hasta que llegó el fenómeno Carlos Vives que revolucionó el panorama con su ‘rock del pueblo’ y le abrió las puertas a gente que venía innovando. Fue el caso de Tulio, que en ese momento hizo fusiones exitosas como la de La cachucha bacana, Compae Chemo y Las Tapas.
“Arranqué con fuerza en el 96 y decidí irme para Miami con mi esposa e invertir todo en la música, pero las cosas no se dieron y en el 98 me retiré. Había una crisis tremenda, el mercado de la música se paralizó, no me pude sostener y quebré, justo cuando estaba por nacer mi hijo mayor”, dice.
Al volver su obsesión era levantarse. Cuenta que revisaba todos los días los avisos clasificados buscando una oportunidad de trabajo, hasta que vio un aviso de una academia y se metió a estudiar mecánica automotriz, un tema que le es familiar pues su padre, Tulio Zuloaga Revollo, lleva más de 40 años al frente del gremio de las autopartes.
GRADUADO EN “FRACASOLOGÍA”
Hizo un crédito y montó su taller de mecánica en Medellín, y posteriormente un concesionario de la Fiat, con el cual le fue muy bien al principio, pero al no tener el músculo financiero que se requería, 10 años después todo se derrumbó y tuvo que cerrar su negocio. “Por eso digo que yo estoy graduado en fracasología”, apunta en tono irónico.
Sin plata en el bolsillo pero con muchas ideas y propuestas en mente, Zuloaga quiso regresar a la Tv. “Tenía que volver a empezar, no me podía dar por vencido. Llevaba unas propuestas que no calaban. Toqué cien puertas y nada, hasta que la 101 se me abrió en Teleantioquia. Me dijeron, lo que traes no me interesa, pero más bien hagamos un programa de gastronomía, pues en ese momento –hace 11 años– estaba de moda la cocina mediática, con chefs como Anthony Bourdain”.
Tulio admite que toda la vida le gustó mucho el tema gastronómico y el mundo de los vinos. Así surgió Gastrosofía, un programa de una hora que comenzó en Teleantioquia, pero que luego compró Caracol Internacional. “Ese programa cogió una fuerza impresionante”, al tiempo que revela que decidió entonces estudiar cocina en el Sena, lo que lo llevó a especializarse en gastronomía colombiana.
Allí Tulio Zuloaga volvió a despegar. Comenzaron los viajes por el país e internacionales, los recorridos por restaurantes a los que él va anónimamente y califica y sus columnas en El Colombiano y en revistas especializadas y una intensa actividad en redes sociales hasta crear una comunidad virtual.
“PASIÓN, ENTENDIMIENTO Y BONDAD”
Todas estas experiencias llevaron a Tulio Zuloaga al camino que hoy lo tiene en conversaciones con los prestigiosos canales Gourmet y Discovery Home and Health: se convirtió en el respetado influencer de cocina ‘Tulio recomienda’, lo cual le permitió sacar adelante el proyecto Fácil cocina para los que no cocinan, su canal de Youtube, en el que promueve platos fáciles.
El éxito hoy le sonríe, pero él asegura que no ha sido de gratis, pues se ha preparado “demasiado”. “Es que yo le pregunto a otros que emprenden: ¿tú quieres que te sigan o que te crean?” El año pasado el Canal Gourmet lo eligió como uno de los cinco bloggueros de cocina más influyentes de Latinoamérica y también el Argentina Wine Award lo designó como observador internacional de vino. “Esa fue como una graduación”, apunta.
Para Tulio, su fórmula de éxito al emprender consta de tres pilares: pasión, “porque hay que trabajar en lo que nos da felicidad para que ese trabajo sea negocio y hobby a la vez”; entendimiento, “porque no puede haber verdadera pasión sin conocimiento: hay que leer, estudiar e investigar” y bondad, “porque el fin máximo de la vida no es el dinero sino que todo lo que se hace debe ayudar a los demás”.
“El mejor negocio es pensar en lo que otro necesita, pues está claro que la gente compra lo que necesita”, explica. Por eso en 2017 se pegó de un concurso que había visto en otros lados y creó el “Burguer Master”, un concurso que hizo para ayudar al sector de los hamburgueseros, que ese momento estaban pasándola mal.
La meta era vender 11 mil hamburguesas en 11 días, pero fue tal el éxito que a las 5 de la tarde del primer día ya habían vendido esa cantidad. En 2019 el éxito fue de tal magnitud que en tres ciudades compraron más de 2 millones de hamburguesas, lo que representó ventas por $28 mil millones.
Por eso es que a este emprendedor eterno hoy muchos llaman “el señor de los Master” (también creó el Pizza Master y el Sushi Master) o “el Midas de las Hamburguesas”, según lo calificó alguna vez la Revista Semana. “Un emprendedor es alguien que encuentra camino donde los demás ven piedras, y eso es lo que he estado haciendo yo”, puntualiza