En la Nota / 22 de octubre de 2022

Los colores de Juancho De la Espriella

Patricia Escobar

El acordeonista sincelejano acaba de lanzar una producción discográfica llena de sonidos que, como el título de la misma, permite a quienes la escuchan identificarse con la letra… porque “pa los gustos los colores”.

Uno de los placeres más grandes para Juan Mario De la Espriella Salcedo es el proceso de creación de un disco que nace desde el momento en que se dedica a buscar los temas, a escucharlos, saborearlos, imaginarlos terminados, hasta cuando ya ven la luz, después de haber pasado por la preproducción, los estudios de grabación y haberles colocado su sello.

Juancho, como se le conoce en el mundo artístico, ha dedicado más de la mitad de su vida a estudiar el instrumento que lo ha convertido en uno de los grandes de nuestro folclor. Pero también se ha alimentado de vivencias, de amigos, de regiones en donde ha vivido, de festivales y, sobre todo, de mucha disciplina, entrega y dedicación.

Por todo ello no es extraño que una persona tan respetuosa de lo que se conoce como vallenato auténtico, ‘grueso’, pueda sacar con tanto profesionalismo un vallenato discotequero o moderno, y en todos ellos, dejar su impronta.

Por eso tampoco es extraño que una persona que tiene como color preferido el negro, se lance con una producción y un vestuario lleno de colores. “Me gusta el negro por lo clásico, por lo sobrio, por lo elegante. Pero a la hora de producir un trabajo discográfico soy respetuoso de todas las tendencias, me gustan muchas cosas. Puedo seleccionar y montar temas llenos de poesía como los de Roberto Calderon, Nacho Urbina o Jacinto Leonardi, o temas muy ligeros que le gustan a los bailadores, a los jóvenes, o temas con el sello inmortal de una auténtica guaracha”, enfatiza De la Espriella.

Su camino exitoso comenzó con el cantante Miguel Cabrera, con quién grabó tres Cds. Estuvo después con Peter Manjarrés, con el que grabó cuatro Cds, y se convirtieron en la pareja más exitosa de la nueva era del vallenato. Por ello, y por su talento, fue llamado por Diomedes Díaz para que lo acompañara en el trabajo Pidiendo Vía, con lo que demostró su talento y versatilidad. También hizo pareja musical con Silvestre Dangond, con quien conquistó grandes espacios, y con el Mono Zabaleta y Martín Elias.

SU PROPIO SUEÑO

A principios de 2019, Juan Mario De la Espriella sorprende al mundo musical con el lanzamiento de una propuesta fresca que él, en su interior, venía trabajando y madurando con anterioridad, y fue la presentación de la agrupación vallenata ‘Los de Juancho’, un formato en el que caben dos cantantes jóvenes con tantos y más sueños de los que él tenía cuando comenzó en la música, y en el que nuevamente, como fue en los inicios de este género musical, el acordeonista es protagonista.

‘Los de Juancho’ comenzaron presentándose en eventos, fiestas y parrandas, interpretando unos 25 temas que su líder había digitado con gran éxito para otros. Mientras tanto se dedicaba, simultáneamente, a hacer lo que más le gusta, como es producir un disco, en este caso su primer disco, con la misma ilusión que se busca al primer hijo. Este nació, pero a los pocos meses, el mundo se encerró por culpa de la pandemia, y todo el trabajo de promoción quedó en la gaveta. “Se perdió el trabajo, pero no los sueños, ni las ilusiones”, afirma el extraordinario acordeonista.

Y en ese periodo de eventos paralizados, Juan Mario comenzó a pensar en un nuevo trabajo discográfico, comenzó a buscar canciones de manera consecuente con su sentir, canciones que tuvieran poesía, pero también canciones para quienes gustan de otras temáticas. Y así nace Pa gusto los colores, después de 18 meses de gestación y de la mano del productor Carlos Huertas Jr.

La canción que le da título al álbum es del compositor Carlos Amarís; es una guaracha con el sonido de los 80, como las que impusieron Calixto Ochoa o Aníbal Velásquez.

COHERENCIA Y SATISFACCION

Con muy pocos días de haberse publicado este segundo trabajo discográfico de ‘Los de Juancho’, su gestor, promotor y padre, contesta, cuando se le pregunta ¿qué espera de él?, que  “lo primero que yo esperaba ya se me dio. Es una ganancia espiritual porque la gente ha comenzado a entender que Juancho De la Espriella graba CDs con seriedad, con equilibrio, con coherencia. Que lo que yo digo o manifiesto con respeto al vallenato y la responsabilidad que debemos tener ante el género, yo lo hago en trabajos como este”.

La crítica vallenata ha sido “buena” en sus comentarios. Han reconocido públicamente el talento de este hombre al que ahora le toca trabajar el doble para posesionar su proyecto. Su estilo interpretativo es de gran calidad, y es reconocido hasta por los más críticos, pero lograr que sus discos se peguen y se dupliquen las presentaciones en tarimas no es nada fácil en un mundo tan competitivo, tan mediático y tan costoso. Pero Juancho está dispuesto a seguir luchando.

Ahora espera que sus temas se peguen, que sus “muchachos”, como le dice a los cantantes y compañeros de grupo, sigan creciendo como personas y como artistas. «Que nuestro espacio en la música siga ampliándose, que mi agrupación llegue a los primeros lugares. Espero que con este trabajo se nos sigan abriendo más puertas. Pero si no se da seguiré haciendo música. Esa es mi misión», afirma al final.

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