Con la magia de su piano, Manuel Ibañez ameniza cualquier evento social tocando toda clase de rítmos.
Por el piano de Manuel Ibáñez no hay género musical que se le escape de sus manos. Desde el jazz, clásica, blues, pasando por la balada, bolero, salsa y la colombiana en todas sus categorías, hacen parte del extenso repertorio que maneja a las mil maravillas este talentoso cucuteño, licenciado en música.
Lo conocen como ‘el hombre orquesta’ , aunque solamente canta y toca el teclado respaldado por una caja rítmica, que no es más que otro instrumento electrónico que permite programar y reproducir patrones mediante un secuenciador interno y un generador de sonidos de percusión.
Estudió en el conservatorio de la Universidad del Atlántico con énfasis en dirección de bandas, a la par de la Psicología, Mañe, como así lo llaman cariñosamente, fue durante 17 años profesor de música en el Colegio La Enseñanza de Barranquilla, que tuvo dejar años después debido a la cantidad de solicitudes que recibía para amenizar eventos sociales.
Cuando decidió radicarse en Barranquilla, sus inicios musicales en calidad de solista de planta fueron en restaurantes como la Fonda Antioqueña y el Bar Caribe del Hotel El Prado, donde se fue dando a conocer como Show man . “En ese tiempo eran pocos los músicos que se dedicaban a deleitar a los visitantes de esos sitios. En ese sentido, yo diría que hice parte de ese grupo de pioneros”.
El conjunto vallenato de Los Hermanos Lora, fue uno de los tantos grupos en los que también formó parte, sin contar la cantidad de artistas que ha acompañado, como Adriana Lucía, Daniella Mass y Juan Carlos Coronel.
En vista que la gente le pedía toda clase de géneros, con el paso del tiempo, le incorporó a su piano la caja rítmica para llenar, recrear e interpretar las canciones con sonidos de la batería o percusión, entre otros. Todo, con el fin de que sus presentaciones en solitario tuvieran mayor acogida en cumpleaños, bodas, aniversarios y todos los eventos benéficos que organizan la Acción Católica, Club Rotario, entre otras fundaciones.
“En tantos años, ya perdí la cuenta donde he llevado y tocado mi piano”, dice, para luego agregar: “A mí me gusta el concepto del bolero y balada. Pero también incluyo merengue, salsa y hasta porro de salón. Este último, ritmo sabanero del Caribe colombiano, me he propuesto revivirlo. Eso sí, ¡bien tocado!”.
Hoy también dirige su orquesta Mañe Ibáñez y su Combo que ofrece en varios formatos. Dependiendo de la magnitud del evento incorpora más músicos.
Igualmente maneja ‘Noche Bohemia’ , que integran hombres y mujeres de la tercera edad que les gusta cantar. Explica que lo tienen como hobby y se reúnen periódicamente en cada una de las casas de sus integrantes que pasan horas y horas recordando e interpretando viejas páginas musicales. “Es como una musicoterapia”, según Mañe.
Por otro lado, también orienta a un grupo pensionados, que tocan sus propios instrumentos y cantan. Se llama ‘La Skina caliente’ y su enfoque es la música cubana, el son, la guaracha, el bolero y el cha-cha-chá.
Cuando en el 2020 el mundo se paralizó debido a la pandemia, a Ibáñez también lo afectó, como a todos los artistas. Aprovechó el encerramiento para aprender a manejar la virtualidad apenas una clienta colombiana le pidió desde Estados Unidos una serenata online. “No había tenido esa experiencia, pero luego de investigar mucho lo logré”, apunta entre risas.
“Me tocó darle al inglés, porque dentro de los eventos virtuales, me contrataron de otros países. Había canciones en inglés y hasta en italiano. Gracias a la virtualidad no te imaginas la cantidad de países que conocí a través de las serenatas virtuales”.
El año pasado volvió por sus fueros realizando muchas presentaciones presenciales. En lo que va corrido del año ya ha amenizado siete bodas y cada día su agenda artística sigue creciendo.