Para disimular ciertos rasgos que no nos gustan de nuestro rostro, hay ciertas formas de lograrlo. Pero, eso sí, hay que saber utilizar el maquillaje adecuado.
El contouring es una técnica de maquillaje que busca esculpir tus rasgos por medio de luces y sombras, para que tus facciones se vean más definidas.
Básicamente lo que buscamos es disimular ciertos rasgos y potenciar los que más te gustan.
Para lograr un buen contorno necesitamos tener dos tonos de maquillaje, uno claro y otro oscuro, pueden ser productos líquidos o en polvo, incluso puedes utilizar ambos si le quieres dar más intensidad y profundidad al resultado.
Hay que considerar qué tipo de rostro tenemos para así saber dónde vamos hacer las correcciones.
Si tu cara es redonda– El objetivo principal es buscar los ángulos que naturalmente no tienes, ya que los ángulos en este tipo de rostro son poco definidos. Oscurece los laterales del rostro (los pómulos) e ilumina la parte central de la cara.
Si es rectangular– Busquemos suavizar las líneas muy rectas y angulares; aplica el tono oscuro en la parte lateral de la frente y en los maxilares e ilumina el centro del rostro, frente mentón y la parte de arriba de la nariz.
Si ovalada– Este tipo de rostro es el ideal. Entonces sigue las líneas naturales de tu cara, aplica tono oscuro debajo del pómulo y el claro en el eje central del rostro, al igual que el área debajo de los ojos para iluminar.
Para realizar este maquillaje puedes hacerlo con una beauty blender o esponjita, también utilizando brochas especiales para contorno.
No olvides difuminar muy bien para que luzca natural y así luzcas un lindo contorno.