Tiene 12 años, canta, toca varios instrumentos, compone y comparte su talento enseñando gratuitamente a niños de ‘Mi Escuela Musical’ que ella fundó. Bryan, de Barranquilla, llegó a la gran final que concluyó en la noche del viernes.

María Liz Patiño, la cantante e instrumentista de 12 años, fue la ganadora de la quinta temporada de La Voz Kids que ayer viernes concluyó, luego de enfrentarse a duras batallas hasta llegar a la gran final obteniendo así el premio de $250 millones y un contrato con Universal Music.

La ganadora, que perteneció al equipo de la cantautora española con varios Grammy, Natalia Jiménez, una de las entrenadoras del programa, es llamada también ‘La princesa del sentimiento’, reside en el municipio de Soledad (Atlántico)  y toca 11 instrumentos que aprendió de forma empírica. Dueña de una prodigiosa voz, dice que cuando canta se siente más segura acompañándose porque le da más seguridad y libertad para hacer “malabares” en la música que interpreta a su estilo propio.

Lo que más llamó la atención, tanto a los coaches como al público,  es que en una de sus apariciones en el plató contó que en un lugar de su casa creó Mi Escuelita Musical para enseñar gratis a niños de su barrio para que aprendan a tocar instrumentos que con mucho esfuerzo ella ha logrado conseguir gracias al apoyo de su padre, un vendedor ambulante que se las ha ingeniado para sacar adelante a la familia.    

Quienes siguieron noche tras noche el programa de gran audiencia, se conmovieron con el impresionante talento infantil de Colombia, la ternura que despertó cada participante y con las historias que contaron. En muchas ocasiones lograron sacarles lágrimas de emoción a los entrenadores.

Brayan Ahumada, es el otro costeño que estuvo a punto de coronarse como La Voz Kids 2021. Nació en Barranquilla hace 13 años y se destacó en el concurso no solo por su chorro de voz, sino su puesta en escena, cautivando así a la teleaudiencia al ritmo de salsa.

Como el persevera siempre alcanza, este adolescente que reside en uno de los barrios más pobres de la ciudad, como es Carrizal, tras infructuoso intento de estar en el reality, vio por fin cumplido su sueño de conocer Bogotá y mostrar su talento a todo el país a través del popular programa.

Y vaya manera al demostrarlo. En todos sus performances dejó a todos boquiabiertos por su alegría y swing incontenible interpretando canciones de Mark Anthony, pero a su propio estilo. Su entrenador, el mexicano Jesús Navarro, vocalista principal del grupo Reik, se jugó todas las cartas escogiendo a Bryan como el mejor de su equipo.

Uno de los momentos más conmovedores fue cuando dijo en pleno programa todo el esfuerzo que le valió llegar al concurso, gracias a su mamá Yaneris, quien vende comidas y fritos para el sustento familiar.

Josué Salazar, además de su voz, el sentimiento que le imprimió a todas sus interpretaciones hizo que su coach Andrés Cepeda le pusiera el ojo desde su debut cuando cantó ‘Llorona’, popular tema mexicano más conocido en la voz de la inolvidable Chavela Vargas.  

Vestido siempre de etiqueta y sombrero, como todo un adulto, las presentaciones de este niño paisa, que estudia en la Institución Educativa y Cultura José Amigo en Medellín, fue aclamada en todas las ediciones del programa debido a la forma de transmitir canciones con tanta emoción que, ni siquiera artistas de renombre, logran alcanzar.

Los entrenadores Andrés Cepeda, Natalia Jiménez y Jesús Navarro, lo mismo que el público que votó, tuvieron un trabajo bastante complicado al momento de escoger al ganador, que además de recibir jugosos premios, ojalá y el triunfo no sea flor de un día. Los colombianos esperan que Caracol Televisión siga apoyando en la carrera que emprenderá en la música.