El lanzamiento de la colección Us de la diseñadora barranquillera tuvo fin benéfico. Para honrar la memoria de su hermano creó una fundación, a través de la cual ayudará al Pacífico y La Guajira.

Us, (Nosotros) así llamó Lina Cantillo su nueva colección que presentó el jueves al aire libre en una de las calles bogotanas, guardando los protocolos de bioseguridad que requiere la pandemia.

El lanzamiento había sido programado para finales de mayo, “pero teníamos que mostrarla, sacarla a la calle”, dice la diseñadora, quien inicialmente la iba a realizar en un sitio cerrado. “Como no recibimos a tiempo el permiso de la alcaldía de Bogotá decidimos llevarla a cabo a cielo abierto en la carrera 13 entre las calles 85 y 86, donde está el hotel Victoria Regia, que nos acogió para montar allí el backstage”.  

Además de que el evento se desarrolló en el contexto moda incluyente (porque en la pasarela participó una pareja de mujeres casadas entre sí) detrás de esas 37 salidas que realizaron los modelos masculinos, había una noble causa. Se trata de la Fundación Juan Carlos Cantillo Martínez que la diseñadora creó para honrar la memoria de su hermano de 23 años fallecido en un accidente.

Esta fundación, que apenas despega y va por buen camino, hace parte del proyecto el Arte De Volver A Vivir, porque según Lina “es como volver a ser lo que uno quiere, pero de otra manera; es mantener la fe intacta” haciendo referencia a todo lo que está sucediendo en el mundo. “Pese a todas estas complejidades seguimos inspirados y abrazando la fe que nos mueve ayudar y ser ayudados”.

La transmisión del desfile fue vía straming  para que la gente hiciera donaciones, con poco público presencial y algunos reporteros. “Nadie cobró por su trabajo. La solidaridad fue total con la fundación, con la que se van a beneficiar niños y adultos del Pacífico y La Guajira”, explicó.

Lina Cantillo, reconocida por su dedicación y vanguardismo en la moda, pero sobre todo por hacer y crear vestuario para el universo masculino, presentó en Us una combinación de texturas, estampados, impecables cortes y siluetas.

Es una colección atemporal en la que la ropa es más cómoda y fluida, que puede lucir el hombre en cualquier clima. Utilizó lanas livianas, algodones, índigos, sedas, tafetas y terciopelos en todas las prendas. Como detalles están las corbatas, bufandas de seda, entre otros.

Como la moda con fines sociales cada vez cobra protagonismo, la barranquillera no podía ser ajena con su fundación para llevar a cabo dos iniciativas. La primera es crear un centro de informática en el Pacífico colombiano y otro en La Guajira, donde los niños puedan estudiar. La finalidad es llegar a otras regiones de la Costa Caribe, según dijo.

“Yo trabajo mucho el tema artesanal, pero nunca lo había hecho a través de una fundación. Por eso aspiro comenzar el otro año en el Pacífico, donde quiero armar unos espacios, unos centros de informática para que los niños puedan estudiar. Ya varios empresarios me han ofrecido su apoyo. En esa región quiero también incluir a personas en el universo masculino de Lina Cantillo. Porque ahí vamos a trabajar con la fibra de plátano para hacer unas mochilas o maletas playeras para hombres. Mientras los pequeños estudian, los artesanos pueden ir produciendo lo que vamos necesitando en la medida que vamos nosotros creando”.

En cuanto al proyecto en La Guajira, Cantillo manifestó que ha estado en conversaciones con el cantante  Silvestre Dangond, quien le ha ofrecido su apoyo.