Un grupo de las 26 ex reinas que asistieron a la apertura de la exposición de fotografías en el Museo del Carnaval, que estará abierta al público hasta el 31 de enero.
En el Museo del Carnaval se armó la fiesta el miércoles durante la apertura de una exposición de 47 fotografías en las que figuran ex reinas de las fiestas.
La música de un conjunto de millo en la puerta de ese centro cultural recibió a la actual soberana Melissa Cure, a 26 de sus antecesoras y a un grupo de invitados especiales. Fue un reencuentro inolvidable, de emoción y mucha alegría para también celebrar los 50 años de Vicky De Andreis de haber liderado el Carnaval, y los 25 de Julia Carolina De la Rosa, quien no pudo asistir.
La mayoría de las exsoberanas que se estrenan como mamás llegaron con sus pequeños hijos disfrazados, como lo hizo Andrea Jaramillo. Lo mismo que abuelas tan jóvenes llevaron a sus nietos como Margarita Gerlein (1988), madre de Margarita Diazgranados (2014); y Ana María Donado (1980), madre de Mariana Schlegel (2009).
De esa manera, queda claro, una vez más, que el amor por el Carnaval va transmitiéndose de generación en generación, lo que le da perpetuidad a la más importante fiesta de Colombia.
Uno de los detalles admirables de esta muestra del fotógrafo Francisco Gallo Charris fueron las coronas originales que lucieron cada una, y que todos pudieron apreciar sobre un pedestal de cristal colocado al pie de cada foto. Ahí se vio cómo, a través del tiempo, han ido cambiando los diseños, dimensiones y pedrería de esas diademas, pero también la inversión que hizo cada reina en su año.
La tarea de que Katia Nule de Char, reina del Carnaval 1995 y esposa del alcalde Alejandro Char, pudiera rescatar tantas coronas, fue todo un reto. Cuando les solicitó a las ex reinas que prestaran sus diademas, ninguna dudó en colaborar, pues por primera vez estos ‘tesoros’ iban a estar juntos en una exposición para el público.
El alcalde apareció en la celebración como una ráfaga, porque tenía que cumplir con muchos otros compromisos. Fue recibido con aplausos, dijo unas cuantas palabras y con las mismas se fue.
La idea de Katia, fue apoyada por la Alcaldía de Barranquilla, Secretaría de Cultura y el Museo del Carnaval.