Personaje / 12 de septiembre de 2020

Parejas que le cantan a la vida… ¡y encantan!

Miredvista.co

Son jóvenes, lindos, hacen buena música y están enamorados. Son Arturo Herazo y Shadia Costa ­–Erazzo y Shadia– y Jose Castillo y Andrea Roa –Paraísos invisibles– dos dúos barranquilleros que se abren paso entre las nuevas propuestas musicales del país.

ERAZZO Y SHADIA

Shadia Costa y Arturo Herazo.

Hace once años se conocieron en un evento de la Acción Católica. No porque alguien los presentara, sino porque por esas cosas del destino tanto Arturo Herazo como Shadia Costa habían sido invitados para que cantaran, cada uno por su lado, en esa obra benéfica.

Esa noche, él quedó maravillado no solo por la belleza de la joven cantante sino por su amplio registro vocal. Desde entonces se hicieron amigos y al año la música los unió tanto, que comenzaron su noviazgo. Como su timbre de mezzosoprano se ajustaba perfecto a la de Arturo decidieron cantar a dúo y presentarse en cuanta actividad benéfica se realizara en Barranquilla. Es como si hubieran nacido el uno para el otro, por sus gustos por los boleros y baladas, pero sobre todo su acople.

Así se fueron dando a conocer. Y fue tal la fuerza del amor que requería estar unidos, que decidieron casarse en 2015. Hoy se presentan bajo la patente artística Erazzo y Shadia, que aparece en Instagram como @erazzoyshadia. “Sin proponerlo todo comenzó como un hobby, pero la gente nos siguió llamando”, dice visiblemente emocionado.

Arturo es abogado, profesión que ejerce en la dirección legal de Promigas, pero su pasión ha sido siempre la música, según confiesa. Fue cantante de orquestas como Generación 21 y Punto G, corista de la banda de Maía y quiso ganar en el reality Factor X en el que solo pudo llegar a la semifinal, pero su afición seguía latente.

Shadia, por su parte, es graduada en cosmiatría y tiene su propio consultorio. Su vena musical viene de familia y es empírica, a diferencia de su esposo, que dice haber recibido clases de técnica vocal de Gina Banfi durante un tiempo.  Por ello, es el de la armonía del dueto y de común acuerdo escoge el repertorio que va desde jazz, boleros, baladas hasta un clásico vallenato romántico. Ella también canta en solitario conocidos temas en inglés.

Con sus propias pistas, que graban en un estudio que montaron en su apartamento, los esposos Herazo van a todas partes donde quieren escuchar sus voces perfectamente acopladas y creativamente trabajadas logrando la admiración del público. No solo actúan en grandes eventos locales, sino el exterior. De hecho ya estuvieron en Costa Rica, Miami y Panamá, en bodas y fiestas privadas.

Después de Ana y Jaime, que como dueto marcó historia por allá en la década de los 80, hoy son pocos son los dúos que existen en Colombia, integrados por jóvenes, y que sobre todo interpreten temas románticos y baladas con toques modernos. Con Erazzo y Shadia  llegó el momento, y seguramente muy pronto grabarán su primer disco.

PARAÍSOS INVISIBLES

Andrea Roa y Jose Castillo.

Andrea Roa y Jose Castillo han cantado juntos casi toda la vida. Desde sus años de colegiales en el Marymount de Barranquilla, él, que estaba un año más adelantado, tocaba en todos los actos, y ella a su vez cantaba en cuanto evento había.

Tras graduarse de bachiller, Jose (así, sin tilde) se fue a Bogotá a estudiar composición clásica y guitarra jazz en la Universidad Javeriana, siguiendo una pasión musical que comenzó desde niño en el género vallenato, y que se fortaleció después con su ingreso al programa musical Batuta.

Andrea, por su parte, cantaba desde muy chica en casa y en reuniones familiares. Pero fue en 6º. cuando en el primer día de clases la profesora de canto, Claudia Rojas, la escuchó cantar. De inmediato le dijo que si quería participar en un concurso de canto en el Colegio Americano. Claro que sí, respondió ella. Fue, cantó y ganó y en adelante siguió ganado en cuanto concurso y festival participaba. “Comencé cantando boleros –digamos que esa es mi lengua materna–, luego pasé al pop y ahora le cogí el gusto a la música electrónica”, dice.

Al terminar el colegio ella también dejó Barranquilla, para viajar a Georgia, Estados Unidos, donde estudió comunicación social, y después se fue a Madrid, España, a cursar una maestría en marketing digital.

Fueron seis años sin verse, pero un día, al terminar estudios, se reencontraron en Barranquilla en el Café de la Casa, el mismo sitio donde alguna vez habían cantado juntos. Se saludaron, conversaron y quedaron en seguir hablando. Ella comenzó a trabajar en el CESA, en la capital, y él vivía cerca, así que volvieron a encontrarse para hablar de música, ensayar, hablar de ellos, compartir las composiciones de él y cantar juntos en bares bogotanos.

“Compartíamos mucho y fue así como la amistad se transformó en amor. Digamos que la música ayudó a que fluyera la relación, y en 2013 nos hicimos novios, después de un concierto de él”, cuenta Andrea.

En 2019 contrajeron matrimonio y se quedaron a vivir en Bogotá, donde ella montó una agencia de marketing digital hace cuatro años, mismo tiempo que él lleva como guitarrista de la banda Bomba Estéreo. Además, compone y produce para la casa Sony Latin y para otros artistas.

El año pasado, el dúo (@paraisosinvisibles) grabó su primer EP con cinco canciones, entre las cuales se han destacado dos sencillos, Paraísos invisibles, como además decidieron nombrar su proyecto musical, y Champeta en vinilo, que tiene un video hecho en Barranquilla y con sonidos que evocan un carnaval postfuturista. Pero además hay dos temas con las colaboraciones de Blipolar, un conocido Dj de Bogotá, y otro con la banda Monitor.

“Nos ha ido muy bien, al punto que ya los primeros sencillos han sido referenciado de forma orgánica por medios importantes como Shock, Radiónica, La W, y Rolling Stone. Además, nos han invitado a festivales importantes como Estéreo Beach y Timeless, y también fuimos teloneros de Bomba Stereo”, expresa la intérprete.

Esta pareja de esposos hace una música que encaja en las nuevas sonoridades colombianas, que cautivan a un público joven. “Si me tocara definir nuestro género diría que nuesra música es synth-pop-electro-caribeño… ¡somos cuatro en uno!”, dice entre risas Andrea.

Esta semana que termina trajo alegrías a Paraísos invisibles, pues el dúo pasó las diferentes ruedas de negocio del Bogotá Music Market –BOmm–, una plataforma de promoción y circulación organizada por la Cámara de Comercio de Bogotá y en la que confluirán artistas, agentes, disqueras, publishers, del 14 al 18 de septiembre. Por ello fueron seleccionados para grabar el miércoles que pasó su showcase (un show en vivo de 15 minutos que se le ofrece al mercado musical) y a esta instancia llegaron solo 15 bandas.

 “Es un momento súper gratificante. Lo que queremos es seguir haciendo música, ir a más festivales y producir momentos especiales con nuestros sonidos para que quien los escucha la pase bacano”, dice al final.

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