Personaje / 5 de febrero de 2022

¡¡Auxilio!!!! me erizo, ampáranos de la Gritales

La humorista e imitadora remedando a la famosa actriz Amparo Grisales, quien es uno de los jurados del programa ‘Yo me llamo’.

Zoraida Noriega

En la parodia de ‘A yo me llaman’ del programa concurso ‘Yo me llamo’, la artista paisa María Auxilio Vélez arranca carcajadas cada sábado remedando a Amparo Grisales, la diva de los colombianos. *Dice que se ríe, se eriza y se divierte mucho cuando se mete en ese personaje.

María Auxilio Vélez Restrepo lleva 19 años haciendo reír. Y ha tomado tan en serio su trabajo, que hoy es una de las mejores humoristas de Colombia reconocida por sus imitaciones de más de 140 personajes, entre ellos Amparo Grisales en la parodia  ‘A yo me llaman’, que es una de la secciones más admiradas y divertidas del exitoso programa de humor ‘Sábados felices’.

María Auxilio no le pierde movimiento a Grisales, hasta la levantada de pierna en pleno programa.

Esta paisa, que se burla de sus 1.57 de estatura y que así misma celebra con carcajadas sus ocurrencias y remedos, dice que no es capaz de autodefinirse. “Pienso que lo debe hacer un familiar o una persona que lo conozca bien a uno, porque eso de echarse flores uno mismo…es muy verraco”. (jajaja)

Para ella, el arte de hacer reír no es fácil, pero sí reconfortante. Es un don que Dios le dio, porque desde su infancia no hacía sino imitar a la familia, los vecinos y hasta a los médicos, y todos se desternillaban de la risa.  

En esta foto estudio de Manuel Valle queda evidenciado que en el físico sí tiene «un airecito» a Amparo Grisales. María Auxilio fue esposa del cantautor Harold, ídolo de la nueva ola de la canción en Colombia en los 70, que falleció en 2017.

Pero detrás de ese rostro que transforma en sus shows con la ayuda de maquillajes y pelucas, se esconde una mujer sensible, que llora con facilidad, de admirable nobleza, que se siente más feliz dando que recibiendo y bendecida por todo lo que le ha brindado la vida.

Durante nuestro diálogo para MiREDvista, entre risas, graciosos e ingeniosos  apuntes, comentó que disfruta su soledad, pero no descarta conseguir novio. “¡Necesito que me busquen uno!”. Y lo dice en serio.

“Lo quiero más alto que yo, de 1.75 para arriba. No me importa que sea gordo, flaco o calvo, pero eso sí, que me conquiste con su buen sentido del humor. Sé que Dios me lo va a poner en el camino”.

En la parodia es infaltable la erizada.

Una cosa es ser humorista y otra imitadora, ¿qué fue primero?

-Siempre he sido imitadora, desde muy chiquita, bueno, digo desde muy jovencita, porque me quedé chiquita. (risas) Pero no sabía que ese iba a ser mi camino, lo veía como un hobby, aunque en ningún momento me dije: voy a ser imitadora.

¿Se veía en actuando en la televisión?

-Sí. Lo soñaba, ya sea como cantante o actriz. Siempre he pensado que el tiempo de Dios es perfecto. Me puso donde era, no cuando quise. Dios me puso en el mejor programa de humor.

¿Cuántos personajes ha remedado?

-Tiempo atrás llegué a tener como 140; cuando existían más programadoras que emitían muchas series, telenovelas y musicales, uno tenía buen material.

En esa lista de parodias figuran María Fernanda Cabal, Fanny Mikey, Margarita Rosa de Francisco y hasta la presentadora María Lucía Fernández, pero la gente dice que ninguna supera la de Amparo Grisales como Amparo Gritales en ‘A yo me llaman’ ¿Qué opina?

-¡Amparo es divina! Cuando la remedo disfruto cantidades. Este tipo de personaje, que ella me ha avalado, es delicioso para imitar, porque tiene demasiadas características, en su voz, forma de hablar, en todos sus movimientos. Gesticula, mueve el cabello, los ojos, baila.

‘La campesina grosera’ es otro de los célebres personajes de María Auxilio.

¿Qué ha sido lo más difícil para imitar a la diva?

-No me gusta que muchos jueguen con la edad de ella. En mi caso, yo intervengo a veces con el libretista cuando veo que le van a dar muy duro. Entonces pido que le cambien ciertas cosas, para no ofender a la artista. Es que no entiendo por qué la gente se ensaña con lo de la edad de Amparo. Ojalá llegara uno a la edad de ella con ese cuerpazo y  esa piel, que no se consiguen de la noche a la mañana sino con disciplina. Es pura envidia.

No es tanto imitar, sino encontrar el acento de los personajes ¿cómo lo estudia?

-Soy paisa, llanera, bogotana y colombiana (risas). Para cualquier imitador es importante un acento neutral.

En la realidad, usted hasta se parece físicamente a la Grisales ¿cuánto demora la sesión de maquillaje para caracterizarla?

–Son más de dos horas. La misma Amparo me dijo una vez que las dos tenemos un “airecito”, que nos parecemos un poquito. (Jajaja)

Como mujer, su trabajo no es muy competitivo aunque hay otra imitadora, como Luz Amparo Álvarez, que también canta. En cuanto a eso, ¿siente que le lleva la delantera?

-Yo canto, pero no profesionalmente. Con Luz Amparo yo me quito el sombrero porque es una excelente cantante y estudió música. Es muy versada.

¿Se acuerda cuál el primer personaje que imitó?

-Claro. Desde chiquita yo lo hacía primero con mis papás, hermanos y vecinos. Pero fue en una parodia que hicimos en ‘Yo, José Gabriel’, remedando a Claudia de Colombia. Eso fue muy chistoso, entonces Pacheco preguntó quién era esa mujer que había imitado a la cantante y me invitó después a su programa. 

Si siguiera al aire el programa televisivo ‘Voz Populi’, usted estuviera en su salsa para esta época preelectoral ¿Qué tanto lo extraña?

-¡Siii! Yo adoro ese espacio. Lamentablemente tuvo que acabarse por lo de la pandemia. Es un programa que requiere grabaciones todas las semanas porque tiene demasiadas caracterizaciones de políticos y muchos otros personajes. Para ‘Sábados felices’ nos reinventamos un poco y comenzamos hacerlo cada uno desde las casas donde nos enviaban los libretos, micrófonos y vestuario.  Gracias a Dios ya lo hacemos desde los estudios. Pero, ‘Voz populi’, el programa de Tv en sí, que tenía buen raiting, ojalá y vuelva al aire.

¿Cómo reacciona usted ante un chiste flojo?

-Yo respeto y admiro los que escriben sobre humor, a los libretistas de ‘Voz populi’ y ‘Sábados felices’. Son unos verracos.  Hacer reír es algo muy serio. Hacer llorar, cualquiera lo logra.

¿En su vida qué le hace aguar los ojos?

-¡Soy muy llorona! Lloro hasta despidiendo un avión de carga. (risas)

¿Qué la conmueve?

Sufro mucho con la gente que pasa necesidades, que se quedó sin trabajo, con los viejitos, con los niños que están en la calle, ¡con tantas injusticias! Unos porque tienen mucho y otros porque no tienen nada, ni para comer. Todo eso me afecta. Trato de ayudar a través de las redes contactando personas, aunque no me gusta eso de que lo haga la mano derecha no debe saberla la izquierda.  

¿Cómo ayuda a esa gente?

–Trato de conseguirle lo que esté al alcance de mis manos, pero no me gusta publicar nada de eso en las redes. La verdad, yo me siento bendecida. Por cierto, hace poco me decía una amiga que a mí me va bien “porque yo me quito el pan de la boda para ayudar a la gente”. Este año mi deseo es ayudar más, sobre todo a la gente pobre, sobre todo a los ancianos. Pero no sé cómo canalizar esto, solo le pido a Dios que me ponga el camino, qué debo hacer.

¿No ha pensado montar un show teatral con sus personajes?

-Yo lo tengo. Tengo un manager que se encarga. Hacemos shows personalizados, corporativos. Pero pienso lanzarme este año con ‘La campesina grosera’.

Usted empezó haciendo radio ¿qué ha pasado con la locución?

-He hecho cualquier cantidad de jingles radiales. Y sigo haciendo radio. Seguimos con ‘Voz Populi ‘ a través de Blue Radio haciendo personajes.

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