Generalmente, se considera que una piel es madura apartir de los 35 años, aunque esta edad puede variar según la persona y el cuidado que se le haya venido dado a la piel. Más allá del paso del tiempo influye la genética, el tipo de piel, los estilos de vida y el estrés, es posible que algunas de estas variables se manifiesten en la piel. 

 La piel madura es frágil y ya no produce la humedad y la grasa característica de una piel muy joven. A partir de cierta edad, se disminuye la cantidad y actividad de los fibroblastos, así como la síntesis de colágeno. Además la piel se deshidrata y se seca debido a la disminución de la vascularización y las secreciones sudoríparas y sebáceas.

Po esa razón, debemos tener en cuenta algunas pautas para que el rostro se vea fresco y luminoso. Se debe empezar por un buen cuidado, nutriéndola desde adentro y aplicando correctamente productos de acuerdo a cada tipo de piel. Nunca se debe dormir sin limpiarla ya sea utilizando cremas o jabones. 

Con un guante de tela rústica podemos exfoliar suavemente para retirar las células muertas que no la deja respirar y oxigenarse.  Podemos aplicar un bálsamo, suero o crema nocturna, y en la mañana al levantarse volver a limpiar y aplicar el protector solar junto con sueros y cremas hidratantes para el día y no olvidarnos de la crema de contorno para la piel alrededor de los ojos. Antes de comenzar la rutina podemos realizar un masaje en el rostro con un trozo de hielo envuelto en una gasa o tela de algodón para tonificar y reafirmar la piel,

Si hay bolsas alrededor de los ojos haremos presión con el frío. Aplicaremos entonces los correctores claros, en caso de las ojeras, con ligeros puntos lo mismo que en las líneas de expresión para que no se vea la profundidad. En los labios, si hay manchas o dos colores, el corrector debe ser hidratante y en poca cantidad para que no se marquen las pequeñas líneas. El color debe ser el correcto para el tono de piel, aplicar poca base o polvos ligeros y luego proceder con la marcación de contorno si hay necesidad.

El maquillaje debe ser con tonos rosas o duraznos dependiendo del sub-tono que se maneje en el color de la piel, el color de ojos, el del cabello si estamos en frío o en calor y la tendencia en la moda. Nunca debemos abusar del maquillaje, ya que corremos el riesgo de vernos grotescas y enmascaradas. Además, la moda marca tonos naturales, poco maquillaje y cejas no tan marcadas; en general lo más suave que sea posible para vernos hermosas y juveniles.  En el maquillaje nocturno podemos experimentar con maquillaje más fuertes y pestañas postizas dependiendo del gusto de cada quien.