Historia detrás del detector de mentiras, un aparato creado hace 85 años que hoy está en el centro de una crisis nacional que originó la salida de sus cargos de la Jefa de Gabinete del presidente Gustavo Petro y el embajador de Colombia en Venezuela.
Un aparato que vio la luz por primera vez en 1938 gracias a la insistencia de Leonarde Keeler, del Departamento de Policía de Berkeley (California) que profundizó en los trabajos que había realizado John Larson, se ha puesto de moda en estos días, hasta el punto que ha generado un escándalo de talla nacional.
El polígrafo, o detector de mentiras, tiene hablando a todo el país a raíz de lo que se ha considerada su indebida utilización.
El polígrafo no es un instrumento que detecte mentiras por sí mismo. Solamente detecta las respuestas fisiológicas del organismo. Puesto que fue diseñado para medir el cambio de flujo de corriente que se transmite a través del dedo índice de cada mano y la placa del dedo. Estas reacciones son interpretadas por personas u ordenadores siguiendo un método que carece de validación científica.
Según Wikipedia, “el llamado detector de mentiras, máquina de la verdad o polígrafo es un tipo particular de instrumento de medición utilizado para el registro de respuestas fisiológicas. Generalmente registra las variaciones de la presión arterial, el ritmo cardíaco, la frecuencia respiratoria, estímulos nerviosos y la respuesta galvánica o conductancia de la piel, generadas ante determinadas preguntas que se realizan al sujeto sometido a la prueba”.
Aunque muchas autoridades en el mundo siguen creyendo en su efectividad, la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos y otras entidades lo consideran un “fraude”.
El polígrafo tiene su uso más amplio en los organismos de inteligencia y de policía, sobre todo en los Estados Unidos y otros países, donde se ha utilizado para determinar si una persona miente o no. En este caso se sustenta en la hipótesis de que las respuestas fisiológicas de una persona cambian de forma medible cuando miente.
En Europa se usa fundamentalmente en la asignación de algunos puestos de trabajo por parte de empresas privadas y algunos organismos de seguridad.
En Colombia, no existe ninguna norma que prohíba el uso de este aparatico, y según la resolución 2593 de 2003 de la Superintendencia de Vigilancia y Seguridad Privada, se autoriza y regula la utilización del polígrafo por parte de los servicios de vigilancia y seguridad privada. Los empleadores, por ejemplo, pueden usar el polígrafo siempre que cuenten con la autorización escrita de la persona que se ha de examinar y debe respetar sus derechos fundamentales.
A pesar de que no se prohíbe su uso para emplearlo se deben cumplir ciertos requisitos en este procedimiento, que si se omitiesen podrían ser hechos fundamentales para declarar que una prueba no fue bien aplicada y atenta con los principios legales nacionales. Quien quiera aplicar una prueba de detección de mentiras puede hacerlo siempre y cuando cuente con el “consentimiento manifiesto” de la persona que se somete a ella, el cual debe ser libre de cualquier vicio o coacción. Dentro de los pasos que se deben seguir para realizar una prueba de polígrafo, se debe informar del procedimiento al que, como ciudadano, una persona va a ser sometido.