Fachada de la Casa de Estduio Alfredo Correa De Andreis, inaugurado ayer por la Universidad del Norte. (Cortesía Prensa Uninorte)
La nueva edificación de la Universidad del Norte tendrá una capacidad para 458 personas y servirá a los estudiantes para estudiar en grupo o individualmente.
Aquel viernes 17 de septiembre de 2004, el sociólogo e ingeniero agrónomo cienaguero Alfredo Correa De Andreis no les pudo cumplir la cita a sus alumnos de la maestría de Desarrollo Social de la Universidad del Norte. Las balas asesina se lo impidieron. Por eso, los ávidos maestrantes se quedaron sin escuchar su discurso lúcido y cautivante sobre algún tema de palpitante actualidad, y la Región Caribe perdió a una de sus más brillantes intelectuales.
Sin embargo, aunque aquella clase quedó inconclusa, el pensamiento y el legado del docente e investigador continuará vivo entre la comunidad académica de la Universidad del Norte, cada vez que un estudiante o un profesor llegue a las modernas instalaciones de la Casa de Estudio Alfredo Correa De Andreis, la cual fue inaugurada ayer por esa institución para honrar la memoria del inolvidable profesor.
Con la hermosa infraestructura Uninorte busca que las nuevas generaciones que se forman allí conozca la obra intelectual del sociólogo. El rector Adolfo Meisel manifestó su complacencia por la inauguración de este espacio que servirá a los estudiantes para estudiar en grupo o individualmente.
“El lugar ha sido adecuado con un magnífico interiorismo. Además, para mí es un honor que esta Casa de Estudio lleve el nombre del sociólogo cienaguero Alfredo Correa De Andreis, a quien tuve el placer de conocer. Este es un tributo que la universidad, sus directivas, estudiantes y profesores, le rinden a su colega”, aseguró.
El diseño de este moderno edificio, que responde a estándares internacionales de sostenibilidad, fue liderado por la Escuela de Arquitectura, Urbanismo y Diseño de Uninorte y se concibió como un centro de estudio ante la creciente demanda de este tipo de espacios. Aunque hace parte de la Biblioteca Karl C. Parrish Jr., no albergará libros sino áreas de trabajo individual y grupal para los estudiantes.
Tiene capacidad para 458 personas, sin embargo, por la emergencia sanitaria se ha establecido en 138 lugares para el trabajo individual. Cuenta con una gran barrera contra la radiación solar, aislamiento en la cubierta y revestimiento de paredes con paneles acústicos en las áreas de estudio y tiene conectividad wifi en todos sus espacios, más mobiliario especial con infraestructura de conexión eléctrica.
En el tercer piso del edificio, se encuentra un muro dedicado a la memoria de Alfredo Correa de Andreis, compuesto por ocho cuadros del artista cordobés Cristo Hoyos.
“Esta es una elegía a un hombre extraordinario. El muro dedicado a Alfredo con estas ocho imágenes que hablan no solo de su vida profesional, de su ética profesional, de su trabajo como sociólogo, como etnógrafo, como persona comprometida con las comunidades, con la cultura, con el medio ambiente, sino que también hablan de la manera infame cómo termina su vida”, dice el maestro a propósito de su obra.