Por sus ingredientes y la forma fácil de preparar, la crema de tomate es muy nutritiva.
Una fruta de encanto, saludable y amorosamente metida en todas las cocinas del mundo es el «tomate». Y digo que amorosamente porque a todo el mundo le gusta del color que sea…amarillo, verde, rojo o negro.
El tomate le hace compañía al maíz, a la papa y al cacao en la llegada a Europa en el siglo XVI, claro que apenas muchos años después fue que se dieron cuenta de las maravillas de estos alimentos y es así como hoy día son imprescindible en las cocinas y la gastronomía del mundo. El tomate no es una verdura, es una fruta.
Sus orígenes lo colocan en el Perú y en México y no les quiero contar historias «escabrosas» porque ya con las noticias de nuestro país tenemos, pero…en las crónicas del español Bernal Díaz del Castillo, sobre la Conquista, cuenta que indios de Guatemala y México que se alimentaban con ciertas partes de los seres humanos de sus vencidos, los condimentaban con pimientos y tomates…Sin comentarios, pero historia es historia y la cocina tiene mucho por contar.
Y no crean que la salsa de tomate es de estos tiempos, en 1839 Ippolito Cavalcanti, un noble de Florencia, conocido por haber sido escritor de algunas obras gastronómicas sobre la cocina italiana, publicó la receta de la «salsa de tomate» en su libro «La cocina casera»… solo tomates pasados por un tamiz que se reducen con aceite, sal y pimienta…
Mi receta de esta semana es una delicia sacada de mi adorada revista «Mundo Cocina» en su edición 210 de una de las muchas recetas de la famosa crema de tomate.
RECETA: CREMA DE TOMATE
INGREDIENTES
1 – kilo de tomates muy maduros cuarteados.
2 – cucharadas de pasta de tomate.
1 – cebolla en aros.
2 – dientes de ajo machacados.
3 – ramitas grandes de albahaca fresca.
1 – ramita de tomillo fresco.
1 – hoja de laurel.
1 – taza de caldo de pollo.
1/2 taza de crema de leche.
1 1/2 cucharada de aceite de oliva.
1 – pizca de azúcar.
Unas hojitas de albahaca fresca cortadas en julianas para decorar.
PREPARACIÓN
Caliente el aceite en una olla y fría la cebolla durante 3 minutos hasta que esté tierna.
Añada el ajo, la albahaca, el tomillo, el laurel, la pasta de tomate y los tomates frescos. Condimente esta mezcla con el azúcar, la sal y la pimienta. Revuelva bien.
Vierta el caldo de pollo y llévelo a ebullición. Baje el fuego, tape y déjelo hervir por 15 minutos. Retire las ramitas de albahaca. Bata la mezcla con una batidora y cuélela. Vuelva a colocarla en la olla, vierta la crema de leche y caliéntela. Sirva y decore con la albahaca en julianas.
NOTA: Esta crema es una delicia para una de esas cenas especiales. Y marida perfecto con un vino rosé. ¿Saben cómo es conocido al tomate negro? Kumato.