Uno de los accesorios que no debe faltar nunca en la mesa, es la servilleta. Sin duda es elemento básico ya sean de papel, para una cena informal, o de tela para tener una mesa elegante, formal y decorada.

Aunque el formato es tradicionalmente el mismo, porque regularmente son cuadradas o rectangulares, y sus tamaños pueden variar según el uso que va a tener en determinada comida, hoy estos importantes componentes imprescindibles de la mesa han venido cambiando de color y texturas.

La experiencia de Yolanda de Orozco, quien lleva 48 años en el sector textil y de decoración trabajando en su propio negocio de telas importadas para cortinas y muebles, la ha llevado también a diseñar servilletas de tela con mucha estética.

Seguramente, en el mercado hay variedades de servilletas de tela, pero las de esta empresaria barranquillera tienen un toque distinto, muy especial, sin que pierdan su función práctica.

“Lo importante es que formen parte del juego de la mantelería, es decir, que vayan a juego con el mantel o individuales que se coloquen para cada ocasión. Que sean vistosas y que sirvan de adorno en la mesa”, explica.

Para ello utiliza una delicada estampación, en la que no faltan detalles relacionados con la celebración; también finas telas bordadas y lisas elaboradas en lino, entre otras texturas.

Cada set trae seis servilletas de tela, algunas de colores más sobrios y otras con combinaciones más atrevidas y divertidas. Una de las ventajas es que, por su resistencia y absorbencia, pueden ser reutilizadas.

Antes que apareciera la pandemia, #casabyyolanda ya venía trabajando en la elaboración de servilletas, que se “intensificó”, como así lo manifiesta, en pleno encerramiento para que muchos de sus empleados no quedaran con las manos cruzadas, y también debido a la solicitud de su numerosa clientela.

Es importante anotar, que el nacimiento de la servilleta se remonta, como la de muchos instrumentos de uso diario, a la época del Imperio Romano. Los griegos se limpiaban los dedos con migas de pan, pero los comensales romanos comenzaron a usarla para limpiarse las manos y las recibían por el anfitrión nada más para poder sentarse a disfrutar el banquete.

Un dato adicional de etiqueta: los expertos argumentan que no existe ninguna regla escrita que indique cuál es el lugar que la servilleta debe ocupar en el armado de la mesa. Por tal razón, es aceptable colocarla –siempre doblada en cuatro o en forma de triángulo- sobre el plato, a la izquierda de éste junto a los tenedores o bien a la derecha del comensal. Si la servilleta tiene un monograma o bordado, lo ideal será que el doblado de la misma permita lucirlo.