Nuestra Gente / 25 de junio de 2022

“Me tocó amarrarme la lengua durante la campaña”: Armando Benedetti

La fórmula ganadora: Gustavo Petro, presidente; Francia Márquez, vicepresidenta, y el jefe de la campaña Armando Benedetti.

Zoraida Noriega

El estratega de Pacto Histórico contó a MiREDvista  lo extenuante que fue ese trabajo y sus momentos más angustiosos. Se siente orgulloso de haber convocado, en seis meses, 100 manifestaciones en el país. Anunció que habrá varios ministros costeños en el gabinete.

“Volver a vivir en Barranquilla es la mejor decisión que he tomado en vida”, dijo a esta revista en junio de 2020 el entonces senador Armando Benedetti Villaneda en la que destacó que había regresado a su ciudad natal desde agosto 2019 “porque quería más tranquilidad”.

Por estos días, el jefe de campaña de Gustavo Petro ha sido blanco de críticas desde que hizo público su deseo de ser candidato a la alcaldía de Barranquilla en la próxima jornada electoral, ya que muchos lo tildan de cachaco (aunque su acento costeño es muy evidente) por haber vivido 20 años en Bogotá.

Algunas de sus declaraciones han sido polémicas, ha tenido peleas con otros sectores y hasta lo han cuestionado por los saltos que ha dado en la política pasando de un movimiento a otro, pero tuvo que amarrarse la lengua (advierte que por la campaña y por Petro) para no responder a los ataques que recibió en algunos medios de comunicación.

En esta entrevista, Benedetti nos cuenta también sobre los momentos más angustiosos que vivió como líder de la campaña petrista, lo que fue el trabajo y la tensión que sufrió el equipo en la recta final de la segunda vuelta.

¿Qué puede esperar el Caribe de un Presidente de Colombia costeño?

Con algunos indígenas en Leticia, Amazonas, durante una de las jornadas de la campaña.

-Lo primero es que por segunda vez el Caribe tiene un presidente costeño, nació en Ciénaga de Oro, Magdalena; y lo segundo, porque en la Costa ganamos más de 900 mil votos. Logramos sacar 1 millón100 mil votos de diferencia del otro candidato. Además de eso, nada más en el Atlántico obtuvimos 700 mil votos, algo apoteósico e histórico que ni siquiera los “dueños” de la ciudad lo hubieran podido lograr. Además, se echó 300 mil votos más en esta elección, pues todo el mundo creía que Gustavo Petro tenía un techo sobre todo en la Costa, y se reventó de tal forma.

En un trino, el día de las elecciones Petro insistió invitando a la Costa a votar, porque ahí dependía su triunfo, cuando se enteró que en Barranquilla estaba lloviendo torrencialmente y que eso de pronto impediría salir a los votantes ¿No los asustó un poco?

-Es otra de las cosas que mucha gente no valora. Supimos del aguacero que duró casi una hora. Cuando llueve así retrasa la ciudad como dos o tres horas. Con todo y eso, la gente acudió a las urnas.

Hasta Nazareth, corregimiento de Uribia, La Guajira, llegaron los líderes de Pacto Histórico, para escuchar a los wayuu.

Mucha gente que no votó por Petro aún sigue nerviosa y con temor de lo que pueda pasar con el llamado cambio, ¿qué les diría usted?

Estoy seguro que la gente que votó por Petro sí lo escuchó. La gente que lo hizo por el otro candidato, es porque seguramente no entendió o no le gustó su propuesta. Pero la gran mayoría que dice sentir temor, es por los miedos infundados y creados por la derecha.

¿Pero qué le responde a los que siguen temerosos?

-Que la campaña ya se acabó, que no sigan creyendo en esos miedos infundados.

¿Cómo se va a negociar el pacto nacional?

-En su discurso, que fue fantástico, y sabiendas que el país está 50/50, Petro dijo que hay que tender puentes para un acuerdo nacional, dialogar, hacer acuerdos fundamentales como la paz, la parte energética y justicia social, entre otros temas. Estoy seguro que el otro 50 también quiere desarrollar sus propuestas.  Es pactar con ellos por el bien de Colombia.Pienso que con el primero que hay que pactar ese acuerdo nacional es con el expresidente Álvaro Uribe.

En otro de sus recorridos por la Costa Atlántica.

Si le tocara sacar pecho de algo en esta campaña, ¿qué hizo?

-Sin vanidad te cuento que cuando llegamos a la campaña había que armarla completamente. No había un equipo de humano de comunicaciones. No había jefe de prensa, ni quien manejara las redes, ni fotógrafos. De lo que me siento más orgulloso es que desde noviembre del año pasado al 29 de mayo, convoqué 100 manifestaciones en el país. Eso ayudó en la primera fase de la campaña para demostrar que Petro no solamente iba a pasar en primera vuelta, sino que teníamos un músculo electoral tan fuerte que nos daban para la segunda vuelta; porque en esos momentos la gente pensaba que solamente nos íbamos a quedar en la primera vuelta.

¿Tendremos ministros costeños en el gabinete?

-Yo creo que bastante. Pienso que por la preponderancia del Caribe, que se fajó en las votaciones. 

¿Es cierto que usted quiere ser alcalde de Barranquilla?

-Lo que pasa es que la votación fue tan fuerte para Gustavo Petro en el Atlántico, que eso es lo que piden, un cambio. Entonces a mucha gente se le ha ocurrido que yo debería aspirar a la alcaldía. Sin mentir, la idea sí me seduce mucho, pero eso es una decisión que todavía no la he tomado.

En el hipotético caso de que llegara a ganar la alcaldía, ¿continuaría con las obras que dejan en Barranquilla sus antecesores? o ¿Cuál sería su iniciativa para dejar su huella en la ciudad?

–Lo primero que hay que buscar que sea navegable y que la ciudad cobre importancia como eje turístico. Pienso que lo que le más le ha hecho falta a Barranquilla es venderla internacionalmente.

Pero Barranquilla ha cambiado mucho en los últimos años

-De acuerdo, pero no en su totalidad. Cuando uno va por otros lados de la ciudad lo que uno encuentra son tugurios y más tugurios.

Puede explicarnos ¿cómo y de qué manera los colombianos vamos a vivir sabroso durante 4 años?

–Vivir sabroso significa que vamos hacer un cambio de verdad, verdad.  Aquellas personas necesitadas que no tienen acceso a la salud, educación o a un salario bueno van a vivir en dignidad De eso se trata vivir sabroso, sin miedo, sin temor. Que ese cambio se sienta diariamente en muchos estratos bajos de este país que no tienen acceso a nada, y tratar de parar los indicadores, los creadores de la desigualdad.

¿Cómo fueron esos días de campaña al lado de Petro? ¿Qué fue lo más difícil?

–Lo más difícil es que llega un momento que la piel, la parte física, no aguanta más. Fue un trabajo muy extenuante, y aunque uno no pueda decir que hay estrés, siempre hay mucha tensión dentro de la misma campaña, entre los líderes del territorio, en cada ciudad pasa una cosa y otra, en fin. Eso es lo que lo termina a uno cansando. Tantos viajes en avión es agotador. En la primera etapa de la campaña tuvimos hasta 4 manifestaciones al día.

¿Cuáles fueron sus momentos más angustiosos como jefe de campaña?

-Cuando comenzaron a circular los ‘Petrovideos’, pero eso no nos hizo daño. En principio uno hubiera podido creer que eso no hacía daño, lo mismo que cuando malinterpretaron lo del ‘perdón social’, propuesta que fue distorsionada y tergiversada, pero no afectó en nada la campaña.

Con tanto trajín, ¿bajó de peso?

-Al revés. Cuando me siento angustiado y con problemas se me da por comer mucho, sobre todo dulce. Es por la ansiedad. He subido de peso.

¿Y dormía poco?

-Siempre he dormido bien. Esta campaña me dejó de ser noctámbulo porque muchas veces había que madrugar.

A usted también le dieron rejo algunos medios de comunicación ¿cómo lo afrontó?

-Me cogieron de marica como tema de la campaña. Justamente porque esos procesos son puras emboscadas. Pero por eso levantamos a patadas la campaña. Al comienzo me daba rabia y me hubiera gustado reaccionar, pero por la misma campaña y por el candidato, no lo pude hacer. Me tocó amarrar la lengua. (risas)

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