Vida Cultural / 10 de septiembre de 2022

Larry Iguarán: la nota alta de la cultura guajira

Patricia Escobar

El gerente del Fondo Mixto para la Cultura de La Guajira es un comunicador social, compositor y cantante que sueña con que el talento de su tierra sea conocido y valorado en su real dimensión. Los escenarios donde hoy canta son otros a los que conoce desde los 13 años cuando por primera vez se subió a una tarima.

Larry Igurán Vergara, el Gerente del Fondo Mixto para la Promoción de la Cultura y las Artes de La Guajira prácticamente comenzó a cantar al mismo tiempo que hablar. De eso hace ya más de 35 años, cuando su casa, en Maicao, La Guajira donde nació, era visitada por los más afamados intérpretes del vallenato como Diomedes Díaz, Rafael Orozco, Carlos Huertas, Hernando Marín, entre otros.

Hoy, a pocos meses de cumplir sus 40 años de edad tiene la difícil tarea de gerenciar esa entidad de su amado departamento.

Se define como una persona alegre, soñadora, familiar, emprendedora. Es padre de tres hijos y siente un orgullo desbordante por ser de donde es. Por eso no es extraño verlo luciendo sombrero típico de la región y cargar con orgullo una mochila llena de sueños y trabajos por realizar.

Hijo de Hernando Iguarán Romero, reconocido político de la región quien fue entre otras cosas alcalde de Maicao, Diputado y Representante por La Guajira, y de Donith Vergara Saucedo, una gran comerciante y ama de casa, es el tercero de 4 hijos del matrimonio. Es el menor de los hermanos hombres que, en la adolescencia se iniciaron en la música profesionalmente como Los Hermanos Iguarán

Estudio en los colegios Girardot, Colombo Árabe, y Montes de Oca en su tierra natal y después viajó a Bogotá donde en la Universidad Sergio Arboleda se graduó de Comunicador Social con énfasis en Comunicación Organizacional.

Es músico empírico como sus hermanos. A los 14 años grabó su primer trabajo discográfico. Eso pasó después de que un tío lograra, en el año 97, que sus sobrinos, nuevos en la música, actuarán como teloneros en un concierto de Moisés Angulo. “Fuimos recibidos con tanto cariño y simpatía que nos decidimos a seguir por este camino que no es fácil, pero que nos encanta”, dice.

Larry compone, toca guitarra y canta, y no sólo vallenato. Le gustan otros géneros musicales y aspira a grabar, “aunque sea para mi catálogo personal”, afirma.

Después de ese primer trabajo, grabaron con la disquera Codiscos dos producciones y con Jean Music, otras tantas.

Como artista se han presentado en muchos lugares. Países como México y Venezuela, conocen su talento. Y aunque en Colombia no son los más conocidos, no siente que el camino recorrido haya sido una frustración sino, la posibilidad de aprender, conocer, reconocerse y avanzar.

Ahora, sin apartarse de la música, está enfocado en sacar adelante el Fondo con el lema: “Vivamos la cultura”. Lo quiere hacer con una entidad más equitativa y transparente, y la convicción de que la cultura es la única fuerza capaz de generar transformaciones perdurables. Para lograrlo trabaja en alianzas, en ampliar el portafolio de servicios, en poner en marcha un banco de proyectos, buscar más aportantes y más empresas que crean y apoyen la cultura.

Llegó a ese cargo después de un largo proceso de selección al que se postularon unas 15 personas. Cree que su cargo es una “joya” que por su condición mixta puede cumplir una gran función en pro de la cultura, gestionando ante los sectores públicos y privados. Una entidad que facilita la realización de muchos y diversos programas no solo en la cultura como tal, sino también en el turismo y la educación.

Está convencido que el territorio, sus hermosos y variados paisajes; su riqueza cultural, sobre todo la ancestral, y la gente guajira son unas riquezas invaluables de La Guajira y por ellas, piensa darlo todo. Ya ha comenzado.

Entre sus retos está sanear la entidad a su cargo, fortalecer el banco de proyectos, e iniciar una política de autosostenimiento para que el Fondo tenga sus propios ingresos y no tenga que depender de otros. “De esta manera podríamos cumplir con todo lo que la gente espera de nosotros”, dice.

Trabajar con pasión y amor, y organizar a los artistas para que puedan acceder directamente a recursos a través de proyectos viables son su norte. Su sueño es que todo artista guajiro sea reconocido y valorado, y que su trabajo le permita vivir con dignidad porque es apreciado por los demás.

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