La OMS ha advertido sobre el grave riesgo para la salud entre quienes se automedican. Foto: OMS
El uso indebido sin la debida prescripción médica podría conducir a la aparición y propagación aceleradas de resistencia a los antimicrobianos. La OMS lanza campaña.
Lo más riesgoso para la salud cuando se tiene fiebre y dolor de garganta es acudir a la farmacia más cercana o pedir un domicilio para que le vendan amoxicilina o lo primero que le recomiende el farmaceuta, un vecino o un familiar.
Ya se ha vuelto costumbre auto recetarse porque “le funcionó a un amigo” o “el malestar se pasa más rápido”, como algunas veces escuchamos a nuestro alrededor.
Pues sepa que la Organización Mundial de la Salud celebra anualmente una sobre el uso de los antimicrobianos que tiene por objeto concientizar sobre la resistencia a los mismos a nivel mundial y fomentar las mejores prácticas entre el público en general, los trabajadores de la salud y los encargados de formular políticas para detener la aparición y la propagación de infecciones resistentes a los medicamentos.
Esta resistencia se produce cuando las bacterias, los virus, los hongos y los parásitos cambian con el tiempo y ya no responden a los medicamentos, lo que hace que las infecciones comunes sean más difíciles de tratar con lo que aumenta el riesgo de propagación de enfermedades, de padecimiento de enfermedades graves y de muerte.
El uso excesivo e indebido de medicamentos en los seres humanos y en la ganadería y la agricultura, así como el acceso deficiente al agua potable, el saneamiento y la higiene han acelerado la amenaza de la resistencia a los antimicrobianos en todo el mundo, advierte la OMS.
En esta problemática también contribuyen las prácticas de prescripción médica deficientes y el incumplimiento del tratamiento por parte de los pacientes.
Los antibióticos matan las bacterias, pero no los virus que provocan enfermedades como el resfriado y la gripe. Pese a ello, a menudo se prescriben incorrectamente antibióticos para esas enfermedades o estos se toman sin la debida supervisión médica. Los antibióticos también suelen utilizarse en exceso en los animales de granja y en la agricultura.
Por lo tanto el objetivo es poner de relieve la necesidad de proteger medicamentos cruciales más allá de los antibióticos, como antivíricos, antifúngicos y antiparasitarios, fundamentales para prevenir y tratar infecciones en los seres humanos, los animales y las plantas.
A todo este panorama se suma la falta de agua potable y saneamiento en los centros de atención de la salud, las granjas y los entornos comunitarios y la prevención y el control inadecuados de las infecciones que promueven la aparición y la propagación de infecciones resistentes a los medicamentos.
Según la Organización Mundial de la Salud el uso indebido de antibióticos durante la pandemia de COVID-19 podría conducir a la aparición y propagación aceleradas de resistencia a los antimicrobianos.
Lo anterior teniendo en cuenta que la Covid- 19 es causada por un virus, no por una bacteria y, como se ha dicho, los antibióticos no deben utilizarse para prevenir o tratar infecciones víricas, a menos que también estén presentes infecciones bacterianas.
En el 2015 un grupo de líderes mundiales lanzó un plan de acción sobre la resistencia a los antimicrobianos para garantizar que, en las generaciones venideras, podamos seguir previniendo y tratando las enfermedades infecciosas con medicamentos seguros y eficaces.
Por lo tanto la próxima vez que le afecte una gripa no tome medicamentos antimicrobianos sin la debida supervisión médica bien se trate de antibióticos, antivirales o antifúngicos, entre otros.
La resistencia a los medicamentos ha dificultado el tratamiento de las infecciones. Por eso, una buena higiene puede contribuir a detener su propagación.
Incluso durante la pandemia siga adelante con los tratamientos prescritos para prevenir la resistencia a los medicamentos.