No hay nada más desagradable en un persona que sentirle mal aliento cada vez que habla. El también llamado halitosis, es un problema del que muchas personas no son conscientes, pero necesita más atención de lo que cualquiera se imagina.

La halitosis es causada por una enfermedad local o una alteración orgánica. Puede ser un síntoma de otras enfermedades que va más allá de la boca y los dientes. Muchos que la padecen piensan seguramente que mascando chicle es la mejor solución, pero no, si persiste es porque es producido por enfermedades respiratorias, sinusitis crónica, bronquitis, diabetes o problemas con el hígado o de los riñones.

Afecciones como el reflujo gastroesofágico o el cáncer pueden causar también mal aliento.

Una de las causas más comunes del mal olor en la boca es la falta de higiene. Si una persona no se asegura de llevar una limpieza diaria y correcta, la comida se va alojando en sus dientes, momento en el que se producen las bacterias culpables de la aparición de halitosis.

Un viejo remedio casero para acabar con el mal aliento es el agua de manzanilla, siendo ésta una ayuda para eliminar las bacterias que se producen en la boca. Utilízala para enjuagarte con el agua las veces que quieras, pero lo ideal es que no lo ingieras.

En vez de chicle o goma de mascar mejor es masticar perejil. Esta planta herbácea que se puede conseguir en cualquier supermercado a bajo precio,  sirve como estimulador de la saliva, lo que permite incrementar la protección de la boca. Se trata de un remedio más efectivo si es utilizado tras la rutina de higiene normal. De esa manera tendrás un aliento más fresco por más tiempo.

Los cítricos también estimulan la producción de saliva. Por eso, ingerir zumo de limón ayuda a eliminar la resequedad y además elimina las bacterias., aunque su excesivo consumo puede llevar a tener efectos negativos en los esmaltes de los dientes. Porque todo en exceso es malo.