Empresariales / 30 de enero de 2021

Dos empresarios sincelejanos que impulsan el arte con materiales reciclables

Miredvista.co

La ingeniera ambiental Paula Gómez y el diseñador gráfico Salim Martínez unieron su talento para diseñar libretas artesanales a través de Jorobada Objetos. La meta es empezar a exportar este año.

La responsabilidad ambiental es fundamental en la fabricación de libretas artesanales. Foto: Jorobada Objetos.

Hace tres años, los sueños de dos sincelejanos coincidieron y decidieron emprender un viaje para compartir con el mundo sus pasiones: el amor por el diseño, el trabajo manual y, sobre todo, por el planeta que habitamos. Así nació Jorobada Objetos (@jorobadaobjetos), una empresa que se dedica a crear productos únicos con sentido de pertenencia con el medio ambiente.

Cuadernos, agendas, bolsos, cartucheras y otros souvenirs con diseños únicos y hechos a mano hecho con materiales reciclados hacen parte del catálogo de Jorobada. Sus cofundadores, Paula Gómez Jiménez y Salim Martínez Garrido, explican que los papeles y las telas son excedentes de la industria; además, encontraron la manera de generar la menor cantidad de desechos posible durante el proceso de elaboración. “De hecho, el desperdicio que generamos, lo reutilizamos”, dicen, y ambos recalcan su política de cero uso de plástico.

El nombre viene de uno de los grandes sueños de Paula: conocer a las ballenas jorobadas. Esta ingeniera ambiental de 30 años se declara una curiosa y protectora del medio ambiente, y cuenta que mientras estudiaba en la universidad ella misma hacía sus propios cuadernos.

“Consideraba que comprar cuadernos nuevos era generar más desperdicio, sabiendo de antemano que de los semestres pasados siempre me quedaban hojas. En ese entonces cogí hojas que habían sobrado de otros semestres, y fue así como empecé”, recuerda.

A Salim, diseñador gráfico y fotógrafo, siempre le había gustado coleccionar cuadernos. Comenta, entre risas, que tiene unos 50 “inmaculados” sin abrir y que entre sus planes siempre había estado emprender un negocio.

En ese entonces, Paula trabajaba en una empresa y Salim era independiente. Con su creatividad y conocimientos técnicos, se les ocurrió la idea de comercializar cuadernos como una actividad extra para generar ingresos y cumplir el sueño de ver ballenas.

Pero el proyecto tuvo tanta acogida que dejó de ser un emprendimiento para convertirse en empresa: empezaron a tener mucha más demanda y a generar empleos para la gente. “Qué mejor motivación que la que nos hizo empezar este proyecto; Jorobada le rinde honor a este sueño que, aunque todavía no se ha cumplido porque se nos agrandó –ahora queremos ir a Argentina–, fue la chispa que nos hizo emprender este viaje”.

Jorobada Objetos lleva 3 años vendiendo a toda Colombia, con clientes empresariales en Barranquilla, Bogotá, Medellín, y Pereira. Para este año, su aspiración es poder hacer más alianzas con otros emprendedores, tener un showroom para exhibir sus productos y exportar a otros países.

Los diseños inspirados en la naturaleza son de Salim Martínez y de Paula Gómez. Foto Jorobada Objetos.

Modelo de negocio construido desde el corazón. En Jorobada Objetos todo el tiempo se evalúan y corrigen para mejorar. “Las primeras preguntas que nos hicimos mientras nos planteábamos nuestro modelo de negocio iban encaminadas a cómo podíamos contribuir al medio ambiente; fue ahí cuando identificamos que en la industria textil se genera mucho desperdicio que no se aprovecha, lo que para nosotros resultó ser una oportunidad”.

La empresa ha sido ganadora de reconocimientos como el premio Portafolio en la categoría de cuidado del medio ambiente, y más recientemente de Quilla Innova, la convocatoria de la Alcaldía Distrital que busca impulsar las empresas en la ciudad.

Haber estado en Quilla Innova con todos los talleres y asesorías “fue dar un salto. Teníamos muchas cosas resueltas, pero sentíamos que nos faltaba aterrizar y organizar ciertos procesos y direccionamiento. Esto, sumado al apoyo y compromiso de los asesores, además de la red de contactos que fuimos formando en el proceso, fue un impulso vital para nuestro negocio”, expresa Paula.

Finalmente, estos dos jóvenes empresarios del Caribe, que generan cinco empleos, invitan a todos los que están planeando iniciar un proyecto a que no desfallezcan. Esa fue una de las enseñanzas que les dejó el 2020: “A pesar de la pandemia, nosotros nunca paramos. Al principio se retrasaron algunos procesos, pero nos dimos cuenta de que en cuarentena la gente estaba buscando cosas que hacer y que nuestros productos impulsan la creatividad. Muchos empezaron a practicar dibujo u otras técnicas y fue así como llegaron nuevos clientes. Fue un reto, pero definitivamente hay que saber aprovechar las oportunidades”, coinciden.

Ahora en este 2021 se preparan para dos grandes retos: empezar las exportaciones, como ya se lo han pedido sus clientes, y conocer las ballenas jorobadas en la Patagonia argentina, la principal fuente de inspiración diaria.

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