Daniel y su padre Omar Geles, autor de ‘Los caminos de la vida’, y de quien heredó el talento, fueron inseparables dentro y fuera de los escenarios.
El hijo del desaparecido cantautor y acordeonero Omar Geles, quien fue su mentor y lo apoyó, habla de su carrera musical y de la relación con su padre. Dice que siempre le dijo que hiciera su propia historia en la música y también dejara muy en alto su nombre.
Daniel Geles es el vivo retrato de su papá, el acordeonero y compositor Omar Geles, fallecido el 21 de mayo de 2024 a los 57 años; no solo por su enorme parecido físico, sino por su forma de ser, su entrega a la gente y la pasión que los unía por la música vallenata.
Como “hijo de tigre sale pintado”, de él heredó su talento en el canto, la interpretación del acordeón y en la composición, y hasta sus ‘mañas’, porque cuando cogían rabia, ambos tartamudeaban, gagueaban, como confiesa su hijo de 21 años.
Aunque Daniel reconoce que ahora mismo es inevitable que lo identifiquen como “el hijo de…” espera que en el futuro no lo sigan señalando o comparando con su progenitor porque su sueño es abrirse camino confiando en su cualidades artísticas que con el tiempo quiere seguir demostrándolas. “Mi papá no quería eso, me decía siempre que yo hiciera mi propia historia y que dejara mi nombre en alto”.
“Así me veo dentro de unos años más en la industria, como cantautor exitoso, llevándole alegría al público, honrando, eso sí, la memoria de mi padre en cualquier lugar donde me presente”.
SU CANCIÓN BANDERA
A diferencia de Omar Geles en ‘Los caminos de la vida’, basada en una historia real hecha canción, que compuso al recordar las dificultades de su niñez, la escasez y el abandono paterno que se fue sin regreso, a Daniel no le tocó padecer las mismas penurias, pero considera que “este camino de la vida por el que hoy transito ha sido mucho más difícil porque ya no tengo la presencia de mi padre que fue mi mentor, con el que siempre compartía y que me apoyó, sobre todo en esta carrera en la que estoy aún más ligado a él”.
De hecho, su tema bandera es ‘Los caminos de la vida’, y también la canción que Omar le compuso a su abuelo en la que se refiere a los primeros años cuando éste se fue de la casa dejando a su abuela Hilda.
De 7 hermanos Geles, Daniel, quien aprendió solo a tocar acordeón, es el más talentoso, el artista, el heredero del legado de Omar. Dice que acompañó en el instrumento muchas veces a su papá. “Él tenía su propio acordeonero, pero me dejaba tocar cuatro canciones con él. Ambos escribimos ‘Así lo quiere Dios’ y la grabamos los dos hace como un año, la iba a incluir en su nueva producción, pero no alcanzó. Entonces yo la lancé en su memoria. Por esa razón esa pieza tiene especial significado para mí”.
En cuanto al tema ‘Me voy a reír’, de su autoría cuando apenas tenía 15 años, fue la primera canción que le grabaron. La llevó a los estudios de grabación Churo Díaz. «Pero no fue la primera que escribí, fue una canción inédita. La historia es muy curiosa, porque una profesora de música en el colegio me puso de tarea que tenía que hacer una canción. Me lo dijo un viernes y me retó anunciándome que el lunes debía llevarla. Yo no tenía ni idea qué era componer. Y cuando llegué al colegio, la presenté con el nombre de ‘Agradecimiento’, y así participé en el festival que hacía el colegio”.
Pese a su corta edad, Daniel Geles ha compuesto muchas melodías, entre ellas ‘Caricias nuevas’ que llevó a los estudios Elder Dayán; ‘Deja la locura’ en la voz de Rafa Pérez, ‘Nadie me gusta’ por Ana Del Castillo y ‘Qué belleza’ por Peter Manjarrés.
ENTREGADO A LA MÚSICA
Para él, además de su papá, entre los compositores que más admira están Tico Mercado y Wulfran Castillo, quienes que son sus primos hermanos, sin dejar a un lado al maestro Fabián Corrales, de quien dice: “ sus composiciones las considero que son de otro nivel. Es un poeta.”
Manifiesta que parte de su éxito es la disciplina y entrega a su trabajo. “Con Dios de la mano y con fe todo se dará de la mejor manera posible. Es que lo mío es la música, es un don que Dios me dio, y que me dediqué al acordeón sin que nadie me enseñara y a los 11 comencé a componer. Yo siempre he cantado, tenía eso como guardado para mí, y mi papá siempre me decía que no tuviera miedo, que me arreglara y lo hice; y para la gloria de Dios todo ha salido bien, la gente está contenta con lo que hago”.
Lo cierto es que este talentoso joven, que estudió música y producción musical en Barranquilla sin que le llamara la atención otra profesión, cuenta con miles de seguidores en las redes, y el público lo ovaciona en cada una de sus presentaciones que no paran. En el mes de noviembre de este año, por ejemplo, ya tiene la agenda copada con actuaciones en varias ciudades de Colombia y Venezuela. Hace dos semanas estuvo como invitado a Nueva York participando en el tradicional desfile del Día de la Hispanidad interpretando varios de sus éxitos.
Y cada vez que culmina sus compromisos artísticos, lo primero que hace es visitar a su abuela Hilda Suárez, de quien dice “es el recuerdo que mi papá nos dejó, a quien tenemos que cuidar, darle amor y estar con ella todo el tiempo posible. Con mi abuela me encanta jugar dominó y parqués”.
Por último manifestó que para él sería un honor hacer colaboraciones con estrellas de la música de acordeón como Silvestre Dangond y Poncho Zuleta, entre otros.