En la Nota / 22 de julio de 2023

Esta semana todos los sonidos nos llevan a Joe Arroyo

Rosario Borrero

El 26 de julio se conmemoran los 12 años del fallecimiento del ‘Centurión de la noche’, y con pocos días de diferencia también se cumplen los aniversarios de la grabación de dos de sus más emblemáticas canciones: ‘La Rebelión’ y ‘En Barranquilla me quedo’.

Podemos parafrasear al maestro Chelito de Castro, quien afirmó en una publicación por Twitter que Julio es “el mes de Joe Arroyo”. Pero podemos ser más precisos aún: en la semana que comienza, la última del mes de julio, todos los sonidos y toda la rumba nos llevan al inolvidable ‘Centurión de la noche’.

Y Chelito lo explica muy bien: este martes 25 de Julio se cumplen 35 años de la grabación de la emblemática canción En Barranquilla me quedo (25/07/1988); al día siguiente, 26 de julio, se conmemoran 12 años del fallecimiento del Joe (26/07/2011), y el viernes 28 los 37 años de La Rebelión (28/07/1986).

El 1º de noviembre de 1955 nació en Cartagena Álvaro José Arroyo González, y el 26 de julio de 2011 murió en Barranquilla Joe Arroyo, a los 55 años, dejando un legado musical que lo convirtió en uno de los más grandes artistas del país y en una leyenda de la música popular del caribe colombiano.

Aficionado a la música desde niño, a los ocho años ya cantaba en público; a los doce se había convertido en una de las voces del coro de la catedral y, al mismo tiempo, se ganaba la vida cantando en bares y burdeles de su natal Cartagena. En sus inicios, cantó con agrupaciones como Los Caporales del Magdalena, y ya en los 70 hizo parte de la agrupación Manuel Villanueva y su Orquesta y del Supercombo Los Diamantes, en la que lo bautizaron como ‘Joe’.

Posteriormente se trasladó a Barranquilla, donde se unió a la orquesta La Protesta, que había sido creada en 1970. Al año siguiente se trasladó a Medellín para unirse a Fruko y sus Tesos, orquesta en la que estuvo 10 años y en la que interpretó algunos de sus grandes éxitos y realizó giras por Colombia, Ecuador, Perú y Estados Unidos.

Joe grabó con otros grupos, como The Latin Brothers, Pacho Galán y con Los Titanes, La Sonora Guantanamera, Wganda Kenya y Afrosound, entre otras. Hizo su lanzamiento como solista con su orquesta La Verdad, cuyo álbum de debut se titularía Arroyando.

REBELIÓN DE JOE

El 27 de julio de 1986 graba su tema Rebelión, de su autoría y una de sus canciones más importantes, que inicialmente se llamó El Mulato, y que en una versión menos pulida grabó primero el cantante barranquillero Joe Urquijo, ya fallecido. El tema, que relata la tragedia de la esclavitud en América Latina y que en algunos lugares se conoce también como No le pegue a la negra, como reza su estribillo, se convirtió de inmediato en un hit, todo un clásico en cuanta fiesta se hiciera en el país.

El músico cartagenero Michi Sarmiento, autor de los arreglos de esa canción, cuenta que una noche en el estudio de grabación, el Joe simplemente le dictó la canción entera y que él solo tuvo que acomodar y repetir los famosos coros que dicen: “No le pegue a la negra”, en medio de la descarga salsera. “¡Y ya está! –dice Michi–. El tema inmortal del Joe es Rebelión, lo demás son maricadas”.

Por su parte el pianista Chelito de Castro recordó para el diario El Tiempo cómo fue su participación en Rebelión: “Yo no tenía ningún nombre en la música y ésta era mi primera y real aproximación al éxito. El Joe ya había dicho que si lo mío no funcionaba, lo mejor sería llamar a Alfredito de la Fe para que el solo fuera de violín. Cuando estábamos grabando, el Joe me dijo “suéltalo pues”, y se salió del estudio, sin yo tener idea de si iba a regresar o no. De los nervios, la angustia y el deseo de hacer la cosa perfecta, yo me quité la camisa como quien se va a dar trompadas, me concentré y me dejé ir en el piano. Entonces, me lancé con todo y como a los 30 segundos de estar sollado, volando, noté que el Joe no entraba ni hacía la seña de parar, ni un carajo; así que extendí el solo, lo llevé por otra ruta, y ese piano viajó por minuto y 15 segundos. Cuando el Joe volvió al estudio, me dijo: ‘¡No joda, Chelito, te fajaste!’. Esa fue la primera y única toma que se hizo del famoso solo que me hizo conocer en todos lados del mundo”.

A partir de ese momento la carrera de Joe Arroyo fue otra. El tema lo puso en la mira de la crítica internacional, y tal fue su éxito, que nunca pudo sacarlo del repertorio de sus presentaciones en vivo, no obstante en esa época también grabó importantes canciones salseras, como Mary, Yamulemau y Pa’l bailador, entre otras

Y EN BARRANQUILLA SE QUEDÓ

Dos años después, el 25 de julio de 1988, grabó otro de sus temas insignes, En Barranquilla me quedo, del que Chelito De Castro, habló en el tuit que publicó el 20 de julio, a propósito de los 35 años de la canción.

“Este es un tema que se fue construyendo a partir de la genialidad de Joe Arroyo, luego pasando por el ensamble de La Verdad (Peso, Pin, Efraín, Ivan, Obert y yo) siguiendo con la armonización de los metales (Juventino) continuando con los coros (Juancho y Jhonny) para regresar a la inigualable voz del Joe. Todo un derroche de talento y trabajo en equipo, que demuestra que la buena música no envejece y siempre te pone a gozar”, recordó.

El Joe se consolidó entonces como uno de los ídolos de la música colombiana, con un sonido único que nadie podía imitar y una popularidad que solo podía ser disputada en ese momento por el Grupo Niche, la orquesta de Cali dirigida por Jairo Varela.

Su sello estaba en la combinación de ritmos caribeños y africanos de sus canciones, mezcla que después sería bautizada como “Joeson”. Además de sus ritmos llenos de personalidad, el Joe tenía otro sello único: el caballito, esa contracción de la garganta que sonaba como el relincho de caballo y que era tan particular en sus canciones.

Todo esto hizo de Álvaro José Arroyo González un artista irrepetible, cuya muerte sigue siendo lamentada por sus seguidores que tienen, sin embargo, su mayor consuelo en su exquisita discografía.

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