Jennifer López y Ben Affleck, la pareja más mediática de los últimos tiempos, por fin celebrarán su boda con familiares y amigos como Dios manda.
Las celebraciones tendrán lugar, desde este sábado, en la finca de propiedad del novio en Hampton Island, en la costa de Georgia. La cantante y actriz lucirá blanca y radiante con un vestido firmado por Ralph Lauren.
Luego de un mes de haberse casado en secreto en Las Vegas (EEUU) y haber pasado su luna de miel en París, Jennifer López y Ben Affleck celebrarán por lo alto su boda, tal como se venía rumorando.
Según los medios faranduleros, el festejo tendrá lugar en la finca que Affleck posee en Hampton Island en la costa de Georgia, con 33 hectáreas, y que adquirió precisamente cuando inició su relación la cantante hace 20 años. Además, allí era donde se iban a casar en 2002 antes de que la presión mediática frustrase su compromiso.
Tal como lo anunció ‘Daily Mail’, la pareja planea gastarse unos 8 millones de dólares en esta segunda boda, que tendrá lugaren la impresionante mansión de estilo sureño que su dueño antes había puesto en venta, pero después se arrepentió.
Se tratará nada menos que de tres días de rumba, la primera es una cena de recepción a los invitados. La propia celebración nupcial será este sábado y el domingo para despedir a quienes les acompañen en la celebración será ofrecida una parrillada y picnic.
Matt Damon, Jimmy Kimmel, Casey Affleck y Drea de Matteo son algunos de los invitados confirmados, aunque por el momento no se conoce el número total de los asistentes.
Dicen que el conocido coach Jay Shetty sea quien oficie la ceremonia.
Lopez lucirá blanca y radiante…El vestido lleva la marca Ralph Lauren de alta costura personalizado y hecho en Italia.
La revista Vogue, que tendrá la exclusiva anuncia en su Page Six, que el organizador de eventos para famosos Colin Cowie será el encargado de todos los detalles de la celebración.
Los paparazzi han estado al acecho de todos los movimientos en los alrededores de la flamante finca, donde se alojarán varios de los invitados. Para ello, fue montado una especie de reten en la entrada para evitar el ingreso de intrusos, fotógrafos y personas no invitadas.