El veterinario Amir Khalil le canta a Kavaan My Way mientras lo baña. Foto: Four Paws.
Organizaciones animalistas como Four Paws y Free The Wild trabajan en el traslado de Kavaan de Pakistán a Camboya tras permanecer encadenado 30 años.
Kavaan se volvió un elefante gordo, triste y con problemas mentales. Por más de 30 años permaneció encerrado en una jaula pequeña y encadenado en el zoológico de Islamabad, desde donde será trasladado en pocos días a un santuario de Camboya.
“Será una vida en paz y con compañeros”, explica Four Paws, la organización defensora de animales con sede en Austria, que junto a Free The Wild, de la que hace parte de cantante Cher, emprendieron una cruzada para evitar que el paquidermo corra la misma suerte de otras especies que han muerto desnutridos en el mismo zoo en donde permanece Kavaan.
La cruzada para liberar al elefante de las deplorables condiciones en las que permanecía empezó en el 2016, hasta que finalmente el Tribunal Superior de Islamabad asignó al veterinario Amir Khalil todo lo relacionado con el traslado hasta Camboya.
A comienzos de septiembre, Four Paws, previos exámenes médicos, dio luz verde al viaje vía aérea que tardará siete horas.
“Con la reubicación de Kaavan, no solo el último elefante asiático de Pakistán abandonará el país, ¡sino que el infame zoológico de Islamabad finalmente cerrará!”, declaró la organización austriaca que se financia exclusivamente con donaciones.
El entrenamiento de Kavaan, donado en 1985 por Sri Lanza a Pakistán, es liderado por Khalil, que desde agosto no se le despega. El veterinario, que ha entablado una estrecha amistad con el elefante, es quien lo baña, lo alimenta y le canta para aliviarle el estrés
Khalil, austriaco de origen egipcio, explicó que descubrió que cuando le cantaba My Way, interpretada por el desaparecido Frank Sinatra, el animal cambiaba, se relajaba “Noté que necesitaba una conexión. Nadie se ha preocupado por él en muchos años”, narró quien ha estado dedicado 27 años se su vida al rescate de animales en Siria, Irak y Gaza.
“Cuando no le canto, se la pongo en el teléfono y enseguida empieza a ejercitarse”, aseguró.
Explica que además de entrenar a Kavaan para ingresarlo al contenedor diseñado especialmente para su traslado, el paquidermo está sometido a una dieta para que baje de peso.
De la nueva vida para el elefante, Khalil asegura que en la primera fase permanecerá solo, pero que la idea es que se una a otros elefantes.
El entrenador de Kavaan en este proceso, Ingo Schmidinger, sostiene que durante el viaje hasta Camboya hay que evitar que el elefante se mueva dentro del avión, por lo que será necesario encadenarlo de las patas durante el trayecto que tiene un costo de 50.000 dólares, para lo cual, se abrió una jornada de donación que ha tenido enorme acogida.
En pocas semanas los dos veterinarios confían en finalmente que el elefante más deprimido de Pakistán “viva una vida plena, a su manera”, como dice Sinatra en la canción.