Melanie Hoyos Polo, maestra de prescolar, teje bolsos, sombreros, pareos, aretes y artículos para el hogar.
Cuando Melanie Hoyos Polo empezó a tejer con trapillo, que son los retazos de tela que muchas modistas y sastres desechan, era fácil conseguirlo porque casi nadie lo trabajaba.
En ese entonces empezaba a ensayar artículos para el hogar como individuales, tapetes y bolsos.
Dice que ahora, como ha crecido la demanda de este material con el que ella trabaja, el producto está cotizado en el comercio.
“Yo iba al Centro y casi que me lo regalaban, pero ahora lo venden en rollos de diferentes tonalidades. Seleccionan las mejores tiras de telas en algodón y lycra, por ejemplo. Hasta subió de precio”, explica.
Esta docente de prescolar recuerda que aprendió a tejer desde los 9 años en las clases de manualidades del colegio, pero que el arte lo afianzó viendo a su mamá Edith Polo, empleada de un almacén de artículos de modistería, y a sus tías Marta y Nerlys tejiendo en lana.
Pero fue en plena pandemia cuando se inclinó por el trapillo cuando veía en redes sociales videos sobre la elaboración de artículos en otros países.
Su hermano Javier, diseñador gráfico, le propuso elaborar el logo de su marca Mis Detalles Mel (@misdetallesmell) para que empezara a comercializar lo que hacía diseñaba y tejía durante largas noches. Así arrancó un emprendimiento que ya cumple dos años y que complementa con sus clases en el prescolar en la la Institución Técnica La Enseñanza del Municipio de Soledad.
“Amo el trapillo, me encanta trabajarlo y hacer obras de arte”, añade, al destacar que a la línea ha agregado bolsos, tapetes, organizadores, centros de mesa y pareos, entre otros.
A mediano plazo planea estudiar licenciatura en arte porque las manualidades son su otra gran pasión, después de la docencia.
Los artículos que ella ofrece los comercializa a través de las redes sociales, con despachos principalmente a Barranquilla.