Empresariales / 2 de julio de 2022

La historia de los esposos que pasaron de empleados a emprendedores

María Eugenia Duarte Pugliese, y Leonardo Andrés Heras, esposos y emprendedores de Congelados Heras.

Alix López

Congelados Heras, de María Eugenia Duarte y Leonardo Heras, empezó vendiendo deditos y empanaditas. Hoy tienen más de 20 referencias en el mercado que venden en ciudades de la Costa y el interior.

La clave es calidad vs precio, dice la gerente de Congelados Heras.

Ella es economista egresada de la Universidad del Atlántico y él, realizador audiovisual de la Universidad Autónoma del Caribe.

Desde que recibieron grado hasta el 2013 se desempeñaron en varios cargos de empresas reconocidas y y que para mejorar los ingresos familiares empezaron a ofrecer bandejas de congelados de deditos y empanadas, teniendo para ello la asesoría de la mamá (Carmen Pugliese) y del suegro (Jairo Heras).

“No sabíamos nada, pero poco a poco fuimos aprendiendo”, narra María Eugenia Duarte Pugliese, que junto a su esposo Leonardo Andrés Heras Álvarez, están al frente de un emprendimiento familiar: Congelados Heras (@congeladosheras) de Barranquilla.

El comienzo fue en la casa famiiar de María Eugenia en el barrio La Pradera, pero poco a poco la demanda iba creciendo por lo que sus papás decidieron trasladarse a otro inmueble para que la pareja pudiera montar una fábrica que hoy tiene registro Invima.

“Comenzamos vendiendo siete bandejas al mes, pautábamos en Facebook, y eso nos ayudó porque nos fueron conociendo”, recuerda esta barranquillera de 30 años.

Con la plata que iban ahorrando y con un préstamo al que pudieron acceder compraron un refrigerador grande porque la meta era seguir creciendo, como en efecto así ha pasado.

Hoy en día venden 7.000 bandejas al mes y tienen más de 20 referencias en la línea de productos que ofrece picadas, meriendas, congelados y pasabocas típicos para freír u hornear.

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“Calidad vs precio es la clave”

María Eugenia y Leonardo  “la tienen clara”, como decimos acá en la Costa porque su meta a mediano plazo es que la firma sea reconocida a nivel regional y nacional.

Saben que para ello tienen que trabajar duro, con disciplina, pero también, con mucha calidad como hasta ahora. “Queremos ser líderes, por eso trabajamos calidad versus precios, ahí está la clave de nuestro éxito”, asegura.

Por eso recibieron el registro Invima en el 2018 luego de un proceso en el que se exigen varios requisitos que ellos han cumplido a cabalidad.

María Eugenia Duarte

Los deditos de trigo y maíz, quibbes, hayacas, papas rellenas, entre otras referencias, están siendo comercializadas en Carnes Santa Cruz, mientras que a Megatendas le venden productos para cafetería.

Están presentes además en supermercados Euro en el barrio Rosales y centro comercial Carnaval, pero también tienen dos puntos en Montería y 12 en Medellín, mientras que en Santa Marta los consiguen en Rapimercar.

El año pasado participaron en Sabor Barranquilla, que era otra de sus metas, y a mediano plazo quieran seguir creciendo esta vez a Bogotá y consolidar ventas en tiendas de superficie en Barranquilla.

A la hora de hacer un balance se devuelve a sus comienzos para recordar las trasnochadas de su mamá Carmen Pugliese, sincelejana, para enseñarles a preparar los primeros deditos y empanadas, y de su suegro, Jairo Heras, nacido en Cerro de San Antonio (Magdalena) un experto panadero que trabajó con las mejores marcas de Barranquilla.

“Valió la pena”, coinciden hoy María Eugenia y Leonardo Andrés.

 

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