Shoji Morimoto, el físico japonés de 36 años que alquila sus servicios, eso sí, nada de esfuerzo físico. Tomado de Instagram.
El exitoso modelo laboral fue implementado por el físico Shoji Morimoto que ofreció sus servicios de alquiler por redes.
¿Le gustaría no hacer nada, y ganar dinero, precisamente por eso, por haraganear?
Pues si le interesa, este modelo ‘laboral’ lo acaba de implementar con rotundo éxito en Japón, Shoji Morimoto, estudiante destacado de Física en la Universidad de Osaka.
Y no es que el audaz Shoji, de 36 años, casado y padre de un niño, estuviese desempleado, pues laboraba desde hacía tres años en una empresa editorial de la que acaba de renunciar.
El negocio del japonés consiste en alquilarse, así como lee, alquilarse, a cualquiera que solicite sus servicios.
El anuncio lo público en su cuenta de Twitter, y desde entonces le han llovido las ofertas.
A los clientes les aclara que sus servicios no incluyen tareas que representen esfuerzo físico, que solo se limitará a escucharlos, y durante el lapso del alquiler no hará cosa diferente de comer, beber y haraganear.
En sus redes sociales ha mostrado ejemplos de lo que podría considerarse un novedoso emprendimiento.
Dice que en una ocasión buscaron sus servicios para sostenerle un globo a un cliente que deseaba captar una imagen propia para su cuenta en Instagram.
En otra oportunidad acompañó a una joven a pasear por un parque mientras ella cazaba mariposas, y subía a los árboles.
Igualmente vigilar a un adolescente a que estudiara y cumpliera con las tareas escolares.
Una más de las rarezas en la nueva actividad ‘laboral’ del hábil Shoji Morimoto, fue asistir de acompañante a una mujer en un evento de lucha libre, en horas del mediodía.
También tuvo que escuchar pacientemente durante tres horas las experiencias de un millonario, cuya principal distracción era alojarse en lujosos hoteles cinco estrellas.
La popularidad de Shoji se ha disparado en las redes sociales, y su fama ha llegado a los medios tradicionales impresos y de televisión, que le han dedicado amplios espacios a su curiosa ocupación.
“No hacer nada no significa que una persona no sea necesaria», aseguró en una entrevista para un canal de televisión.