“¿Que cuál es el gran reto en esta vuelta a la presencialidad? Conocernos, vernos en el campus físico y dinámico; reconocer este campus como un espacio vivo, flexible; escuchar, analizar, entender, las dinámicas de los estudiantes, de la ciudad y del país”.
Quien así se expresa es Antonio Celia Maestre, –Toni, como lo llaman todos– un comunicador social con enfoque en periodismo cultural graduado en Boston, EEUU, donde vivió seis años, con maestría en Cultura, arte y medios digitales de las universidades de New York y Columbia.
Hace casi dos años, este barranquillero de 33 años asumió la Dirección de Arte y Cultura de la Universidad del Norte, una nueva división de esa alma mater que agrupa dependencias que anteriormente funcionaban por separado: el Centro Cultural Cayena, el Museo Mapuka, Uninorte FM Stereo y la editorial Uninorte.
“La reestructuración de lo artístico y cultural para que todo funcione bajo un mismo paraguas, de manera que tengamos una mirada mucho más moderna, más abierta, más incluyente y más experimental también supone un reto para mi y para la universidad en general”, explica.
“La reestructuración de lo artístico y cultural es para que todo funcione bajo un mismo paraguas, de manera que tengamos una mirada mucho más moderna, más abierta, más incluyente y más experimental también”.
Toni Celia Maestre
La vida de Toni ha estado permeada, no solo desde lo académico sino también desde lo laboral, por el tema cultural. En Boston trabajó en una empresa de conciertos; a los 24 años fue coordinador cultural del Banco de la República y del Teatro Amira de la Rosa; creó con unos amigos el espacio Fiebre Tropical, alrededor de la cultura caribe; trabajó con Barranquijazz y con La Cueva; fue director de proyectos especiales para el Caribe de la revista Semana; fue gerente del proyecto Centro Gabo de la Fundación para un Nuevo Periodismo Iberoamericano, FNPI; fue director de la Feria del Millón Caribe, de arte contemporáneo, y trabajó en NY con el maestro Rubén Blades en un proyecto que se extendió casi por nueve meses.
Es entonces que surge la posibilidad de regresar a Barranquilla a trabajar en la Universidad del Norte, lo cual, dice ha sido una gran revelación para él. “Mi relación con la academia ha sido muy rebelde, fracturada, pero cuando me fui a hacer mi maestría en New York me reencontré con ese amor profundo pues entendí la universidad como ese espacio flexible para explorar, debatir, discutir. Entonces, venirme para Uninorte es una continuación de ese amor redescubierto”, explica.
Agrega que el hecho de que el Centro Cultural Cayena no tenga ni profesores ni estudiantes adscritos, pese a hacer parte de una universidad, les permite crear y proponer de forma libre, estando en diálogo permanente con la academia. “Al fin y al cabo la cultura es horizontal e inevitable. Todo entra en la cultura”.
Al hablar de sus planes para la Dirección de Arte y Cultura de Uninorte, Celia Maestre asegura que su área hará proyectos, no eventos, y que hará alianzas para trabajar mancomunadamente con otras entidades afines.
Toni anunció que en 2022, Mapuka reabrirá con la meta de atender público cien por ciento presencial, para consolidarse además como un espacio de debate. Ediciones Uninorte, por su parte, tiene la tarea de publicar más de 40 libros .
“Uninorte FM Stereo no ha parado, ni en el encierro. La meta es que se transforme a lo digital para abrirle espacio a los jóvenes estudiantes. Este año tendremos las Cátedras Álvaro Cepeda Samudio y Norman Mejía, así como el Segundo encuentro de arte caribeño Jaguey y el Festival Cayeye, ahora en marzo”, precisó finalmente.
