Este  complemento que acapara tanto la atención como el centro del look nupcial, cada vez es más colorido, aunque el clásico y popular bouquet en tonos blancos se resiste a desaparecer, según María Emilia Fadul, experta en este tipo de arreglos

Como se acerca mayo, mes que durante siglos la Iglesia dedica para honrar a la Virgen, no solo se celebran bautizos y primeras comuniones, sino que son muchas las novias que se preparan para dar el sí en esa época primaveral del año.

Si el vestido es el gran protagonista del estilismo en una novia, el ramo es uno de los detalles más importante a la hora de complementarlo.

La tradición del ramo de novia surgió en la antigüedad. Era costumbre que las contrayentes llevaran en sus manos un conjunto de hierbas aromáticas y especias (incluyendo hasta el tomillo y ajo) para atraer la buena suerte y felicidad; es decir, era una forma de protegerse de los malos espíritus Fue una costumbre muy similar al origen del velo, que servía para que las novias se protegieran del mal de ojo que les podían causar la envidia de las personas que veían a la novia pasar.

Con el pasar de los años, las flores aparecieron en la Edad Media para darle un toque diferente hasta convertirse en las más usadas por las novias en su camino hacia el altar.  

Desde la antigüedad, cada flor tiene su significado propio y, según su forma, su color y su nombre, expresan una cosa u otra.

María Emilia Fadul, pintora, experta en cocina de autor y decoradora afirma que “en la actualidad los ramos de novia son más coloridos, eso sí, dependiendo del gusto de la novia. Las mujeres más clásicas prefieren el blanco todavía, pero es cierto que en los últimos tiempos tiene mayor demanda el ramo colorido y las novias se atreven”.

“Además de flores por su simbolismo, algunos de los ramos se les incorpora la espiga, que se considera que aporta fecundidad, y hasta plumas”

Comenta que el tipo bouquet, que es un ramo redondo y pequeño, donde las flores se presentan perfectamente articuladas, siguen marcando tendencias. Inclusive, se usan entre las van a contraer nupcias por lo civil.

El ramo de cada novia depende de su vestido, los complementos, la temporada del año en la que se case, si es una boda de día o de noche. Entre las que celebran su boda en fincas o sitios campestres, los que mandan la parada son los ramos silvestres.

Según Fadul, las flores más usadas en la actualidad son las orquídeas, rosas y agapantos, esta última conocida también como Lirio africano o Flor del amor. Es una planta ornamental que hace gala de unas hojas alargadas de color verde oscuro que surgen de un tallo central, cuyas flores son azules.

También son utilizadas, entre otras, las azaleas (que para los japoneses sus grandes flores en diferentes tonos que traen la buena suerte); las proteas (que tienen una amplia gama de colores) y las anémonas (son en general grandes y vistosas, muy parecidas a las amapolas).

Las rosas, según el color, tienen un significado. Las rojas, por ejemplo, tienen que ver con la pasión; las amarillas, con la amistad y alegría, y las blancas, representan la pureza y simbolizan que el enlace durará toda la vida.

En cuanto a las orquídeas, son símbolo de feminidad; lo mismo que las hortensias.

Otra de las tradiciones del ramo de novia es lanzarlo en uno de los momentos de la celebración a las solteras asistentes. Existe la creencia de que quien se lo gane es la próxima en ir al altar. Quién lo atrape se lleva un amuleto para el amor.

Se dice que el primer país de occidente en adoptar esa práctica fue Estados Unidos y de ahí se ha extendido por Latinoamérica, haciendo del lanzamiento del ramo uno de los momentos más alegres y coloridos de la boda.