Los lentes de sol nunca han pasado de moda, así cambien de diseño, color y fabricación.
Los lentes de sol parecen ser un accesorio infaltable por cuestiones de estética, pero son muy necesarios para proteger los ojos siempre y cuando sean los adecuados.
MiREDvista habló con la optómetra Amalín Hazbún para identificar los aspectos más importantes que hay que fijarse a la hora de adquirir unos lentes de sol.
Advierte, que antes de tomar la decisión de comprar ese tipo de anteojos la persona debe saber los riesgos que con llevan si éstos no tienen una filtración al 100% de los rayos ultravioletas.
Sobre todo a los vendedores callejeros, por ejemplo, que ofrecen todo tipo de diseños, colores, polarizadas, de diferentes tamaños y fabricaciones, baratas o caras.
“Si no protegen es gravísimo, porque cuando se usa un lente oscuro teñido, el efecto que produce es que se dilata la pupila que, es la que controla la entrada de luz al ojo. Y al dilatarse la pupila, la retina está más expuesta a la luz”, dice la profesional.
La función del optómetra es recomendar al paciente lo que más le conviene, de darle a conocer los peligros que conllevan al no usar unos lentes adecuados. Por eso, es conveniente que un especialista de la visión supervise la compra.
Es común ver a gente, sobre todo entre los jóvenes, usando lentes de sol de noche, lo que no recomienda un especialista. Solo lo hace a personas que tengan una condición especial, como una afección patológica en la córnea que no pueda ver la luz, por ejemplo. Ahí sí se le puede recomendar unas gafas con filtro.
Para tener en cuenta: la mayoría de las gafas de sol actuales tienen protección UV incrustado en la lente en lugar de recubierto sobre ella. La mayoría de las marcas de renombre indican la protección UV en su etiqueta. Busca una etiqueta que diga“100% de protección contra los rayos UVA y UVB” o “100% de protección contra los rayos UV 400.”