Los cinturones o fajones ciñen la cintura, la definen y acentuan.
En el pasado tuvieron auge, pero gracias a los maestros más importantes de la industria textil, han vuelto a causar furor desde que comenzaron a mostrarlos nuevamente en sus nuevas colecciones presentadas en las pasarelas.
Nos referimos a los anchos cinturones femeninos. En los años 80 fueron tendencia y últimamente han reaparecido en la moda para quedarse.
Es el accesorio ideal para estilizar la silueta, una pieza clave para elevar, transformar y darle un giro a cualquier look. De hecho, en la Antigua Grecia servía para ceñir las anchas túnicas, ganando así comodidad y soltura al caminar. Pero, además de ser accesorio ideal entre las mujeres griegas, con el paso del tiempo fue convirtiéndose también en parte ornamental del vestuario.
Esta pieza que en la Antigua Grecia servía para ganar comodidad a la hora de caminar se convirtió más tarde en algo necesario que, a lo largo de las décadas, ha ido reinterpretado las tendencias para ser desde el complemento más discreto al más revolucionario según la época.
Muchas modelos de los 80 acentuaron sus cinturas con anchos cinturones. Tal como en tiempo atrás, marcas como Armani, Michael Kors, Versace, Balmain y Paco Rabanne, por mencionar algunos, han repetido en los desfiles la moda del fajón con distintos diseños y materiales.
Los hay maximalistas con grandes hebillas, de cadenas (para añadir un toque de brillo y distinción); también muy anchos tipo armadura con logos a juego con looks monocolor, con taches y piedras. Al parecer, la tendencia es que se camufla llevándolo en el mismo color que la prenda a la que acompaña. Ya sea en vestidos para marcar cintura y potenciar cadera, sobre una chaqueta o por encima de una bermuda o shorts de talles altos.
Además del cuero, en la gama de diseños se pueden encontrar cinturones elásticos, metálicos, de pieles y diversidad de materiales sintéticos.
Está claro entonces que un fajón puede marcar toda la diferencia en un estilismo. Desde tornarlo más favorecedor, o simplemente, hacer que luzca como un look totalmente nuevo, sin dejar de ser una prenda vintage.