El ginecobstetra Álvaro López Vargas examina a una paciente.
La citología, la mamografía y análisis de sangre son claves para prevenir y detectar enfermedades.
Además de hábitos de vida saludables la prevención es fundamental para detectar enfermedades que podrían llegar a ser graves.
Si tenemos el hábito de acudir al médico cada seis meses o cada año nos evitaremos dolores de cabeza y por supuesto gastos extras al bolsillo.
Pero ojo, es muy diferente una consulta médica básica que una con chequeos mucho más complejos.
Para el ginecobstetra Álvaro López Vargas el control con el especialista debe hacerse cada seis meses, empezando por el examen mamario.
“Toda mujer mayor de 40 años debe practicárselo cada seis meses, y si tiene antecedentes de cáncer mamario familiar igualmente podríamos detectar un tumor en sus inicios lo cual es perfectamente tratable”, explica el especialista.
Recomienda la citología cérvico-vaginal cada año para detectar el cáncer en sus inicios, infecciones vaginales o del cuello uterino como el virus del papiloma.
La mamografía es aconsejable cada dos años a partir de los 40 años. Por intermedio de este examen podremos identificar masas o abultamientos en los senos que podrían derivar en un cáncer de mama, que si se descubre a tiempo, es curable con un tratamiento.
Mediante la ecografía trasvaginal ginecólogica el especialista descarta miomas uterinos, tumores o quistes de ovario, que si son diagnosticados a tiempo no deberían comprometer la vida de la paciente.
A esta lista de exámenes debemos agregar laboratorios de sangre como hemograma, glicemia, así como el de orina y frotis vaginal. A las mujeres con trastornos menstruales o mayores de 35 años se les deben realizar pruebas hormonales como medir estrógenos, progesterona y prolactina, entre otros.
“En el caso de hemograma en mujeres con abundantes menstruaciones podríamos diagnosticar anemias que son frecuentes por el sangrado y de este modo tratarlas y evitar una complicación por anemia severa”.