Mariana Silva Cabal ha participado en varias ferias de emprendedores con su marca ‘Brillo de Hada’.
Con apenas 9 años y de la mano de su mamá, Julia Cabal, creó su marca de artículos religiosos llamada\ ‘Brillo de Hada by Mariana’ .
Mariana Silva Cabal tiene nueve años y quiere ser abogada o diseñadora de interiores. Pero sin duda alguna su gran sueño a mediano plazo es arrendar una “isla” en un centro comercial de Barranquilla para que conozcan a un más su emprendimiento.
Así lo cuenta Julia Cabal, que además de ser su mamá es su socia desde hace dos años cuando crearon Brillo de Hada by Mariana, su marca de artículos religiosos.
Eso fue en diciembre de 2020 y la acogida entre amigos y familiares fue positiva.
Y como a la mayor parte de los nuevos pequeños y medianos empresarios, el proyecto nació en plena pandemia, cuando Mariana agarró varias pepas de un collar para ensayar con pulseras personalizadas.
Sus primeros clientes fueron su papá Fernando Silva Brochero, su hermano Juan David Restrepo Cabal, su abuela Maribel Barros y por supuesto su mamá.
“Si vas a dedicarte a las pulseras, te voy a comprar piedras de mejor calidad”, le recomendó Julia, que a las pocas horas se presentó con los materiales y herramientas necesarias para apoyar a su hija.
Cuenta que desde muy pequeña le encantaba dibujar, por eso a los 7 años cuando comenzó a ensayar el diseño de sus accesorios toda la familia la rodeó y se sumó.
La “gran prueba” fue en abril del 2021 para el cumpleaños de su papá Fernando: Mariana hizo pulseras con los nombres de cada uno de los invitados.
“Aquí tienes la tuya para que me compres”, les ofrecía con enorme desparpajo, muy característico en este novata emprendedora que le puso el nombre a su marca y creó el logo con el apoyo de su padre que ademas le maneja las redes sociales (@brillodehada_by_marian) por donde comercializa los artículos religiosos, que son su especialidad.
Julia cuenta que a medida que iban ampliando la gama de artículos, ella empezó a apoyar en los detalles finales de las pulseras, porque luego empezaron a diseñar tapabocas y separadores de páginas hasta llegar a los artículos religiosos.
“En el caso de las imágenes en yeso, las compramos en crudo, Mariana les aplica la base de la pintura blanca y yo me encargo de la decoración más en detalle”, explica Julia, que es abogada.
Toda la comercialización la hacen por las redes sociales.
“Somos una familia católica que nos encanta lo que hacemos. Mi esposo, por ejemplo, elaboró unas pulseras con nudos franciscanos que nos habían pedido. Y mi hijo Juan David apoya en los domicilios”, afirma orgullosa.
Dice que han tenido tanto éxito que no solo en fechas especiales como el Día de la Virgen del Carmen, Día del Padre o de la Madre les encargan pedidos al por mayor, sino que en baby shower, primeras comuniones y cumpleaños les encargan los recordatorios.
A mediano plazo, Mariana y Julia, que han participado en las Ferias de Emprendedores de la Secretaría de Desarrollo Económico, quieren tener un local físico, «de color rosado y con muchas luces», la dice la pequeña emprendedora a su mamá. Y ahora se preparan para otra exposición en el Mall Plaza.
Las dos quieren seguir diseñando accesorios hechos con amor, como destacan en sus cuentas de redes sociales.