Los objetos de plata, como joyas, vajillas, bandejas, candelabros, portarretratos, accesorios y adornos en general, son sinónimo de elegancia, distinción y buen gusto, siempre y cuando estén limpios, brillantes y en óptimo estado.
Sin embargo, aunque no se oxida, la plata –sobre todo la antigua–, envejece y entonces luce opaca y negruzca. Hay dos motivos: uno es la acción del sulfuro de hidrógeno de la atmósfera que, al hacer contacto con ese metal, libera sulfuro de plata, que se adhiere a los objetos y los ennegrece. La otra causa es el contacto con los químicos que portamos, naturales o no, las personas.
Por estas razones, la plata Ley 900 hay que limpiarla y brillarla al menos una vez al mes. Es probable que tengamos en casa adornos, accesorios y objetos en plata que casi no ennegrecen, pero esto se debe a un proceso de galvanizado con rodio, lo que los hace más costoso y además mucho más fáciles de limpiar; pero con la plata antigua –que seguramente tiene hasta un valor sentimental para nosotros– no sucede lo mismo.
Sin embargo, además de la limpieza misma del objeto u accesorio de plata, hay recomendaciones de los expertos en joyería que conviene tener en cuenta, como por ejemplo, evitar amontonarlas para que no se rayen o deterioren; limpiarlas y secarlas bien después de cada uso con paño o bayeta; lavarlas bien con jabón suave y jamás con esponjillas abrasivas y evitar dejar restos de alimentos o líquidos en bandejas, platos o vasos, pues la descomposición y fermentación de alimentos y bebidas los mancha y afea. Y en el caso de las joyas conviene resguardarlas en sus respectivos estuches después de usarlas.
Tips para brillar la plata hay muchos, pero los más recomendados por nuestras madres y abuelas son estos que relacionamos a continuación y que debes aplicar siempre con guantes para evitar una reacción alérgica en la piel:
1. Agua con sal. Basta con mezclar una cucharada de sal en una taza de agua hirviendo, y dejar las joyas, accesorios o adornos pequeños en remojo toda la noche. A la mañana siguiente se sacan del líquido y se secan con un paño o bayeta.
2. Bicarbonato de sodio con vinagre. Se mezcla poco a poco 10 g de bicarbonato en un ¼ de taza de vinagre blanco (62 ml); luego de un proceso de efervescencia se sumerge el objeto o se frota la mezcla con un paño limpio. Al final se pule con otro paño limpio. Esta mezcla, que sirve para limpiar muchos objetos en casa, deshace la capa opaca que cubre la platería y la deja como nueva.
3. Pasta de dientes. Primero debes lavar bien los objetos con agua tibia y jabón neutro. Y luego se frotan con una buena cantidad de dentífrico. Enjuaga y pule con un paño limpio.
4. Cáscara de banano. La parte interna de la cáscara de un banano fresco, la blanca, se frota fuertemente en el objeto para remover la suciedad; si es necesario se cambia la cáscara hasta lograr el efecto deseado. Después, brilla con un paño.
5. Limón. Corta un limón por la mitad, úntalo de sal y frota sobre la plata. Deja actuar unos minutos. Enjuaga y seca con un paño limpio.
6. Papel aluminio. Corta un trozo grande de papel aluminio y envuelve un recipiente grande que debes llenar con agua caliente y una cucharada de sal. Introduce los objetos u adornos de plata por 10 minutos. Luego, sécalos bien con un paño limpio para terminar de pulir el brillo.