Sandra Gómez, gerente de Carnaval S.A.S se ha involucrado con la comparsa de las marimondas, una de las más numerosas y vistosas de las festividades barranquilleras.
La gerente de Carnaval S.A.S. trabaja casi las 24 horas del día en función de las fiestas barranquilleras sin descuidar sus obligaciones como mujer de hogar. Estima que la festividad de este año costará 15 mil millones de pesos.
Faltando casi un mes para que se dé inicio a los cuatro días del Carnaval 2023, Sandra Gómez, la gerente de la organización del evento ya lo vive como es, tal como dice el slogan de la reina Natalia De Castro.
La joven ejecutiva, quien cumple su segundo año frente a la gerencia de Carnaval S.A.S., tiene este año un gran reto, pues después de dos años vuelven los eventos masivos presenciales, en un año de cambios políticos y económicos a nivel global que, de una u otra manera, tocan el desarrollo de las festividades.
Aunque Sandra vive las 24 horas del día en función del Carnaval, cumple con los roles de madre, hija y ejecutiva, sin dejar de dedicarle tiempo a su bienestar personal.
La hora de acostarse puede variar de una noche a otra, y a veces llega a su casa en la madrugada; pero a las 4:00 de la mañana ya está en pie, organizando lo que será su agende de ese día.
Antes del amanecer, camina y trota durante una hora y hace rumba-terapia, y a las siete de la mañana ya está en ‘modo carnaval’, aunque asegura que las ideas, los compromisos y demás pendientes nunca salen de su mente. Están ahí las 24 horas de los siete días de la semana.
Desde las ocho de la mañana está sentada en su oficina atendiendo citas, recibiendo a la prensa, hablado por teléfono con empresarios, artistas, periodistas y pendiente de las actividades que haya en la agenda carnavalera del día.
“Esto es de no dormir, es mañana, tarde y noche, organizando, revisando planes y escuchando a la gente. Pero además hablar con la gente de producción, de logística, con la secretaría de Gobierno, Prevención y Atención de Desastres, secretaría de Cultura, Desarrollo Económico, la Policía, Defensa Civil, en fin. Con todos ellos hablamos y a todos los escuchamos para ir armando cada evento. Esto es emocionante, creo que en ninguna otra parte se trabaja tan rico como aquí. ¡Esto es vivir el Carnaval como es!”.
Nunca se mueve de la oficina, a menos que la agenda se traslade a otro sitio de la ciudad.
“Aquí, a mi oficina, viene mi mamá cuando llevamos días sin vernos. Mi papá me acompaña a ciertos eventos y a mis hijas las veo en la noche cuando llego a la casa. Con mi hijo, que no vive en Barranquilla, hablamos por video llamadas. Pero aunque sea un rato, siempre comparto con ellos”.
El trajín que debe cumplir esta mujer es desgastante, tanto físico como mentalmente pero, contrario de lo que se creyera, ella siempre se ve fresca y sonriente. Regularmente desayuna en su casa antes de salir y nunca deja de ingerir las comidas a sus horas. “Como bastante, como loca. ¡Mi desayuno es como un almuerzo!”, apunta entre risas.
Sandra es consciente de que este es un gran desafío para ella, está expectante, pero atenta a todo lo que le puedan sugerir y aprendiendo de las experiencias de años atrás.
“De cada conversación, como esta, surge una recomendación con base en la experiencia de quienes han vivido el Carnaval durante años. Entonces eso hay que tenerlo en cuenta, hay que escuchar a las personas porque uno no se las sabe toda”.
La responsabilidad que carga Sandra Gómez sobre sus hombros requiere estar bien concentrado y centrado mentalmente, porque cada año el Carnaval es una empresa que en la temporada mueve no solo millones de personas; cientos de eventos, que incluyen reuniones de preparación, presentaciones, entrevistas y ruedas de prensa; sino miles de millones de pesos.
Justamente se prevé que este año el Carnaval pueda costar más de 15 mil millones de pesos, ello hablando no solo de la temporada sino de todo el movimiento empresarial del año.
Son muchas las nuevas firmas y empresas tanto locales como nacionales, que quieren vincularse con estas fiestas que constituyen, sin lugar a dudas, una de las mejores vitrinas, a nivel nacional, para promoción de marcas.
“Son muchas las marcas interesadas en apoyarnos, pero no ha sido tan fácil porque hay mucha incertidumbre con el tema de la inflación y las crisis a nivel mundial, que ha obligado a muchos a hacer recorte en los presupuestos de mercadeo y comunicaciones. Pero estamos negociando para que no nos corten tanto el presupuesto a nosotros”, asegura la ejecutiva.
Y es que el tema de mercadeo de las marcas en el Carnaval es fundamental para el apoyo a los grupos y todo lo que tiene que ver con la preservación del folclor y la tradición. Y la presencia de las empresas en los diferentes eventos lleva consigo un trabajo artístico acorde con la marca Carnaval.
El Carnaval vive una nueva realidad, con muchos aspectos como la llegada de nuevas propuestas en materia de participación de grupos, disfraces y puestas en escena. Pero también es cierto que han disminuido eventos que promueven la tradición.
“Tenemos una gran responsabilidad con las nuevas generaciones. Nosotros estamos incentivando a que se inscriban grupos tradicionales como el Garabato y demás colectivos de tradición. Queremos que los pelaos se unan al Carnaval, para seguir conservando la tradición”.
Sandra insiste en que el Carnaval es uno solo, y ello al hacer referencia a diferentes iniciativas como los Desfiles de la 44 y Sur Occidente, etc. Por eso siempre está en conversaciones con ellos para trabajar unidos y mostrar coordinadamente, en cada evento, las marcas que quieren estar presentes en determinado evento.
“Debemos siempre trabajar unidos porque hay una gran responsabilidad con nuestro patrimonio y con la tradición”, puntualizó.