Vida Cultural / 17 de febrero de 2024

Templo de San Roque: joya arquitectónica y patrimonial que sufre los estragos del tiempo

La iglesia de San Roque, una de las más visitadas sobre todo en época de Cuaresma y Semana Santa, por su construcción de estilo Neogótico en homenaje al santo patrono de Barranquilla.

Miguel Utria

La estructura externa viene cayéndose a pedazos, lo que ha prendido la alerta por el riesgo que ello representa. El párroco adelanta gestiones ante Mincultura, la Gobernación del Atlántico y la Alcaldía de Barranquilla para que le tiendan una mano a este monumento.

El profesor José Stivenson con su grupo de trabajo haciendo reconocimiento al estado del templo.

Una vez más la estructura externa del templo de San Roque, especialmente las torres, es motivo de preocupación porque su deterioro se hace notable cada vez más sin que autoridad alguna haya asumido un compromiso definitivo para su recuperación.

La edificación fue terminada de construir en 1941 tras varios años de obras, y consagrado como templo y parroquia en 1942, el templo que se erige en honor a San Roque, patrono de Barranquilla, es atendido por la comunidad de sacerdotes salesianos que cumplen 143 de vida pastoral. Su actual párroco es el sacerdote Ángel Mesías Ramírez.

El padre Ángel comenta que con la muerte de padre Stanley Matutis en 1999, y quien se consagró al mantenimiento del templo, la historia de la parroquia se dividió en dos porque desde entonces los miembros de la comunidad que llegan a ella se dedican casi que exclusivamente a la misión pastoral, y poco a la parte de conservación del inmueble como monumento nacional o bien de interés patrimonial, o al menos no con el mismo empeño y pasión. Además porque es muy costoso.

Así las cosas la estructura del templo comenzó a mostrar estado de deterioro en sus paredes, y de manera especial en las torres, cuya sola intervención o restauración se estimó hace unos años, en más de 45 mil millones de pesos.

Padre Ángel Mesías Ramírez, párroco de San Roque.

En 1996 el inmueble fue declarado monumento nacional mediante la Ley260, y en la actualidad es un Bien de Interés Cultural en el ámbito nacional.

De acuerdo con el sacerdote se pensó que por ser el templo Monumento Nacional, sería más fácil que las autoridades interesadas le dieran prioridad a una solución, pero evidentemente no ha sido así.

Durante la celebración eucarística con ocasión del Día Nacional de Periodista, el sacerdote Ángel Mesías hizo un llamado a los asistentes para que, a través de sus medios, se promueva esta petición y la necesidad que tiene el templo.

El sacerdote indicó que se hizo de parte de la parroquia una solicitud al ministerio de Cultura para que realicen una inspección ocular y se evidencie el estado  del templo, en especial de las torres estilo gótico.

El religioso ha tomado los pedazos de la estructura que se ha venido al suelo en la parte exterior del templo, y lo exhibe para que todos cuantos asisten a los oficios se den cuenta del riesgo en que está no solo la edificación sino quienes ingresan al mismo.

De hecho desde hace meses la entrada principal fue cerrada como medida de precaución y la feligresía ingresa por la puerta lateral.

“El ministerio nos ha hecho unas recomendaciones y estamos tratando de lograr un acercamiento con la gobernación, la alcaldía y la empresa privada para que entre todos le metamos el hombro a esto y no dejemos morir ese bien patrimonial”, dijo el sacerdote salesiano.

Parte interna de una de las torres del templo.

La Dirección de Patrimonio y Memoria del Mincultura recomendó “solicitar y ejecutar obras como apuntalamiento, protección de elementos propensos a caerse e instalación de sobrecubierta”, todo ello enmarcado en el concepto de primeros auxilios decretado por el ministerio como reglamento para la protección de bienes en riesgo.

Dice la carta de respuesta, fechada en diciembre pasado, que se dará prioridad al requerimiento y que “se estará programando y coordinando dicha inspección con el equipo técnico de esta dirección  en los primeros meses del año 2024, con la finalidad de brindar apoyo y asesoría en lo que se requiera”.

Al preguntarle al sacerdote sobre la posibilidad de cerrar el templo para evitar el riesgo de la comunidad asistente a los oficios religiosos, este respondió que por el momento esto no se ha contemplado pues la prioridad es unir esfuerzos con las autoridades, empresarios, medios de comunicación y la comunidad para salvar este monumento que es de suma importancia para la ciudad y su historia.

“Cerrarlo quiere decir abandonarlo, es como cerrar un lote y ahí sí que menos lo recuperaríamos, se llenaría de polvo, basura, maleza. Lo que hacemos es mantenerlo limpio y digno. Si lo cerramos las imágenes se deteriorarían y ahí hay unas reliquias que son de suma importancia. Pero además sería como abandonar la tumba de padre Matutis. Por eso lo que tenemos es que, entre todos, nos unamos para sacarlo adelante, tocar puertas, mirar por dónde, porque este es un patrimonio que no podemos dejar que se acabe así no más”, puntualizó el padre Ángel Mesías.

No es la primera vez que un párroco y sus parroquianos elevan su voz para pedir ayuda por su templo, y en ese empeño por sacarlo adelante han tocado las puertas de la alcaldía y la gobernación que no han sido ajenos a esa necesidad, pero se encuentran con que siendo esta construcción Bien de Interés Patrimonial, una intervención por parte de algún organismo estatal debe ser avalado o acompañado por el Ministerio de Cultura.

Aseguró el padre que durante la pasada campaña política tuvo la oportunidad de dialogar con el entonces candidato a la gobernación Eduardo Verano de la Rosa quien le manifestó su interés de apoyar en lo que estuviera a su alcance porque la gobernación tenía experiencia en reconstrucción de templos en varios municipios del Atlántico.

Dijo estar en diligencias para lograr una reunión con el actual mandatario así como el alcalde Alejandro Char para que haya un puente más directo tanto con el Gobierno Nacional como con el sector privado de la ciudad.

El padre Ángel Mesías pidió a los representantes de los medios el apoyo para organizar una Templetón que permita que empresarios, administración pública y la comunidad en general se manifiesten y entre todos reunir los aportes  necesarios que le permitan a la autoridad competente la intervención a este monumento que hace parte de la riqueza cultural y patrimonial de la ciudad.

El profesor José Stevenson, historiador, guía turístico, estudioso del patrimonio y director del colectivo Navegario, ha desarrollado una investigación histórica y patrimonial sobre los templos del Centro Histórico de Barranquilla y quien ha tenido la oportunidad de estudiar con su grupo, además del valor histórico y cultural de los templos, el estado de deterioro de varios de ellos.

Dice el profesor que están adelantando, de la mano del sacerdote Ángel Mesías Ramírez, estrategias para visibilizar la situación del templo y contribuir en su restauración.

“Es lamentable el estado de deterior que presenta la estructura que esa además, según mi concepto y conocimiento esta es la iglesia más imponente, desde el punto de vista arquitectónico, que tiene la ciudad de Barranquilla, creo que no hay otra como la de San Roque”, afirmó el estudioso.

Con su grupo de trabajo el profesor hizo una visita al templo y detalló los daños que tiene la estructura interna en la parte de las torres.

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