Isaac y Nora con su padre, en una de las grabaciones de un video al aire libre cerca de su casa en Francia.
Los niños franceses, de la mano de su padre surcoreano, vienen conmocionando al mundo interpretando clásicos latinoamericanos.
Definitivamente tanto el talento como el éxito ni se compran ni se venden. Cuántos cantantes o grupos que gastan cantidades de dinero para darse a conocer y vender sus discos, no desearían conquistar el mundo como lo han hecho Isaac y Nora, dos niños franceses, cantando clásicos temas a través de las redes sociales, sin invertir grandes sumas.
No se trata de sus edades (12 y 9 años), sino de su innegable capacidad artística, porque además de cantar tocan distintos instrumentos, y la forma cómo interpretan, con peculiar acento, temas ya conocidos del cancionero latinoamericano.
Inicialmente se reunían en familia y entre amigos para disfrutar unas buenas tenidas musicales, lejos de pensar que con el paso de los meses sus nombres estarían en la lista de los artistas más solicitados.
Lo que comenzó a manera de juego al lado de su padre Nicolás Restoin, un cartero que anda en bicicleta, se convirtió en un fenómeno viral global desde la vez que grabaron el bolero cubano Veinte años (que inmortalizó María Teresa Vera en los años 30) con 42 millones de visitas en Facebook y más de 1,7 millones en YouTube, con 83.000 likes.
Lo grabaron en un sencillo estudio en su casa en Quimper, al oeste de Francia, donde aún siguen haciéndolo a raíz del inesperado éxito en las redes.
Hoy, Isaac y Nora acumulan millones de reproducciones en sus videos y también de seguidores en Estados Unidos, Europa y Latinoamérica.
En el historial de su cuenta dice que los hermanos, a través de las letras de las canciones, poco a poco han ido aprendiendo el español y el inglés. Nora es la vocalista de la banda familiar. Su voz dulce ha cautivado al público. Toca ukelele, guitarra y acordeón diatónico. Su hermano es trompetista, guitarrista y baterista, y también hace la segunda voz en algunas de las canciones.
Nicolás, el patriarca surcoreano, es guitarrista empírico. Habla español, y es quien escoge los temas, mientras que Catherine, su esposa y madre de los dos chicos, es la camarógrafa del grupo y encargada de difundir los videos en las redes.
La familia ha hecho versiones de canciones conocidas como Sweet Dreams (Eurythmics), Hallelujah (Leonard Cohen) o My baby just cares for me, de Nina Simone, pero desde que comenzaron a hacerlo en español y en el cancionero latinoamericano se convirtieron en todo un suceso.
Ya tienen su primer álbum llamado Latin &Love Studies, en el que están versiones en español de canciones icónicas como Gracias a la vida y Lágrimas Negras.
En Youtube es fácil apreciar interpretaciones como Reminiscencias y Que nadie sepa mi sufrir, del ecuatoriano Julio Jaramillo. También Piensa en mí (María teresa y Agustín Lara), Caballo Viejo, del venezolano Simón Díaz, No soy de aquí, ni de allá de Facundo Cabral, En tu pelo, del mexicano Luis Demetrio y Arroz con coco, del colombiano Lucho Bermúdez, entre otros.